Escrivá avanza un aumento de 146.000 ocupados en marzo

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha anunciado este miércoles que la afiliación a la Seguridad Social aumentará en marzo en torno a 146.000 ocupados (30.000 en términos desestacionalizados), un comportamiento «similar» a los meses de marzo del periodo 2016-2019.

De hecho, el ministro ha precisado que en marzo de 2019 la afiliación creció en 155.000 personas, mientras que en 2018 lo hizo en 138.000 ocupados. En todo caso, ha insistido en que la cifra desestacionalizada, 30.000 ocupados más estimados para marzo de este año, resulta más interesante para comprobar la evolución del empleo respecto a aquellos ejercicios que se pudieron ver afectados por la Semana Santa.

En rueda de prensa para presentar los datos de afiliación a la Seguridad Social de la primera quincena de marzo, Escrivá ha destacado que este «dinamismo» en la creación de empleo se va acompañado por el «extraordinario» impacto de la reforma laboral y a pesar del complejo entorno internacional.

«No se ven los efectos (de la guerra). No se ve nada, se ven los efectos de la reforma laboral», ha apuntado el ministro, que ha destacado que en el primer trimestre del año se crearán unos 125.000 nuevos empleos en términos desestacionalizados, un trimestre «muy parecido» a los de los años 2017-2019, los mejores en creación de empleo.

Escrivá ha destacado especialmente el impacto que está teniendo la reforma laboral sobre la calidad del empleo. Así, ha subrayado que a mediados de marzo había 342.000 afiliados indefinidos más que el promedio de los tres años anteriores a la pandemia (2017-2019) y 320.000 temporales menos.

En concreto, a 15 de marzo, el 75% de los ocupados tenían un contrato indefinido, cinco puntos más de lo que era habitual antes de la pandemia, mientras que los temporales se han reducido también cinco puntos, hasta el 25%.

Escrivá ha subrayado que esta tendencia venía apreciándose en meses anteriores, pero «se ha acelerado en marzo», y se aprecia incluso en los sectores con mayor temporalidad, como la construcción, actividades administrativas de oficina, hostelería y alojamiento.

«Esto supera las expectativas en términos de reducción de la precariedad en el mercado laboral y pone de manifiesto que todo lo diseñado en la reforma laboral estaba muy bien hecho», ha afirmado Escrivá, que ha resaltado además que ahora hay 60.000 nuevos contratos fijos discontinuos más que antes de la pandemia gracias a la nueva regulación.

Al mismo tiempo, el ministro ha hecho hincapié en el retroceso que han experimentado los contratos de muy corta duración por efecto de los desincentivos incluidos en la reforma laboral.

De este modo, ha explicado, mientras que entre 2017 y 2020 un 30% de los contratos eran de muy baja duración, los datos actuales apuntan que los contratos de un día de duración han reducido 18 puntos su peso sobre el total de contratos, hasta el 11,5%, mientras que los contratos de dos a siete días suponen el 16%, once puntos menos.

«Son resultados extraordinarios», ha incidido el ministro, que ha añadido que ha destacado además que de los contratos que se firmaron en enero y febrero siguen vigentes casi la mitad (el 48%), mientras que antes de la reforma laboral esta cifra sólo era del 10%, un cambio que ha calificado «de absolutamente radical».

BAJAN LOS TRABAJADORES EN ERTE COVID, SUBEN LOS DE ERTE ETOP

Junto a todo ello, la radiografía del mercado laboral muestra que los ingresos por cotizaciones sociales siguen creciendo a ritmos históricos del 10% y que los trabajadores en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) se mantienen más o menos estables, al representar el 0,6% de los afiliados.

A mediados de marzo, estaban en un ERTE Covid un total de 85.750 trabajadores, casi 16.000 menos que al finalizar febrero (-15,7%), mientras que los afectados por un ERTE de causas económicas, técnicas, organizativas o de producción (ETOP) sumaban 16.634, lo que supone 3.059 trabajadores más que a cierre de febrero.

Pese a este repunte, Escrivá ha precisado que el número de trabajadores en ERTE ETOP se encuentra por debajo del nivel de diciembre y ha atribuido el repunte registrado hasta mediados de marzo a las restricciones en las cadenas de suministro en el sector del automóvil.

En lo que concierne a los ERTE derivados de la pandemia, que finalizarán el próximo 31 de marzo, Escrivá ha recordado que las agencias de viajes son el sector más afectado con diferencia, con un 24,7% de sus afiliados en ERTE, por lo que el Consejo de Ministros procederá a activar antes de finales de mes el mecanismo RED para esta actividad a fin de que pueda entrar en funcionamiento a partir del 1 de abril.

El ministro ha explicado que las exoneraciones del 40% asociadas a este RED sectorial y vinculadas a la formación de los trabajadores afectados irán a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

En este sentido, ha negado que financiar estas exoneraciones con el presupuesto vaya a tener efectos sobre el déficit público, pues la alternativa, de no ponerse en marcha el mecanismo RED, sería la de que los trabajadores afectados se fueran el paro. El coste en prestaciones por desempleo sería «muy similar» al del Mecanismo RED que, según el ministro, ahorra dinero a medio y largo plazo desde el punto de vista presupuestario porque acorta los tiempos de estancia en el desempleo.

Preguntado por si el Gobierno baraja activar el mecanismo RED para sectores económicos que pudieran verse afectados por la guerra en Ucrania, Escrivá ha indicado que no hay ahora mismo ningún sector que esté «significativamente afectado», aunque todo dependerá de la duración de la guerra y sus efectos.

«Sería muy precipitado adelantar esto. Las previsiones son todas muy inciertas. No tenemos ni idea de cuánto va a moverse el PIB y la inflación por alto niveles de incertidumbre que hay», ha apuntado el ministro, que ha insistido en que lo importante en esta situación es hacer un seguimiento «diario y estrecho» de la información que va llegando.

En cualquier caso, Escrivá ha resaltado que España cuenta en su marco laboral con más instrumentos que antes para abordar cualquier tipo de contingencia, aunque ha dejado claro que, «si hay que hacer más cosas» e introducir elementos adicionales, se hará.

Preguntado por el estado de las negociaciones con las organizaciones de autónomos para vincular las cotizaciones a los ingresos reales del colectivo, el ministro espera poder llegar pronto a un «punto final».

«Las posiciones de las organizaciones de autónomos son muy distintas, sobre todo entre dos de ellas, y lo que estamos tratando es de cumplir lo que firmamos todos, el sistema de cotizaciones por ingresos reales. Estamos haciendo de árbitros del proceso para buscar el mayor consenso posible y avanzamos lentamente, pero avanzamos», ha resumido el ministro.