El uso de falsos techos desmontables se ha vuelto muy popular en oficinas, locales y también en viviendas particulares. Este tipo de soluciones, como las ofrecidas por empresas como PLB, aportan interesantes ventajas a cualquier instalación. Vamos a ver qué son, para qué sirven y qué tipos existen en el mercado.
¿Qué es un falso techo desmontable?
Los falsos techos desmontables son cubiertas que se colocan unos centímetros por debajo de lo que es el techo real y que consiste básicamente en una placa de yeso, aunque existen cada vez más variedades en el mercado. Los falsos techos tienen una gran utilidad en todo tipo de espacios constructivos y por ello su uso está ampliamente extendido en todo el mundo.
¿Para qué sirve un falso techo desmontable?
Un falso techo desmontable tiene multitud de utilidades y ventajas para cualquier instalación. La más importante es su capacidad para aislar térmica y acústicamente al espacio, que pueden provocar una reducción de entre el 20 y el 100 % de entrada del sonido exterior por el techo. También ayudan a reducir la entrada de frío o calor por la zona superior y así crear un espacio más confortable durante todo el año.
Un falso techo también sirve para evitar la acumulación de humedades en el techo original, ya que los falsos techos tienen propiedades anti-humedad. Este tipo de falsos techos desmontables también son resistentes frente al fuego, así que son perfectos para aislar instalaciones eléctricas del techo, evitando que cualquier chispa o incidente pueda provocar un incendio.
Los falsos techos desmontables también mejoran la estética del espacio, ya que tienen una importante función decorativa. Pueden ayudar a ocultar cableados y tuberías y además están disponibles en diferentes colores, diseños e incluso con grabados o dibujos. También podemos afirmar que es un sistema que contribuye al ahorro de energía, porque ayuda a climatizar la estancia en menos tiempo, tanto en el verano como en el invierno.
Tipos de falsos techos desmontables
Según su colocación podemos encontrar diferentes tipos de falsos techos. Hay techos continuos de yeso laminado o de escayola que suelen ser fijos y que son más frecuentes en las viviendas. También podemos citar los techos registrables, asentados sobre una estructura metálica anclada al techo verdadero y que son los que se consideran desmontables, pues pueden montarse y desmontarse con gran facilidad.
Según el material podemos encontrar falsos techos de pladur, muy sencillos de mantener; falsos techos de escayola, muy versátiles a nivel decorativo; falsos techos de lamas, ya sean de aluminio o de vinilo; falsos techos de fibra de vidrio, con gran capacidad de aislamiento acústico; o los falsos techos de placas de vinilo, los que mejor aíslan la humedad.
Como se puede apreciar, son muchas las ventajas de instalar falsos techos desmontables en oficinas, comercios o viviendas familiares. Solo tienes que escoger el tipo de falso techo desmontable que mejor encaje en tus propias necesidades para disfrutar de una instalación que te ayudará a mejorar el aislamiento térmico y acústico del espacio en cuestión.