Wiyo presenta sus credenciales para el PERTE de los semiconductores

La planta de semiconductores será una realidad en España, siempre y cuando el Gobierno cumpla con el anuncio del PERTE de 11.000 millones para este sector estratégico. En España no existen plantas de este tipo debido a la fuerte inversión inicial necesaria para ponerlas en marcha, pero la colaboración público-privada puede revertir esta situación.

Durante la pandemia y la crisis de escasez de semiconductores, el Gobierno anunció su intención de establecer una planta de semiconductores y microchips en España. Lo hizo a finales de septiembre del pasado año, pero no había anuncio ni medidas concretas.

Wiyo presenta 50 medidas en la consulta pública abierta por el Ministerio de Industria

Todo ante las pérdidas millonarias que tendrían que soportar las automovilísticas ante la falta de este tipo de componentes. Los números rojos estimados entonces rondaban los 200.000 millones de euros. La caída de la producción y los retrasos en las entregas eran las primeras consecuencias, así como los ERTEs aplicados a las plantillas.

AMBICIÓN DE LIDERAR LOS SEMICONDUCTORES FRENTE A CONTAMINACIÓN

La «ambición» de establecer una fábrica de este tipo en España parecía entonces un globo sonda más. ¿Si no se había realizado hasta ahora, qué sentido tendría instalarla en un momento tan delicado dada la inversión que requiere? ¿Y por qué justo en este momento dada la gran contaminación que supone la fabricación de chips? El Gobierno ha pasado por alto con este anuncio la Agenda 2030. Y es que, fabricar un chip de estas características es necesario utilizar 32 litros de agua. O planta y apoyo a la industria o agenda climática. Ambas son incompatibles entre sí.

Automóvil

Sin embargo, hay quien espera con impaciencia la aprobación del primer PERTE tecnológico para levantar una fábrica de chips y semiconductores en España. Una de estas empresas es Wiyo, que lidera también la Asociación Española de la Industria de Semiconductores (Aesemi).

WIYO TIENE CLARO SU OBJETIVO: AUNAR AL SECTOR PÚBLICO Y PRIVADO

El objetivo de Wiyo y Aesemi, creada el pasado año, no es otro que «impulsar la industria estratégica de semiconductores«. «Es un impacto en la calidad de vida», ha destacado Danny Moreno, CEO de Wiyo, a preguntas de MERCA2. A su juicio, la falta de estos componentes no sólo ha paralizado a la industria del automóvil sino también a todas las fábricas que los necesitan, como trenes, tranvías y autobuses, entre otros. También se han visto afectados los fabricantes de dispositivos portátiles.

«Wiyo tiene intención de participar en varios proyectos que hemos iniciado con tecnológicas internacionales», ha destacado Moreno. De hecho, tan interesado está en el PERTE que ha llegado a presentar 50 medidas en la consulta pública abierta por el Ministerio de Industria. Y aún dará su opinión ante la Comisión Europea, explicando las estrategias concretas en sus nuevas propuestas.

Entre ellas, según ha destacado el directivo, se encuentra el «chip de IOT sin batería», cuya escasez en el mercado es una evidencia. Este proyecto reduciría los costes actuales y tiene en su interior todo tipo de sensores. Su comercialización comenzará este mismo año. Además, también trabaja en la innovación con un nanotubo de carbono, utilizado en la parte de memoria como en los sensores. Otra de sus vías de negocio es el desarrollo de chips para ordenadores cuánticos, como el instalado recientemente en Barcelona.

WIYO PRESENTA 50 PROPUESTAS PARA EL PERTE DE 11.000 M€

Moreno espera que la inversión de 11.000 millones del PERTE permita «desarrollar todo el ecosistema de semiconductores integrado en todo el tejido industrial de España». «Va a contribuir a la innovación a medio y largo plazo de nueva tecnología, mientras satisface las necesidades actuales de la industria», ha indicado. De hecho, en su propuesta ya ha entablado conversaciones con varias Comunidades Autónomas, con Castilla-La Mancha como una de sus preferidas para albergar la planta, sin descartar ni Madrid ni Cataluña, debido al ecosistema tecnológico que ha creado Barcelona. Tampoco ha descartado Málaga.

Instalar una fábrica de semiconductores en España no es nada fácil. «La inversión de 11.000 millones no sería suficiente para crear este ecosistema, pero es importante y pone los cimientos», ha destacado Moreno. «Crear un semiconductor requiere más de cien procesos», ha apuntado. Y todos ellos tienen que hacerse en «salas blancas de miles de metros cuadrados».

Son cámaras con sistemas de limpieza y cero residuos, compartimentos prácticamente estancos e impolutos para evitar defectos en la fabricación. Y es que, una mota de polvo podría impedir el comportamiento de un semiconductor. En España hay tres salas blancas en las Universidades Politécnicas de Barcelona, Madrid y País Vasco, pero serían insuficientes para poder fabricar en línea estos componentes.

EL PROBLEMA DEL ESPACIO Y LA ESTANQUEIDAD

En este sentido, se ha referido a los costes de los vehículos eléctricos, donde los semiconductores representan más del 40% del total. Y es que, cada coche eléctrico necesita entre 2.000 y 3.000 semiconductores. «Hay que reforzar este desarrollo con la tecnología actual», ha indicado. Los fabricantes han optado por la tecnología más madura en cuanto a estos componentes se refiere.

Hay empresas mundiales que producen, diseñan y fabrican todos estos componentes y forman parte de la «industria cerrada». En Wiyo apuestan por una tecnología abierta, con un plan de negocio que dé la oportunidad a todas las empresas del sector. «Producirlo aquí con las innovaciones del mercado«, ha destacado. Todo esto favorecerá a una industria en la que puedan participar todos.

De hecho, el negocio de los semiconductores y microchips es muy lucrativo. A nivel mundial, el crecimiento del mercado fue del 25% en 2021, hasta superar los 550.000 millones de dólares. Las previsiones para este 2022 apuntan a un ritmo de subida del 10%, hasta más de 606.000 millones. Si la crisis de estos componentes se alargara en el tiempo, España podría acelerar el PERTE para aprovechar el momento y ubicarse como un referente mundial en el mercado, especialmente cuando en 2026 se pondrá en marcha la fábrica de baterías de Volkswagen en Sagunto.

Álvaro J. Medina
Álvaro J. Medina
Madrileño en Barcelona. Apasionado de la actualidad política, la Economía y empresas. He pasado por el grupo Intereconomía y Vozpópuli. Ahora, en MERCA2.es, INVERSIÓN.es y MONCLOA.com para seguir informando. "Si no lo puedes explicar, es que no lo sabes". Si tienes algo que contarme: alvaro.medina@merca2.es