Responsabilidad Ampliada del Productor: ¿sistema colectivo o individual?

Quizás hayas oído hablar de la responsabilidad ampliada del productor. Existen novedades en las obligaciones que tienen los productores respecto de sus productos.

Es importante conocer estas novedades para cumplir con la legislación vigente en materia de residuos.

Qué es la responsabilidad ampliada del productor

Cualquier producto fabricado acaba convirtiéndose en residuo. Es por ello que la normativa establece ciertas obligaciones a los productores en relación con sus productos. Estas obligaciones son:

  • Fabricar productos más duraderos y con posibilidad de usos diversos.
  • Los bienes producidos deben poder ser separados y preparados para su reutilización o reciclados.
  • Reducir la contaminación de sus productos lo máximo posible.
  • Asumir la gestión de los residuos mediante la aceptación de la devolución de productos reutilizables.
  • Responsabilizarse de forma total o parcial de la organización para la gestión de los residuos.
  • Utilizar en la producción materiales procedentes de residuos.
  • Realizar análisis y proporcionar información sobre los residuos de sus productos y su gestión.
  • Informar sobre los costes derivados del cumplimiento de la responsabilidad ampliada.

Esta responsabilidad ampliada se puede llevar a cabo a través de Sistemas Individuales o Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada (SCRAP).

Sistema colectivo o sistema individual

Como hemos visto, los fabricantes tienen lo que se denomina responsabilidad ampliada del productor (RAP), lo que conlleva ciertas actuaciones en relación con sus productos fabricados.

Estas actuaciones obligatorias se pueden llevar a cabo a través de diferentes Sistemas de Responsabilidad Ampliada. Con ambas opciones se cumple con la Ley de Residuos y Suelos Contaminados.

En primer lugar, los Sistemas Individuales de Responsabilidad Ampliada del Productor son procedimientos instaurados en una empresa para gestionar los residuos en los que se convierten los productos que fabrica. Estos procedimientos pueden resumirse en sistemas concretos de gestión de residuos. Con ellos pueden aceptar las devoluciones de productos que puedan reutilizarse y tratar otros no que sean reutilizables como residuos.

En segundo lugar, encontramos los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP). Estos sistemas son organismos gestionados por entidades sin ánimo de lucro que ayudan a las empresas a cumplir con sus obligaciones de RAP. Esto se hace mediante el pago por parte de la empresa obligada de una tasa para la recogida y tratamiento de los residuos. A su vez, la entidad responsable o SCRAP formaliza acuerdos con distintas organizaciones para la gestión de residuos.

Estos sistemas pueden aplicarse para residuos de envases, en dónde la obligación legal se espera que llegue para finales de 2023; y para otros flujos de residuos NO envases.

Ejemplos de Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor son Ecoembes, Ambilamp y Ecolec.

Como hemos visto, los productores cuentan con nuevas obligaciones en materia de gestión de los residuos de los bienes que fabrican. Entre ellas, producir productos más duraderos y menos contaminantes, usando para la fabricación materiales procedentes de residuos y asumir la gestión de los residuos que generan sus productos. Para cumplir con estas obligaciones pueden hacerlo a través de un sistema individual o un sistema colectivo. En el primer caso, implementan un sistema en su empresa y en el segundo pagan una cuota a una entidad que se encarga de gestionar los residuos.