Enagás es una de las empresas del Ibex 35 que mayor rentabilidad por dividendo ofrece a sus accionistas. Una situación que puede peligrar en los próximos años, según alertan analistas. Y es que la reciente desinversión de su negocio gasista en Chile aportará ventajas a la multinacional española en cuanto a liquidez para gastar, pero supone también un riesgo para uno de los dividendos más atractivos del sector. Aunque las casas de análisis españolas han acogido con buenas recomendaciones la decisión de la compañía dirigida por Arturo Gonzalo Aizpiri, otras entidades han recortado sus estimaciones y aconsejan vender las acciones en cartera.
Es el caso de Barclays, la firma más contundente con la decisión de vender el 45,4% de la participación que poseía la energética en GNL Quintero. «Recortamos nuestras previsiones de BPA (beneficio por acción) por el impacto de dilución de beneficios derivado de las desinversiones en lo que va de año, y también ajustamos nuestro modelo de ingresos regulados a largo plazo», destacan los expertos del banco londinense.
Habiendo incrementado la retribución a los accionistas un 1%, hasta los 1,7 euros por título, Enagás tiene previsto repartir beneficios el dividendo complementario el próximo 22 de julio. Con el 8,6% de rentabilidad es el segundo mayo dividendo por rentabilidad solo por detrás del que repartirá Merlin Properties, gracias a la operación de venta de las oficinas a BBVA por casi 2.000 millones de euros. La intención de Enagás es seguir con esta política de reparto de beneficios a los accionistas y repartir al menos 1,7 euros por acción para el período 2022-2024.
DIFÍCIL DE MANTENER MÁS ALLÁ DE 2023
Sin embargo la estrategia de la energética no convence a todos los analistas y la razón es la venta del negocio chileno. «Suponiendo un DPS (derechos de suscripción) de 1,74 euros por acción en 2023 (en línea con las orientaciones de la empresa), la cobertura de dividendos caería a 0,66 en 2023 desde 0,91x en 2021. Creemos que más allá de 2023 un DPS plano sería muy difícil de mantener», aseguran los analistas de Barclays.
En este sentido, los expertos estiman que el reparto de dividendos con la rentabilidad actual es insostenible para los próximos años por la estrategia de crecimiento que está llevando a cabo la empresa. «Seguimos viendo un alto riesgo de un recorte de dividendos a largo plazo, ya que la cobertura de dividendos se mantiene por debajo de 1x a largo plazo, o alternativamente, vemos un alto riesgo de ejecución en la política de crecimiento no orgánico de la compañía».
También en JP Morgan dudan de la viabilidad del rentable dividendo de Enagás a largo plazo. El banco de inversión estadounidense cree que la última operación en Sudamérica también afectará al beneficio por acción y a la retribución de los accionistas. «Esperamos una reacción inicial positiva del precio de las acciones. Sin embargo, estimamos que la operación diluye en un 7% el BPA actual para 2023. y, por lo tanto, también debería poner de relieve, en nuestra opinión, los ricos múltiplos a medio plazo a los que Enagás está acostumbrada y la insostenibilidad de su dividendo a largo plazo«, señalan los expertos.
RECORTE DE ESTIMACIONES
La situación de la compañía a este respecto ha hecho que muchas de las casas de análisis recorten sus estimaciones de crecimiento. En cuanto a Barclays, los analistas ven una dilución en el beneficio por acción por la venta de GNL Quintero»a pesar del importante desapalancamiento de su balance». Pero la ausencia de crecimiento, orgánico o no, hace que las previsiones del banco se muestren pesimistas en cuanto a la tasa de crecimiento anual en el período 2021-2025. Por todo ello reiteran su calificación de infraponderar y sitúan el precio objetivo de sus acciones en los 18,2 euros, frente a los 20,4 actuales.
Por su parte, JP Morgan fija el mismo precio objetivo y mantiene su recomendación de mantener el valor en cartera. Si bien el banco alaga que Enagás se ha forjado constantemente una reputación de perspectivas de beneficios fiables y políticas cada vez más favorables para los accionistas a través de un dividendo creciente, prevén que en los próximos años esta situación sea contraria. «En el próximo período 2021-26 estimamos una caída anual persistente de los ingresos regulados a medida que los rendimientos se ajustan gradualmente al entorno de tipos de interés imperante y el RAB disminuye ya que se necesitan mínimas inversiones en el sector gasista español a plazo», explican los analistas.
No son las únicas firmas pesimistas respecto al comportamiento de la multinacional española en el Ibex 35. De las 23 casas de análisis que cubren la evolución de Enagás, 11 recomiendan vender el valor, siendo Morgan Stanley la más pesimista otorgando un precio objetivo de 16 euros por acción. Otras ocho entidades recomiendan mantener sus acciones en cartera y tan solo 4 aconsejan comprar.