Salarios limitados, la banca siempre gana y saqueo político de los fondos europeos

Arranca la semana con un Día del Trabajador en el que, como viene siendo tradición, los sindicatos salen a la calle con la boca pequeña, criticando al Gobierno de forma limitada mientras siguen respaldando su gestión. El hecho de que PSOE y Podemos sean los partidos que dirigen la política española (con la formación morada venida a menos) provoca que en cada primero de mayo las consignas vayan dirigidas a muñecos de paja, sobre todo cuando tanto CCOO como UGT han prometido fidelidad a Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, cada uno en su propio negociado.

LOS EFECTOS DE SEGUNDA RONDA

Leer en los medios de comunicación que las grandes centrales sindicales reclaman que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo provoca cierta sonroja, sobre todo al comprobar que al mismo tiempo desde el Palacio de La Moncloa se les solicita que hagan caso a las recomendaciones del Banco de España para limitar sueldos y evitar así los denominados «efectos de segunda ronda».

Es decir, el peligro de que la inflación se traslade a los salarios generando esa espiral diabólica que tanto temen los economistas y gobernantes, incluso aquellos que rezan todas las noches a sus santos Keynes y Friedman. Al primero por su compromiso con el gasto público y al segundo por vestir al muñeco de la política monetaria discrecional con ropajes de emperador. Ambos son los padres teóricos de la síntesis neoclásico-keynesiana que ha situado a la economía global a las puertas de su enésima crisis estructural.

Un modelo en el que los bancos son los grandes privilegiados, no sólo porque se les permite crear dinero de la nada (creando deuda sin respaldo en ahorro real), sino por ser indispensables para canalizar los fondos de arriba hacia abajo, con ese efecto Cantillon que permite a los que están más cerca del jarro de miel llevarse la mejor tajada.

LA GRAN BANCA ESPAÑOLA GANA EN EL PRIMER TRIMESTRE UN 25% MÁS QUE ANTES DE LA PANDEMIA

Fíjense, que a pesar de la situación económica que estamos viviendo el sector financiero español gana ya un 25% más que antes de la llegada de la pandemia. La tendencia alcista de los tipos de interés, las crecientes comisiones, las menores provisiones y el ajuste de costes han obrado el milagro. 

En concreto, en el primer trimestre el beneficio conjunto de los bancos que cotizan en Bolsa ha superado los 5.300 millones de euros, un 50% más que en el mismo periodo de 2021. El sector ha batido con creces las expectativas de los analistas que estimaban unas ganancias de cerca de 4.300 millones.

Ojo porque el segundo trimestre no será tan bueno porque la morosidad de los créditos ICO comenzará a aflorar, aunque la vicepresidenta Nadia Calviño haya colado en su último «plan de choque» una refinanciación de estos préstamos aprovechando la guerra de Ucrania.

REVISIÓN DEL CUADRO MACRO «POR LA GUERRA»

En terreno macroeconómico la principal novedad es que al fin el Gobierno ha revisado un cuadro de previsiones que amenazaba con convertirse en un clásico de la política ficción, al estimar un crecimiento del PIB del 7% para este año con una fortaleza del consumo de los hogares que ya comienza a dar señales de enfriamiento.

La nueva cifra estimada es del 4,3%, que se corrige pocas horas después de conocer que el mercado laboral español destruyó más de 100.000 empleos entre enero y marzo. Y a tenor de la evolución de los principales indicadores no descarten ustedes que se produzca otra rebaja de las estimaciones de crecimiento del PIB, aunque sea a toro pasado y después de que nos hayamos comido las uvas el último día de 2022. 

La admisión por parte del Gobierno del fracaso de su política económica es evidente, aunque forofos venidos a menos como Rafael Simancas (el de la playstation rota) usen las redes sociales para convencernos de que el moribundo está mucho mejor de lo que parece. 

DETERIORO ECONÓMICO Y ADELANTO ELECTORAL

La subida de los tipos de interés (con aumento del Euribor incluido) y la inflación son pesadas losas que poco a poco van a apretar tanto a las economías familiares (y empresariales) que se pondrá en peligro el futuro electoral de un Pedro Sánchez que deshoja la margarita del adelanto electoral con la mirada puesta en las autonómicas andaluzas. Primera piedra de toque en la pelea que mantienen PSOE y PP para ver quién se queda a los mandos del cortijo.

