El fabricante de artículos de lujo Louis Vuitton utiliza herramientas biométricas para conocer en profundidad las características de sus clientes. Esta apuesta por la tecnología en sí misma no es ilegal, pero tiene graves consecuencias a nivel judicial. Y es que, el gigante del lujo del francés guarda estos datos sin el consentimiento de los clientes. Así lo asegura una demanda contra esta firma del lujo, cuya sede en España se ubica en Cataluña.
Como no podía ser de otra forma, la demanda se ha interpuesto en Estados Unidos, donde los datos de los usuarios son motivo de disputas y pagos millonarios por parte de las empresas. Facebook, conocida ahora como Meta, sabe bien lo que es pagar casi 600 millones de euros por utilizar precisamente la biométrica a la hora de etiquetar las fotos en sus redes sociales sin el consentimiento de los usuarios.
Y es que, los datos métricos de los usuarios son ahora objeto de deseo de las firmas textiles. Conocer la morfología y los rasgos de la cabeza aseguran después un mejor producto que se amolda a la perfección a las características de los clientes.
LOUIS VUITTON BUSCA VENDER MÁS PERO PODRÍA VULNERAR DERECHOS
Según la demanda, Louis Vuitton ha utilizado esta tecnología a través de una herramienta online para probar los distintos modelos de gafas de su colección para la mujer. Esta herramienta, denominada Virtual Try-On, disponible también en Europa y en su página de España, almacenaría de forma ilegal los rasgos del rostro de la cliente potencial.
Tal y como aparece en su web, no hay petición al usuario para dar consentimiento. Tan sólo se enciende la cámara del portátil o móvil y la aplicación realiza el escáner. Sin más. En su política de seguridad y privacidad no aparece ninguna especificación sobre el uso de los datos de Virtual Try-On, como tampoco dónde se almacenan dichos datos.
La nueva normativa europea es tajante sobre el uso de datos. De hecho, Facebook ha tenido que modificar toda su estrategia al no poder traspasar todos los datos europeos a Estados Unidos. La empresa ha amenazado incluso con cerrar su actividad en Europa, seguramente su negocio más rentable.
LOUIS VUITTON SE PODRÍA ENFRENTAR A FUERTES SANCIONES
Si no se adopta un nuevo marco de transferencia transatlántica de datos y no podemos seguir recurriendo a los CCE o a otros medios alternativos de transferencia de datos de Europa a Estados Unidos, es probable que no podamos ofrecer varios de nuestros productos y servicios más importantes, como Facebook e Instagram, en Europa«, aseguró Meta en una comunicación a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos, la SEC. De esta forma, se vería gravemente afectado su negocio, la situación financiera y el resultado de sus operaciones.
Por el momento, la denuncia concierne únicamente a la división norteamericana de Louis Vuitton, pero no se descarta que pueda llegar a Europa una similar por los mismos hechos. La herramienta de escaneo de este gigante francés es muy potente. Realiza una detallada recopilación de toda la cara, incluyendo un escáner facial completo. Y es que, la herramienta permite tomar todas las imágenes desde distintos ángulos y perfiles. Eso sí, sin un consentimiento previo.
Una vez obtenidos estos datos personales y muy sensibles, se envían a un servidor externo para su almacenamiento. Como suele ocurrir en Estados Unidos, cada estado es un mundo y se rige por sus propias leyes. En Illinois, donde se ha realizado la denuncia, está expresamente prohibida la recopilación y almacenamiento de datos biométricos sin consentimiento. La infracción es de 900 a 4.500 euros por cada vez que se ha hecho. Esta cuantía máxima multiplica por diez el precio de cada una de las gafas de la colección de Louis Vuitton.
EN ESPAÑA ES OBLIGATORIO PEDIR EL CONSENTIMIENTO
En España, la legislación de Protección de Datos apenas habla de los datos biométricos, pero es muy contundente sobre su almacenamiento y recopilación. No sólo debe haber «consentimiento explícito» del interesado, sino que el acceso a los mismos también debe ser consentido por el cliente en caso de incluir información sobre la raza, salud y vida sexual, entre otros. Es decir, cada cliente debería dar dos veces su consentimiento. Una por la recopilación y otra por el uso.
Y es que, no todo vale con el fin de adelantarse a la competencia y mostrar nuevas tendencias. En la moda, este objetivo es crucial, especialmente entre las marcas de primer nivel. Este sector trata de dejar atrás dos malos años, pese al temor a una entrada en la estanflación -recesión con subida de precios vertical-, pero la forma de hacerlo podría generar más problemas que beneficios.
La biometría se ha introducido en la moda, con probadores virtuales, para evitar los elevados costes de las devoluciones. Sin embargo, si esta demanda prosperase, Louis Vuitton tendría un grave problema debido a las elevadas indemnizaciones que suelen tener este tipo de juicios.
Hace apenas un año, Facebook pagó 650 millones por su etiquetado de fotos, pero también fue demandada por utilizar una aplicación interna para realizar el reconocimiento facial y así identificar a las personas en Instagram, la aplicación más utilizada junto con Whatsapp en Occidente. Según Bloomberg, el juez dictaminó que sería cada usuario quien tuviera que emprender acciones legales contra el gigante.