Álvarez (Santander) pide voluntad política para crear el mercado único

El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha afirmado que desarrollar un mercado único adecuado para las instituciones financieras europeas les permitirá ser eficientes para poder competir en igualdad de condiciones con otras jurisdicciones como las chinas y las americanas, aunque ha reconocido que para ello hace falta voluntad política.

Durante el 17º Encuentro del Sector Bancario organizado por el IESE y por EY, Álvarez ha explicado que la gran divergencia entre la banca europea y la extranjera es la rentabilidad, tanto por el entorno de tipos negativos como por la falta de un mercado único para las entidades financieras, que todavía cuenta con algunos pilares pendientes de ser desarrollados.

«El asunto es cómo vamos a poder desarrollar un mercado único correcto para estos servicios que nos permita ser todo lo eficientes para poder competir en igualdad de condiciones con otras jurisdicciones del mundo, sobre todo las chinas y las americanas», ha apuntado.

Según el consejero delegado de Santander, si el objetivo es que Europa se dirija hacia un verdadero mercado único para los mercados financieros, «absolutamente fundamental para el avance económico de Europa», hacen falta acuerdos sobre la unión bancaria y la unión de los mercados de capitales, si bien estos asuntos «dependen de la voluntad política».

«Hemos progresado significativamente en el impulso regulador y lo que nos queda es el riesgo operacional al que nos enfrentamos. La Comisión Europea ya ha propuesto algunas cosas, a lo mejor hay algún consenso en dos o tres años, pero no estamos todavía ahí. No estoy seguro, de hecho, de que haya voluntad política para desarrollar un mercado único adecuado y, siempre que siga siendo así, tendremos todavía el riesgo de fragmentación», ha advertido Álvarez.

En cualquier caso, el directivo mantiene la confianza en que el Eurogrupo llegue a algún tipo de acuerdo en este sentido. «No espero que lleguen a una solución mañana, pero sí que tengan una hoja de ruta», ha apuntado.

LOS ESQUEMAS DE REMUNERACIÓN EUROPEOS SON UNA DESVENTAJA COMPETITIVA

Por otro lado, el consejero delegado de Santander ha señalado la importancia del impulso regulador y ha abogado por «redefinir o aclarar» la aplicación de algunas partes de la regulación. «Por ejemplo, los amortiguadores de capital, hemos visto las crisis y nadie utiliza estos colchones de capital, ¿por qué?», se ha preguntado Álvarez.

Asimismo, el consejero delegado ha mostrado su preocupación sobre una regulación desigual para actividades similares dentro del sector financiero, por lo que ha aprovechado para reclamar que todos los competidores estén sujetos a las mismas reglas.

En cuanto a la aplicación de la regulación europea en otros países en los que Santander opera, el consejero delegado ha reconocido que en ocasiones supone una desventaja y, en otras, sitúa a Santander «en primer puesto».

Entre los casos en los que dicha situación supone una desventaja, Álvarez ha apuntado a los esquemas de remuneración europeos. «En otros países nos supone una desventaja que sufrimos a diario, esto es un hecho. Vamos a Estados Unidos, Brasil, etcétera, y esto es una desventaja», ha reconocido.

En cuanto a las ventajas de la regulación europea, ha destacado que la UE está a la vanguardia en la privacidad en el mundo digital, por lo que la aplicación de los estándares europeos en otros países supone una ventaja para Santander, y también es líder en temas medioambientales.

NO QUIERE SER «EL ‘POLI’ MALO»

En otro orden de cosas, el directivo se ha referido al reto de la transición medioambiental y ha reconocido que no se siente «cómodo» actuando como «policía del dinero, de las leyes antiblanqueo de capitales y del clima».

Según ha explicado, la voluntad del banco es ayudar a sus clientes empresas y negocios a prosperar y, pese a los esfuerzos, ve complicado determinar si los procesos que siguen sus clientes son dañinos para el medio ambiente.

«No quiero ser el ‘poli’ malo. No quiero decirles a mis clientes que sus emisiones no son aceptables. No me preocupan las grandes empresas, que saben lo que tienen que hacer, lo que me preocupa es el tamaño medio del mercado, que necesita ayuda y le estamos ayudando a navegar en este proceso», ha señalado Álvarez.