China salva a Rusia, Europa vuelve al carbón y la alarma del consumo

Comienza otra semana trepidante para los mercados mundiales, con la volatilidad como gran protagonista esperando a ver cómo concluye el conflicto en el Este de Europa y conocer el rumbo de la economía china, cuyo banco central sigue acudiendo al rescate con reducciones de los tipos de interés que permitan a los sectores más endeudados sobrevivir sin llevarse por delante al sector financiero del país.

ELEVAR LAS RESERVAS A 70 DÓLARES EL BARRIL

Mientras los bancos logran el oxígeno monetario, Xi Jin Ping ha dado orden de elevar las reservas de hidrocarburos para afrontar con garantía la crisis energética que ha traspasado las barreras occidentales para contaminar a todo el planeta. Y en ese negocio Vladimir Putin tiene mucho que ofrecerle y, además, a precio de amigo.

China ha logrado incluso el permiso de EEUU para adquirir petróleo a Rusia a un precio de 70 dólares el barril, lo que supone un descuento de más del 30% respecto al importe de mercado. La estrategia del gigante asiático pasa por elevar sus reservas estratégicas y esto permite al Kremlin colocar el crudo que han dejado de comprar los europeos.

Como decía hace unos días José Antonio Vizner en Negocios.TV, en estos momentos Rusia es una gran gasolinera que necesita vender todo lo que produce. Y países como China –y también India– se benefician de esta coyuntura para adquirir barriles baratos.

EEUU DA PERMISO A CHINA

Muchos se extrañan de que la Casa Blanca no haya puesto el grito en el cielo argumentando que estas adquisiciones violan las sanciones y, aunque haya congresistas estadounidenses que critiquen esta transacción, lo cierto es que a EEUU no le viene mal que haya demanda para los hidrocarburos rusos.

Así el precio en el «mundo libre» se mantiene en niveles elevados y esto permite que las reservas norteamericanas que serán liberadas en las próximas semanas generen cuantiosos ingresos para el Tesoro de Janet Yellen.

EUROPA INTRODUCE OTRA VEZ EL CARBÓN EN EL MIX ENERGÉTICO EN EL «REPOWER EU», un plan QUE ESTABLECE RACIONAMIENTOS PARA EL PRÓXIMO INVIERNO

Mientras. Bruselas intenta lograr la cuadratura del círculo introduciendo otra vez el carbón en el mix energético europeo tras años de demonizarlo en su proyecto de transición hacia una economía neutra en carbono. El famoso RePower EU contempla la reducción del gas natural en la generación de electricidad, potenciando la energía nuclear y el carbón.

Justo lo que no tiene España, que ha acabado con sus centrales térmicas y sólo ahora parece ser consciente de que debe alargar la vida de los reactores nucleares. Como será la cosa que hasta el sindicato UGT se ha vuelto pronuclear. Ver para creer

Aunque lo más destacable de este nuevo programa de ingeniera social es que establece mecanismos para aplicar racionamientos el próximo invierno. Los diferentes países deberán aplicar restricciones de forma solidaria para compensar los problemas de suministro del resto. Un pasito más para acabar con lo que queda de las soberanías nacionales utilizando como excusa un enemigo externo. Sea el COVID, el cambio climático o el oso ruso.

CREAR UN TESORO EUROPEO, EL OBJETIVO DE LA CE

En cuanto a las renovables, los burócratas europeos dejan claro que necesitan 297.000 millones de euros para potenciar la energía fotovoltaica, el hidrogeno verde y el biometano. Un dinero que saldrá del bolsillo de los ciudadanos, como contribuyentes y consumidores.

Aunque no lo admitan abiertamente, los políticos quieren emplear este programa de gasto para avanzar en el Tesoro europeo, de forma que a medio plazo se logre establecer las políticas fiscales de forma centralizada para crear los Estados Unidos de Europa.

En este contexto se enmarca la decisión de la Comisión de aplazar un año más, hasta 2024 el retorno de las reglas fiscales a la eurozona y, sobre todo, la idea de Francia e Italia de establecer objetivos individuales por países.

