El mundo del pádel continúa en vilo, ya que la participación de algunas de las mejores palas del cuadro masculino en el Major de Doha (Qatar) ha acabado de escenificar el cisma ocasionado a raíz de la creación de un circuito paralelo desde la Federación Internacional (FIP) y Qatar Sports Investments (QSI).
Los españoles Momo González (puesto 16), Javi Rico (17), Javi Garrido (18) y Miguel Yanguas (20) han sido los cuatro primeros jugadores situados en el ‘top-20’ del ranking internacional en saltar a la pista en la jornada inaugural del cuadro final del torneo catarí, “incumpliendo automáticamente”, según señalan desde algunos dectores, el contrato que les vincula en exclusiva a World Padel Tour hasta el 31 de diciembre de 2023.
Durante las últimas semanas, al mismo tiempo que algunos sectores de la industria revelaban las “prisas” y la “opacidad” del binomio FIP-QSI en la creación del nuevo circuito a dos temporadas vista para que expire el actual acuerdo en vigor, los mejores jugadores del mundo han seguido participando con total normalidad en los torneos WPT. Tanto en la prueba de exhibición celebrada en Acapulco (México), como en las oficiales disputadas recientemente en Miami (Florida), Reus y Vigo.
Sin embargo, después de su participación en el Abierto de la ciudad gallega, una representación de palistas del cuadro masculino ha optado por hacer efectiva su inscripción en el torneo de Doha, exponiéndose al correspondiente proceso judicial por posible incumplimiento del contrato en vigor con World Padel Tour. Un acuerdo, cuyas líneas maestras comenzaron a trazarse en 2017 y que en 2019 fue renovado por ambas partes hasta finales de la campaña 2023.
NEGOCIACIÓN
En aquella negociación, según testigos directos, los jugadores exigieron “una indemnización a final de temporada” si World Padel Tour no lograba cumplir con un mínimo de 16 pruebas al año. Desde entonces, WPT se ha mantenido fiel a este compromiso y no ha cesado de explorar nuevas oportunidades de crecimiento para la industria del pádel, y de exposición para sus principales activos, sus jugadoras, jugadores y patrocinadores.
En 2019, el listón se elevó hasta los 19 torneos oficiales a disputar en siete países. Una proyección que solo se vio interrumpida por causas de fuerza mayor en 2020, cuando a pesar de todas las restricciones se pudieron disputar once pruebas, y que se ha mantenido en las temporadas 2021 y 2022, con 25 y 27 torneos en 11 y 14 países, respectivamente.
El crecimiento, tanto del pádel como disciplina como de la industria que lo rodea, de la mano de World Padel Tour es incuestionable. Tanto es así, que fuentes de la propia PPA tampoco han renunciado a tildarlo de “exponencial” en declaraciones a Servimedia.
Sostienen estas fuentes que “ahora, los cantos de sirena de Qatar parecen pesar más para quienes han decidido incumplir su contrato bajo la premisa de que la propia QSI se hará cargo de las contraprestaciones económicas que supondrá el correspondiente proceso judicial». En este sentido, la PPA se ha limitado a admitir que “existe un acuerdo” con el binomio FIP-QSI, a la vez que ha revelado que World Padel Tour solicita “daños y perjuicios” ante arbitraje (CIMA) “por valor máximo de 12.500.000 millones de euros” a los 20 primeros jugadores de la clasificación mundial y la misma cantidad a los jugadores que van del puesto 21 en adelante.
Desde World Padel Tour, por el contrario, niegan cualquier tipo de amenaza y aseguran que se limitan a defender sus intereses ante los incumplimientos que se están produciendo en Doha, emplazando a los jugadores y a la propia Federación Internacional al diálogo.