El doble juego de Davos vence al oscurantismo del Club Bilderberg

El Foro Económico Mundial, más conocido como el Foro de Davos, está ganando valoración gracias a su transparencia. No lo hace porque mucha de la gente que les sigue pueda estar o no de acuerdo con lo que se debate o con sus asistentes: líderes mundiales, sino por el hecho de que es un evento muy transparente. Lo que se hable allí y lo que se acuerde tiene mucha trascendencia y la opinión pública conoce lo que allí sucede por medio de la web y las redes sociales. De este modo, Davos suaviza su imagen en relación a otros núcleos de poder como el Club Bilderberg. Ahora bien, Davos gana esta partida jugando con las cartas marcadas, ya que, aunque no lo reconozcan, algunos de quienes han acudido a este foro también han estado en reuniones del Club Bilderberg, que no destaca precisamente por su transparencia. Esto, sin embargo, no quita valía a esa apuesta por la transparencia que hace el Foro de Davos. Le queda mucho trecho a Bilderberg, aunque su guerra está en otro ámbito y puede que no le interesa jugar el mismo partido que se juega en estos días en Suiza.

EL EJEMPLO DEL FMI

Las instituciones financieras de carácter mundial (como el Fondo Monetario Internacional) llevan años suavizándose mucho. Las diferentes crisis y el efecto expansión, demoledor y con tremenda capacidad de presión, amén de los errores cometidos, han sido clave de cara a que estas instituciones apuesten tanto en la forma como en el fondo por medidas que en los 80 y 90 del siglo pasado y hasta la crisis de 2007 hubieran sido catalogadas como “radicales y social-comunistas”, si nos atenemos al marco habitual del Partido Popular, sobre.todo. Una buena muestra de ello es el Fondo Monetario Internacional (FMI, cuyas medidas ultraliberales enlatadas en lo que denominaron el “Consenso de Washington”, le causaron enemigos por todo el planeta. Con los años, las crisis, los errores y las críticas, el FMI ha abierto la mano.

LAS REDES SOCIALES

En cierto modo, el Foro de Davos ha hecho lo mismo, no solo con el contenido, que es mucho más social que hace unos años, sino con la transparencia del mismo, algo a lo que ayuda sobremanera la era digital. El Foro de Davos transmite en directo todas las sesiones, y cuenta con una web completísima, entre otros idiomas en español, en la que publica las agendas, etcétera. Además, es muy activo en las redes sociales: Está presente en Twitter, Instagram, Facebook, Linkedin y Flickbord.

La ciudadanía percibe el Foro de Davos como un núcleo elitista alejado de sus intereses

Desde luego es un ejercicio de transparencia que le puede ayudar a ser entendido como un evento útil para los ciudadanos más allá de que la elección del lugar, la rica Suiza, y algunos gestos como la llegada en helicóptero dificulten que no se perciba esta reunión de líderes mundiales como un evento elitista, alejado del ciudadano común de sus intereses y preocupaciones. Puede ser, pero allí se debaten, deciden y acuerdas cuestiones que tienen una gran relevancia para los ciudadanos.

TEMAS CON DOBLE LENGUAJE

Ahora, hay una cuestión que no se escapa a nadie: obviamente, puede haber cuestiones que se traten fuera de cámara o sobre las que haya un doble lenguaje, lo que se dice y lo que se hace. No siempre se cumple una slogan que acompañó a Felipe González en su momento: “Hechos, no palabras”.

Esto viene a cuento de que aunque este foro se impone en materia de opinión pública, ello no es óbice para que muchos asistentes jueguen una doble partida, aunque los que lo hagan no lo reconocerán en público: formar parte del Club Bilderberg, un centro de poder con escaso afán de transparencia sobre el que se han escrito ríos de tinta y así seguirá y sobre el que periodistas, políticos y economistas gustan de fantasear.

Lo cierto es que Bilderberg, reunión anual de 130 personas más influyentes del mundo, mediante invitación, no tiene reconocimiento público porque no se expone ni se muestra con transparencia y eso dificulta que pueda entrar a formar parte de la opinión pública. Esa batalla, que probablemente no le interesa, la está perdiendo en relación al Foro Económico Mundial, el Foro de Davos. Confrontar las materias y propuestas haría una excelente contribución al debate y de ahí podrían salir políticas interesantes.

JUAN LUIS CEBRIÁN

Según se ha publicado, entre los asistentes a citas del Club Bilderberg, el ex director de El País y presidente de Honor de este diario, Juan Luis Cebrián, y la presidenta de Banco Santander, Ana Botín.

Bildelberg reúne de modo anual a las 130 personas más influyentes del mundo, siempre mediante invitación

En este sentido, el diario.es informó de que Pedro Sánchez fue invitado a participar en 2015,  en su primera etapa como secretario general del PSOE. No obstante, Sánchez plantó al Club Bilderberg por problemas de agenda. “El líder del PSOE no quería ir a las cuatro jornadas del encuentro para poder asistir a la proclamación de Susana Díaz y a la reunión de los socialistas europeos”, indicó esta publicación.

LA REINA SOFÍA, GUINDOS Y PABLO CASADO

Según Vanity Fair, la Reina Sofía fue durante años el rostro español de la reunión más famosa del mundo. El actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, es otro de los españoles que estuvo presente en el Club Bidelberg.

Entre los miembros de la clase política, asistió también Pablo Casado, que lo hizo cuando erapresidente del Partido Popular, un partido que en 2018 ya estuvo presente por medio de la entonces vicepresidenta del gobierno en funciones, Soraya Sáez de Santamaría.