Ventajas de las puertas rápidas en la carga y descarga

Las puertas rápidas han ganado una gran popularidad durante los últimos años, especialmente, en los entornos industriales. No obstante, su aplicación práctica va más allá de las fábricas y cada vez son más habituales dentro de supermercados, almacenes o, por ejemplo, aeropuertos. En realidad, es algo bastante comprensible si tenemos en cuenta la cantidad de ventajas que se derivan de su instalación.

Cuando hablamos de puertas rápidas nos referimos a versiones de alta velocidad de las puertas tradicionales (por ejemplo, las puertas enrollables, seccionales o de PVC). Su diseño se convierte en un factor fundamental y repercute de forma directa en el grado de conservación de sus piezas, en el grado de consumo de recursos energéticos o en el nivel de seguridad que proporciona un entorno expuesto a potenciales riesgos. Las puertas rápidas, com su nombre indica, son aquellas que tienen la capacidad de abrirse y cerrarse de una forma extremadamente rápida y cuentan con una gran capacidad para adaptarse a las necesidades del contexto y del tráfico que se produzca en sus inmediaciones.

La mayoría de modelos (aquí puedes ver las puertas rápidas de Stystem Dock) reducen el tiempo de apertura y cierre al metro por segundo y a largo plazo proporcionan ventajas diferenciales altamente competitivas en relación a las puertas clásicas. Con ellas es posible obtener un flujo constante y agilizado de materias primas, maquinaria, equipos o productos porque desde su conceptualización están preparadas para un uso intensivo.

Pero, ¿cuáles son exactamente sus principales beneficios? A continuación repasamos algunos de los más destacados. ¡Toma nota!

6 beneficios que quizá no conocías de las puertas rápidas

Incrementan los índices de rendimiento y productividad

Las puertas rápidas están diseñadas para proporcionar mayor fluidez a los procesos de carga y descarga. Su apertura y cierre inmediatos permite que los empleados circulen a través de ellas en periodos de tiempo muy reducidos. Al eliminar los tiempos muertos se produce una optimización de recursos y, a largo plazo, un ahorro de cientos de horas de trabajo que, de forma indirecta, contribuyen a incrementar el rendimiento y la productividad de los negocios y, en última instancia, a incrementar sus beneficios.

Generan un entorno de trabajo más seguro

La rapidez de su funcionamiento también se traduce en una mayor seguridad. Los periodos de apertura son mucho más reducidos y, por lo tanto, esto limita de una forma considerable los posibles accesos de personas no autorizadas. Como consecuencia, se reducen incidentes y posibles hurtos. Por otro lado, este tipo de puertas suelen estar elaboradas a base de materiales altamente resistentes como, por ejemplo, el aluminio. Al final, esto se traduce en una mayor solidez y un incremento de garantías en materia de seguridad que pueden ahorrar una gran cantidad de problemas a las empresas.

Cuentan con sistemas de protección pasiva

Su grado de seguridad no se limita únicamente a la protección de las instalaciones de las empresas. A pesar de que cuentan con un sistema altamente veloz, no exponen a ningún riesgo al personal que las manipula. Las puertas rápidas no cuentan con partes móviles. Las probabilidades de colisión son por tanto muy reducidas y, en caso de que se produjesen, no existen prácticamente posibilidades de que se generen daños o lesiones. Además, de forma indirecta, su instalación supone un extra de protección para la plantilla de trabajadores. Su alto grado de hermetismo y la velocidad de su manipulación reduce el acceso de gases potencialmente nocivos de unas estancias a otras.

Minimizan las fugas térmicas

La integración de puertas rápidas contribuye a reducir el consumo de recursos energéticos porque uno de sus grandes rasgos es su alta capacidad aislante a nivel térmico. El diseño de la mayoría de modelos está sellado a cuatro lados y, en consecuencia, se minimizan de forma considerable las pérdidas de calor cuando están cerradas,

Esto va acompañado de una reducción considerable de fugas en sus aperturas. Al abrirse en periodos de tiempo muy reducidos (apenas durante unos segundos), la cantidad de calor que puede salir de la estancia es mínima.

Esta cualidad funciona igualmente con las estancias frías. Su alto grado de aislamiento las convierte en una excelente solución para sellar congeladores y refrigeradores industriales.

Son muy fáciles de mantener

La ligereza de su diseño y la simplicidad de sus mecanismos las convierte en soluciones altamente económicas a nivel de mantenimiento. En realidad, las necesidades de mantenimiento son bastante reducidas y sus procesos de reparación a menudo se extienden durante periodos de 15 minutos menos. Esto, al final, también se traduce en un ahorro de tiempo útil y reduce los periodos de inactividad de forma considerable.

Permiten un mayor control sobre los flujos de aire

Una gran cantidad de compañías optan por instalar puertas rápidas para contar con un mayor control sobre el flujo de aire. En realidad, son la alternativa perfecta para reducir los niveles de polvo e impedir el acceso de otro tipo de desechos que son comúnmente transportados por las corrientes de aire. Integrar puertas rápidas en las inmediaciones de espacios especialmente expuestos a grandes cantidades de polvos y otros residuos puede reducir la cantidad de filtraciones.

En muchos casos, se opta por la estrategia de instalar puertas rápidas en pares para generar algo parecido a una esclusa de aire. De este modo, se logra reducir aún más el movimiento de polvo y partículas nocivas.