La única buena noticia es que la ministra de Hacienda ha decidido meter en un cajón la subida de impuestos que le había preparado su particular equipo de expertos, recogida en un Libro Blanco que a pesar de su color angelical provoca terrores nocturnos a aquellos que lo hemos leído.

El Programa de Estabilidad enviado por España a Bruselas al filo de que sonara la campana no incluye novedades tributarias inminentes y, aunque esto no quiere decir que no se incorporen subidas fiscales en los próximos Presupuestos, indica hasta que punto en Moncloa saben que se están jugando la reelección. Y con las cosas de comer no se juega.

PROMESAS A BRUSELAS PARA RECIBIR DINERO EUROPEO

De momento, la inflación permite a Hacienda registrar cifras récord de recaudación sin tocar los tipos impositivos. Casi 320.000 millones de euros, que suponen más del 7% de los contabilizados en 2021, año en el que los ingresos tributarios crecieron un 15%.

Esto implica que hay una desaceleración en las tasas de incremento, motivada por el enfriamiento del PIB, a pesar de lo cual España le ha prometido a la Comisión Europea que reducirá el déficit público. Una obligación cuando vuelvan a aplicarse las reglas fiscales en la eurozona, lo que sucederá previsiblemente en 2023 aunque se modifiquen para que los incumplimientos no sean masivos.

Con todo ello Calviño pide a Bruselas el siguiente tramo de las transferencias del programa Next Generation EU, por importe de 12.000 millones de euros, que se sumarían a los 9.036 millones de euros de prefinanciación y a los 10.000 millones de euros del primer desembolso, recibidos el pasado año. Dinero para financiar actividades verdes, sostenibles, digitales, resilientes, inclusivas y el resto de apellidos que tiene este programa con el que los burócratas europeos aspiran a crear un Tesoro único que acabe con la independencia fiscal de los Estados miembro (una vez logrado el fin de la soberanía monetaria).

CEOE DENUNCIA QUE SÓLO LLEGA A LAS EMPRESAS UNO DE CADA CUATRO EUROS DEL ‘NEXT GENERATION EU’

La verdad es que el Gobierno se da mucha prisa en pedir el dinero del Next Generation EU pero luego no lo traslada a la economía. La razón es la de siempre: los fondos se quedan en el sector público y sirven para realizar maquillajes contables usando programas de gasto como el del famoso «Plan E» de Zapatero. Según la patronal CEOE sólo uno de cada cuatro euros está llegando al tejido productivo y el resto se invierte en actividades «no transformadoras”.

LA FED SUBIRÁ TIPOS EL MIÉRCOLES

En cuanto a las previsiones para los próximos días, el protagonismo se lo lleva la Reserva Federal, cuyo consejo de gobierno (el FMOC, por sus siglas en inglés) se reúne el próximo miércoles para anunciar una nueva subida de los tipos de interés. El consenso de mercado espera que el repunte sea de medio punto porcentual pero hay analistas que señalan a un incremento superior, de 75 puntos básicos. Al menos eso es lo que reclama James Bullard.

Será una de las reuniones más tensas para el equipo de Jerome Powell, que se ve en la tesitura de pinchar la burbuja para atajar la inflación en un momento en el que la economía de EEUU se ha frenado abruptamente.

En el primer trimestre el PIB anualizado se redujo un 1,4%, superando las previsiones y constatando que la primera economía del mundo se prepara para un escenario recesivo. Deutsche Bank ha cambiado incluso sus estimaciones y ahora cree que la FED elevará los tipos de interés hasta el 5% o el 6% en los próximos años, lo cual provocará una grave recesión en el país norteamericano. 

Además, esta semana conoceremos lo últimos datos de empleo de EEUU relativos al cierre de abril, la producción industrial alemana, las ventas minoristas en la eurozona, la decisión sobre tipos de interés del Banco de Inglaterra y continuará el reguero de resultados empresariales.