sábado, 14 diciembre 2024

El gasóleo frena la trashumancia y amarga la campaña de la miel

El sector de la miel vive uno de sus momentos más amargos. Los apicultores españoles se encuentran entre la espada y la pared. No son pocos los motivos que han llevado al sector apícola al límite. Entre ellos, la subida de los carburantes por la crisis derivada de la guerra de Ucrania y la incipiente sequía que recorre toda España. Pero la crisis del sector apícola no se queda ahí, sino que es un problema que viene de lejos provocado, en gran medida, por los problemas con el etiquetado de la miel.

Estos factores afectan de lleno a la campaña de trashumancia apícola de este año. Por un lado, se encuentran los sobrecostes de los carburantes que hacen imposible el desplazamiento de las colmenas a otras zonas. Mientras que, por otra parte, la fuerte sequía que atraviesa España ha retrasado la época de floración, lo que ha obligado a los apicultores a tener que seguir alimentando a las abejas con suplemento alimenticio, durante más tiempo del esperado. Un suplemento que también tiene un coste elevado.

El alza de los precios de los carburantes incide de forma directa en la salud de las colmenas porque el coste del desplazamiento de las colmenas supera los beneficios. «Nos afecta porque en este primer trimestre se realizan las mieles más importantes del año. Cuando termina la floración de romero, las colmenas se desplazan al naranjo, cosa que ahora es inviable por el aumento de los costes de los carburantes», ha explicado a Merca2 el responsable del sector apícola de COAG, Pedro Loscertales.

Los gastos en transporte de una explotación media de 500 colmenas se han duplicado, al pasar de 5.200 euros a superar los 10.000 euros, según el estudio realizado por COAG, que ha afirmado que los apicultores españoles inician durante estos días la campaña de trashumancia «más cara de la historia» por el rally alcista de los precios del gasóleo, que se han encarecido un 96% en un año.

los apicultores acumulan un sobrecoste de 20.000 euros en esta campaña

La sequía actual es otro problema que empeora la situación del sector. «Cuando hay sequia los apicultores nos vemos obligados a desplazar las colmenas para buscar mejores floraciones, y te preguntas si valdrá la pena económicamente llevar la colmena ahí», aclara Loscertales.

Asimismo, el suplemento alimenticio de las abejas tiene un coste bastante elevado. «Si una colonia no recoge la mayor parte de los nutrientes durante el otoño se le ayuda durante el invierno con suplemento alimenticio porque si no, al final del año, no han obtenido bastantes nutrientes para pasar la invernada. Al no haber tenido la floración esperada, por la sequía, se tiene que seguir alimentando a las abejas hasta la siguiente floración para que no mueran», ha explicado Loscertales.

A escala global, los apicultores acumulan un sobrecoste de 20.000 euros durante la presente campaña, ya que a la subida de los precios del gasóleo se suma el coste del suplemento alimenticio de las abejas ante la escasa floración por sequía.

En concreto, según COAG, se ha pasado de un coste medio de alimentación de cuatro euros por colmena en cada campaña a 19 euros por colmena en la actual. Además, si se tiene en cuenta una explotación media (500 colmenas), el coste total de alimentación de las abejas ha pasado de los 2.000 euros a 9.500 euros.

EL SECTOR DE LA MIEL NO AGUANTA UN AÑO MÁS

«Económicamente hay mucho dinero invertido en mantener las colonias, principalmente, el sobrecoste de ese alimento, que está subiendo un 20% con respecto al año anterior», ha afirmado Loscertales.

Ante esta situación, desde el sector apícola de COAG se reclama al gobierno y las administraciones autonómicas un paquete específico de medidas de apoyo para los profesionales del sector.

«Ya es el segundo año que se viene mermando la producción de miel y las explotaciones solo van a aguantar otro año más, por los sobrecostes. Si esto no se soluciona solo se aguantará esta campaña», indica Loscertales.

El etiquetado ‘Origen España’ es otro de los conflictos. «Es una situación que afecta a la miel de origen de España. Seguimos sin respuesta por parte de los ministerios y de la Comisión de por qué se sigue permitiendo esta práctica. El asunto es que entra miel procedente de China a nuestros puertos, y mezclándola con un 51% de miel de origen España, ya permite utilizar la palabra ‘miel’ en el etiquetado» ha explicado Loscertales.

El mantenimiento de la biodiversidad también está en juego. «No sólo está en juego la viabilidad económica de las explotaciones apícolas profesionales. Los precios disparatados del gasóleo reducirán los desplazamientos y por tanto la trashumancia apícola. Eso dificultará el mantenimiento de la biodiversidad y la correcta polinización de muchos cultivos en aquellos ecosistemas que recibían por estas fechas los asentamientos de miles de colmenas y abejas melíferas».

«La polinización apícola para la agricultura es 20 veces el valor de la producción de la colmena», ha subrayado el responsable del sector apícola de COAG, Pedro Loscertales.

Además, otro problema para las colmenas es el ácaro varroa destructor, que se alimenta de la sangre de la abeja y es un mal endémico. «No hay vacuna que la elimine al 100%, aunque se vacuna a las abejas, la picadura tiene el efecto de muerte en las colonias. Es una especie que llegó en los años 80 de Asia, y cada vez es más virulenta», manifiesta el representante del sindicato agrario.


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