El sector turístico español parece haber encontrado en los trabajadores ucranianos que han llegado huyendo de la guerra un balón de oxígeno para la temporada alta, ante la falta de profesionales cualificados. En la Comunidad Valenciana ya están formando a varias decenas de ucranianos para que puedan integrarse en las plantillas de hoteles y restaurantes, mitigando la escasez de personal que denuncian muchos establecimientos.
En todas las comunidades autónomas se ha experimentado una falta de mano de obra en segmento del turismo tras la pandemia. Todas están demandando profesionales cualificados y «si el sector turístico se mantiene al nivel que ha estado en Semana Santa hará falta mucha mano de obra». Tanto es así que, «formar a refugiados ucranianos nos puede venir bien, al mismo tiempo hacemos una labor social importante de integrar a los refugiados a través del trabajo y la productividad», en definitiva, «al final es algo bueno para todos», afirma en declaraciones a MERCA2, Toni Mayor, presidente de la Asociación Empresarial Hostelera de la Costa Blanca y Benidorm (Hosbec).
Mayor, se muestra muy ilusionado con esta iniciativa: «estamos contentos». De hecho, «en el Centro de Desarrollo Turístico se están impartiendo clases de varias modalidades del sector», apunta el responsable de la patronal valenciana que, añade, «creo que los ucranianos pueden ser un balón de oxígeno para las necesidades que tiene todo el sector turístico en general».
Andorra también ha tenido que echar mano de trabajadores, en su caso argentinos, para salvar la temporada de nieve
La predisposición de los refugiados procedentes de Ucrania por aprender un oficio es algo muy importante y que Mayor no quiere dejar de destacar. «.
¿POR QUÉ FALTA PERSONAL CUALIFICADO?
Pero, ¿a qué se debe la carencia de personal cualificado del sector? «La pandemia y la declaración del estado de alarma provocaron la paralización absoluta del sector turístico y, consecuentemente, la salida de prácticamente dos millones de personas que, en algunos casos fueron a un ERTE y, en otros, finalizaron su relación laboral con sus empresas», explicaba recientemente a MERCA2 Miguel Mirones, presidente del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE).
«De esos millones de personas, cientos de miles de ellos estaban desplazados desde sus lugares de residencia, en el caso de los nacionales, o de origen en el caso de los inmigrantes», apunta el representante del sector.
«Durante estos dos años muchas de esas personas han buscado alternativas laborales en sectores que no han visto interrumpida la actividad, por lo que en muchos casos, toca reconstruir equipos completamente», señalaba el representante del sector.
Cada autonomía tiene sus centros de formación. «Aquí en la Comunidad Valenciana tenemos varios centros de formación, en Valencia, Peñíscola, Benidorm o Denia. En todos esos centros iremos formando a aquellos refugiados que lo deseen. Hay zonas de España donde se están acogiendo más ucranianos que en otras. Lo bueno es que se genera una ayuda mutua y ellos ofrecen muy buena disposición. Los ucranianos son como los polacos, gente muy trabajadora», asegura Mayor.
EN BUSCA DE MANO DE OBRA CUALIFICADA
La falta mano de obra en el sector turístico es una realidad que amenaza con complicar el ansiado retorno a la normalidad. En concreto, hablaríamos de más de 90.000 trabajadores, según el informe del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés), que afirma que la escasez de 93.000 trabajadores para el cierre de 2021 ha supuesto un importante déficit en el sector.
Según los datos de WTTC, en España se ha quedado sin cubrir uno de cada once puestos de trabajo en el sector. Al tratarse de uno de los sectores más golpeado por la crisis sanitaria derivada de la pandemia, gran parte del personal del ámbito turístico –y también vinculado a la hostelería- se vio obligado a recolocarse en otros sectores.
El presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Jorge Marichal, confirmaba a finales de enero a MERCA2, que esa carencia en las plantillas se registra «en todos los estratos de la cadena de valor del servicio alojativo», donde la falta de personal cualificado se da en muchos casos por trabajadores que «han decidido volver a sus lugares de origen por el respeto o miedo a la pandemia o a las situaciones económicas que se han derivado de ella».
España sufre esta carencia de profesionales, pero no es un caso aislado. Andorra también ha tenido que echar mano de trabajadores, en su caso argentinos, para salvar la temporada alta de nieve.
UNA NUEVA VIDA
Además de las víctimas mortales y las ciudades devastadas, la crueldad de la guerra empuja a miles de ucranianos a abandonar sus hogares huyendo del horror. La salida del país con el fin de salvar la vida propia o la de familiares conduce a la búsqueda de una nueva vida, en la que encontrar trabajo puede ayudar a empezar de nuevo lejos de sus hogares, al menos hasta que la situación en Ucrania la posibilidad de volver.
Muchos de esos refugiados que han llegado a España esperan ansiosos a que acabe la guerra y poder volver a su país, pero hay otros que desean afianzarse en otro país y ofrecer un rumbo diferente a su vida, lejos de la zona de influencia del sátrapa Putin. Personas que lo han perdido todo, a los que no les queda nada y dispuestas a establecerse en España.
«Nosotros les vamos a formar y tendrán una oportunidad de trabajar, el tiempo que dure, porque ojalá mañana termine la guerra y quieran volverse a sus casas» comenta el directivo de Hosbec, pero el que quiera quedarse por aquí algún tiempo, «puede tener una salida laboral gracias a esta formación».
Se calcula que alrededor de cinco millones de ucranianos han salido de su país y están repartidos principalmente por Europa. «. Empezamos a formar a unos 60, pero no sabemos cuántos más acudirán, ya que van viniendo de forma gradual», explica Mayor.
UCRANIANOS, TAMBIÉN DE VACACIONES
Pero en la zona del Levante español no solo encontramos ciudadanos ucranianos que han llegado como refugiados tras la invasión rusa. También ha llegado un buen número de ucranianos de vacaciones. En su mayoría son familias adineradas que han decidido venir a España para apartarse de la guerra y que tienen pensado, en muchos casos, quedarse por estos lares hasta que concluya el conflicto bélico.
«Lo que también hemos notado ha sido la llegada de muchos ucranianos de alto nivel adquisitivo que han alquilado las mejores villas, los mejores apartamentos, con coches espectaculares. Muchos ucranianos que están gastando mucho dinero y a los que parece que les gusta esta zona de España», concluye Mayor.