Tras mucho esperar, todo apunta a que Ibercaja será una firma cotizada el próximo mes de junio. Al menos, eso es lo que la propia entidad bancaria planeó después posponer su debut el pasado mes de abril. La salida a Bolsa de la compañía aragonesa se ha convertido en uno de los culebrones dentro del panorama empresarial español. Se trata de una historia que ya tiene más de dos años y que, teóricamente, tendrá un final el próximo mes.
Hay que recordar que Ibercaja debía haber saltado al parqué bursátil en 2020 por orden gubernamental. En dicho momento, teniendo en cuenta la problemática infundada por la Covid-19, el propio ejecutivo le dio margen para debutar en el selectivo español. Ahora, tras más de dos años y tres intentos, Ibercaja se acerca a una fecha clave que puede determinar su futuro en el mercado de valores.
La firma aragonesa decidió posponer la salida al mercado de valores el pasado mes de abril debido a la incertidumbre y la inestabilidad financiera. Ahora, después un mes y medio después, la situación, aunque sí se ha estabilizado ligeramente, también viene cargada de una dosis de volatilidad e inestabilidad que azota al mercado de valores.
IBERCAJA DEBE SALIR A BOLSA
Ibercaja ha dado varios pasos en falso en su debut bursátil. La operación lleva encallada dos años, y este ejercicio se antoja clave para ver a la entidad bancaria en el mercado de valores. Mucho se ha hablado acerca de su posible valoración bursátil. En un principio, la propia compañía situó su capitalización entorno a los 1.500 millones y los 2.000 millones de euros. Tras esto, Ibercaja aludió a la valoración de Unicaja y CaixaBank para ubicar su posible capitalización en Bolsa. Pese a esto, teniendo en cuenta la envergadura del banco, los analistas aproximan más a Ibercaja a la valoración de Unicaja que a la de la entidad catalana.
Lejos de esto, una de las incógnitas que se plantea el mercado es si Ibercaja dará el paso definitivo en su OPV de una vez por todas. Miguel Momobela, analista de XTB, expresa que «la salida a Bolsa de Ibercaja no puede elongarse mucho más en el tiempo, dado que, por mandato gubernamental, 2022 en su último año para finalizar este trámite». Aún ello, y atendiendo a los intentos que no han fructificado, Antonio Castelo, analista de iBroker.es, comenta que «no nos atrevemos a asegurar que esta vez sea la definitiva», aludiendo a la posible incorporación de Ibercaja al mercado de valores.
EL PUNTO FUERTE DE IBERCAJA
Otro de los puntos clave reside en la confianza del mercado. El principal argumento de peso que Ibercaja puede dar a los futuros inversores es que la compañía va bien a nivel comercial. Así lo avalan sus resultados trimestrales. El banco aragonés se ha embolsado más de 63 millones de euros en la Q1 de este ejercicio. Es decir, Ibercaja gana más de un 15% con respecto al primer trimestre del pasado año.
los resultados trimestrales SON el principal incentivo de cara a una potencial inversión
La buena dinámica comercial siempre es un motivo de peso para los inversores. Aún esto, el caso concreto de Ibercaja es diferente, primordialmente por sus continuos pasos en falso a la hora de saltar al selectivo español. La credibilidad de la entidad está en entredicho, y aunque sus números son positivos, quizás el inversor no ve esa fortaleza en el mercado de valores. Antonio Castelo, analista de iBroker.es comenta que «el mercado reaccionará bien o no dependiendo del precio de salida, pero sin duda, los números se van a mirar con lupa».
Ante los intentos frustrados de Ibercaja de debutar en Bolsa, Miguel Momobela, analista de XTB, considera que «para los inversores, podría ser un factor negativo, dada la incertidumbre que reflejan los movimientos de la entidad». El analista insiste en que «los resultados trimestrales son el principal incentivo de cara a una potencial inversión«.
LA SUBIDA DE TIPOS ES CLAVE
Hoy por hoy no se puede hablar de las flaquezas que Ibercaja tendría en el mercado de valores. De base, el sector bancario es el que más peso tiene en el Ibex 35. Aún ello, el contexto actual, marcado por la próxima subida de tipos del BCE, abre un escenario cargado de incertidumbre financiera. A priori, la subida de tipos es una buena noticia para los bancos. Aún ello, Miguel Momobela señala que «la evolución del conjunto bancario en España ha sido un tanto errática«. «Los resultados empresariales no han conseguido frenar las caídas en Bolsa», añade el analista.
«la evolución del conjunto bancario en España ha sido un tanto errática»
Ibercaja tiene ante sí la oportunidad de afianzarse aún más en el mercado. La exposición que te otorga cotizar en el mercado de valores es superior. El aditivo que ofrece la entidad aragonesa es su buena ubicación a nivel comercial. Los buenos resultados pueden reforzar su demarcación en Bolsa. Aún ello, el principal lastre que tiene son sus movimientos en falso. El banco conoce los beneficios que tiene cotizar en el selectivo español. Aún ello, lo deberá hacer en un escenario marcado por la creciente inflación y la incertidumbre financiera.
Posponer su salida nuevamente sería un condicionante superlativo para los inversores. La desconfianza sería aún mayor, un factor que pesa en cualquier empresa que cotiza en el mercado de valores. Aunque los resultados muestren la solidez de Ibercaja, la realidad es que las sensaciones de los inversores juegan un papel crucial a la hora de invertir, y en este caso, la credibilidad (bursátil) de Ibercaja está en entredicho.