Hasta hace no mucho, Terra la cuarta stable coin más grande del mundo presumía de su complejo entramado «algorítmico» para mantener su valor. Un sistema patentado y puesto a prueba, incluso, por la Universidad de Harvard. Pero en pocos días, la criptomoneda colapsó trágicamente tragándose miles de millones de sus inversores, seguidores y creyentes. Un shock que, sin embargo, puede que no venga solo, ya que todas las miradas apuntan a una presa aún mayor: Tether, la moneda estable más grande del mundo. Y es que su futuro, si no cambia, cada vez parece más sombrío.
Para entender ese difícil futuro que cada vez más personas le ven a Tether hay que empezar por lo básico: intentar obviar el funcionamiento de las finanzas elementales suele tener el mismo resultado que olvidar que la gravedad siempre está ahí. Un detalle importante, en especial, a medida que la cosa va cogiendo altura. En el caso de la stable coin la cima alcanzada ya asusta, de hecho, es la más grande de todas las que hay en el mercado. Pero ¿qué están olvidando los creadores de Tether respecto a las finanzas tradicionales? La respuesta es la confianza.
LAS STABLECOIN SON UNAS CRIPTOMONEDAS QUE ESTÁN LIGADAS A OTRO ACTIVO PAERA MANTENER SU VALOR
Para entender la relación entre la confianza y las stable coin, primero hay que entender bien qué son. En pocas palabras consisten en un tipo de criptomonedas que están ligadas a otro activo para «mantener su valor», normalmente el dólar. Así, aquellos que quieren operar comprando y vendiendo otras criptos utilizan este tipo de instrumentos, ya que convertir dólares o euros en bitcoin (por ejemplo) directamente es tan largo como tedioso. Por lo tanto, son un puente entre los bancos convencionales, donde las personas usan divisas convencionales, y el mundo blockchain, donde las personas usan criptografía.
LAS RESERVAS (Y SU FORMA) SON CLAVES
Entonces, para que el comercio se pueda realizar de forma ordenada y sin grandes oscilaciones éstas stable coins nacieron con la idea de mantener una paridad con el dólar. Por ejemplo, un Theter siempre se ha intercambiado por un euro. Eso que parece tan sencillo, en la práctica no lo es tanto. De hecho, en la forma en que cada moneda ha decidido mantener esa paridad frente al dólar radica gran parte de la fortaleza de la misma para sobrevivir en un futuro. Una condición que se ve, por ejemplo, a las de las monedas reales en funcionamiento las cuales pueden perder valor hasta dejar de utilizarse.
Las finanzas elementales, aquí entra su valor, dice que lo más sencillo para mantener la paridad es mantener la misma cantidad de reservas en dólares (o sucedáneos como activos líquidos) que de stable coins. Así, un Theter, una Terra o una moneda que queramos inventar mantendrá siempre su valor y podrá ser intercambiado libremente por compradores y vendedores. Además, siempre que se haga un cambio a la divisa real la plataforma subyacente entregaría la cantidad en dólares, mientras destruye el número criptos entregadas. Pero eso que parece tan sencillo se vuelve más complicado, ya que en la vida real se utilizan reservas fraccionadas (se crea más dinero del que está respaldado unidad por unidad).
El invencible modelo algorítmico Terra se sostenía sobre otra cripto denominada Luna
En el mundo cripto se va todavía más allá. El invencible modelo algorítmico Terra se sostenía sobre otra cripto denominada Luna. Los usuarios podrían canjear 1 dólar de terra por otro dólar de luna, que se emitiría para satisfacer la demanda. Pero cuando el precio de luna comenzó a caer a principios de mayo todo se descontroló. A medida que el suministro de luna se disparó, su precio se derrumbó. El 10 de mayo existían 350 millones de tokens luna días más tarde hasta 6.5 billones. El problema era que al respaldar una cripto con otra cripto, cuyo valor no es tangible (y puede subir, bajar o volatilizarse) en realidad, lo único que sostenía el sistema era la confianza.
LA HISTORIA JUEGA EN CONTRA DE TETHER
Cuando la confianza en Luna empezó a quebrarse todo terminó hundiéndose. Ese es el punto vital de las stable coin, también del resto de divisas del mundo, que deben mantener la fe de aquellos que deben utilizarlas. En realidad, un billete de 100 euros o 100 dólares no vale nada y aceptamos su valor porque creemos que están respaldados correctamente, esto es que si vas al Banco Central en cuestión te lo intercambian por activos con ese valor. Con las criptomonedas pasa algo parecido, por ello, mantener esa confianza es vital. Terra utilizaba la imagen de un reconocido profesor de Harvard que decía que ese sistema era infalible.
Otras stable coins prefieren ganar esa confianza a la vieja usanza, a través de transparencia para con sus reservas. Un buen ejemplo de ella es la cripto USD Coin (USDC) que está respaldada únicamente por efectivo y bonos del tesoro. Además, para demostrarlo publica informes auditados regulares que intentan transmitir seguridad a sus usuarios. Pero y ¿qué pasa con Theter? La moneda estable más grande del mundo también dice tener sus reservas en activos líquidos, aunque prefiere no dar detalles alegando que su combinación de activos es su «salsa secreta».
Tether cotiza casi con paridad uno a uno con el dólar
Una postura que no solo no trasmite esa confianza necesaria, sino que permite que muchas voces respetadas hayan empezado a dudar de qué hay detrás. Por ejemplo, cuando la compañía dijo una vez que respaldaba sus tokens con «dólares estadounidenses», una afirmación que el fiscal general de Nueva York dijo en 2021 que era «una mentira». Algo que no se ha podido comprobar ni por uno ni por otro lado. En la actualidad, Tether cotiza casi con paridad uno a uno con el dólar, pero en pleno cripto crash esa cifra se derrumbó a los 0,95 dólares, lo que ya es un aviso importante.
En definitiva, las continuas sospechas sobre Tether no ayudas. Tampoco que en plena debacle perdiera su valor fetiche, lo que implica que en situaciones difíciles la gente no confía tanto en que pueda mantener el valor. Para muchos, en especial, los fanáticos es algo normal que, por ejemplo, le ocurre a cualquier moneda real del mundo se llame dólar o euro. Y pese a que llevan razón no deben olvidar lo fundamental: que los gobiernos obligan a su uso, lo que refuerza su valor para utilizarlas. Algo que no ocurre con las criptomonedas o las stable coins. Un recordatorio básico que muchos parecen obviar hasta que se chocan con la realidad.