Una iniciativa que ve con buenos ojos el Fondo Monetario Internacional (FMI), sobre todo en lo referente al nivel máximo de deuda pública que debe tener cada estado miembro. Alemania no se fía y reclama una vuelta a la disciplina fiscal en la eurozona, consciente de que la depreciación del euro ha pasado ya el límite a partir del cual es positivo para elevar las exportaciones. 

LA DEMANDA INTERNA SE RESIENTE

Y es que la inflación, el endurecimiento de las condiciones financieras y el agotamiento de la demanda embalsada que se creó durante lo peor de la pandemia han provocado un cambio de tendencia que, aunque se esté ocultando a la sociedad, es más que preocupante.

Las familias comienzan a darse cuenta de que tienen que ahorrar para afrontar los próximos meses, aunque hay algunos que ya han entrado en el camino de no retorno disparando su deuda con tarjetas de crédito, otro indicador que nos muestra el camino del cambio de ciclo económico.

Los últimos datos de crédito al consumo de la Reserva Federal muestran que la deuda de las tarjetas de crédito se ha disparado en EEUU hasta superar los 52.000 millones de dólares, tras registrar el mayor aumento mensual de la historia.

El economista jefe de Goldman Sachs, Jan Hatzius, considera que esta tendencia va a continuar porque el gasto a crédito va a ser el motor que impulse la economía del país norteamericano este año. Ni siquiera los cheques gubernamentales impiden que se dispare el pasivo de las familias, que ven como sus cuotas hipotecarias no paran de crecer, como el coste de la cesta de la compra.

JP MORGAN: ESPAÑA ES UN PROBLEMA

Y si esto es un problema en EEUU, imagínense en España, donde los datos de Contabilidad Nacional del primer trimestre ya mostraron que la contribución de la demanda nacional al crecimiento interanual del PIB fue de 3,3 puntos, cinco décimas inferior a la del cuarto trimestre y a años luz de las previsiones del Gobierno para el conjunto del año. Si entramos en las tripas de la estadística, descubrimos que el consumo de los hogares se desplomó casi un 4%, dato que ha sido ocultado por el Gobierno hasta que lo publicó el INE.

Esta es una de las razones que han llevado a JP Morgan a poner el foco en nuestro país, en un informe que ha levantado mucha polvareda en el que apunta a que esta caída del consumo es una «señal de alerta» para toda Europa.

«Aunque la persistente debilidad del gasto de los hogares españoles es reflejo, en parte, de factores idiosincrásicos, la profunda contracción del consumo en España en el primer trimestre de 2022 también es una señal de alerta para el resto de la región, dado que el choque inflacionario se materializó un poco antes en España», alertan los economistas del banco norteamericano.

LOS INVERSORES ESPERAN QUE LAS ACTAS DE LA FED DESPEJEN ALGO DE INCERTIDUMBRE SOBRE LA POLÍTICA MONETARIA DE EEUU

En cuanto a la agenda semanal, la gran protagonista es la Reserva Federal, que dará a conocer las actas de su última reunión de política monetaria, en la que muchos inversores esperan encontrar algo de certidumbre. Las recientes declaraciones de Jerome Powell afirmando que la FED «continuará empujando» hasta que «la inflación se retrotraiga de una forma clara y convincente» han sembrado aún más dudas en unos inversores que esperan un salvavidas antes de que suene la campana.

¿OTRO QE DE LA RESERVA FEDERAL EN 2023?

Si hacemos caso a Deutsche Bank la Reserva Federal subirá diez veces los tipos de interés hasta el verano de 2023, aunque este endurecimiento de la política monetaria no evitará que Estados Unidos concluya el año con una inflación cercana al 5%. Si se produce la temida recesión es posible que dentro de un año el debate haya experimentado un giro de 180 grados, planteando incluso rebajas en las tasas de referencia.

Eso es lo que apunta el famoso economista de Credit Suisse, Zoltan Pozsar, que piensa que la FED pondrá en marcha otro plan de expansión cuantitativa (QE) el próximo año. Y es que, señoras y señores, para poder bajar los tipos de interés primero hay que subirlos. Una máxima que aparece en todo manual de banquero central aunque Christine Lagarde parezca haberlo olvidado.