viernes, 13 diciembre 2024

Uber Eats y Glovo, guerra abierta por los ‘riders’

Las empresas de ‘delivery’ siguen a la gresca. Las últimas en enfrentarse entre ellas han sido Uber Eats y Glovo. El motivo esta vez ha sido por la ‘Ley Rider’. La compañía de reparto verde acusa a los amarillos de estar saltándose la normativa, lo que implicaría trabajar de manera ilegal.

En esta ocasión, ha sido la directora general de Uber Eats, Courtney Tims, la que ha cargado contra Glovo en una misiva pública dirigida a la vicepresidenta del Gobierno y titular del Ministerio de Trabajo, Yolanda Díaz. «Como le hemos trasladado a su equipo en las múltiples reuniones que hemos mantenido, hicimos un gran esfuerzo para adaptarnos a la Ley Rider en un tiempo récord. Gracias a este esfuerzo, desde el pasado 12 de agosto, todos los repartidores que trabajan con Uber Eats cuentan con un contrato de trabajo».

Tal y como explica la propia empresa, «para cumplir con la ley, optamos por la misma alternativa que la mayoría del sector del ‘delivery’ español: trabajar con flotas de mensajería y logística, que han contratado a miles de repartidores en toda España».

Realmente esta medida no es la que en un principio Díaz pensó para los ‘riders’. El plan era que los trabajadores estuvieran contratados directamente por las empresas. Solo Just Eat, de momento, cumple con esta medida y a medias: solo el 50% de su plantilla es propia.

«¿Debemos seguir el ejemplo de Glovo y trabajar con autónomos para competir en igualdad de condiciones?»

Aún con estas salvedades, tanto Uber Eats como Just Eat se ajustan a la ley, una norma que para Glovo parece no existir. Algo que, según apunta Tims, les está perjudicando. «No obstante, en los últimos meses, las flotas que colaboran con nosotros se han encontrado con un problema. Cada día les cuesta más encontrar repartidores para atender la creciente demanda de comida a domicilio. Un problema que, además de las flotas, sufren clientes y restaurantes por igual. Unos ven cómo su pedido tarda mucho más en llegar, y los otros acumulan pedidos que nadie recoge».

JUST EAT APOYA A UBER EATS

Uber Eats acusa directamente al ministerio de tener una doble vara de medir dependiendo de la empresa que sea. “Una vez transcurrido el periodo de transición, todas las empresas teníamos que adaptarnos a la nueva ley. ¿Todas? No, todas no. Glovo, la mayor empresa, líder del delivery en España, decidió seguir operando con trabajadores autónomos”.

«Hoy, más de seis meses después de su entrada en vigor, las empresas que cumplimos la ley nos encontramos con una situación paradójica. Nuestras flotas colaboradoras no encuentran repartidores porque éstos prefieren ser autónomos, de manera que trabajan con Glovo, la única empresa que se lo permite, el mayor unicornio español, en contra de la ‘Ley Rider'», asegura la directora general de Uber Eats en España.

Mientras, según afirma, ven «con impotencia» cómo el Gobierno no ha conseguido hacer cumplir la ‘Ley Rider’ y «cómo la situación de desventaja de todas las empresas que sí la cumplimos empeora cada día«.

Ante esta situación, todos nos hacemos la misma pregunta: ¿Debemos seguir el ejemplo de Glovo y trabajar con autónomos para poder competir en igualdad de condiciones?», se cuestiona la directiva de Uber Eats en la carta remitida a la ministra de Trabajo y Economía Social.

Uber Eats no ha sido la única en señalar abiertamente a Glovo de esta práctica ilegal. Just Eat, en su presentación de resultados, también hizo lo mismo. «Nuestros competidores no intentan adaptarse, sino eludir la ley», afirma Jitse Groen. Además, respecto a la empresa amarilla añadía que «si interpreto correctamente lo que sé de España, ha empleado ahora el 20% del personal. Y por supuesto, la ley dice que tienes que emplear al 100% del personal. Habría que preguntar a nuestro competidor cómo quieren lidiar con eso, porque no es legal».

Como de costumbre, Glovo no se ha pronunciado aún sobre esta polémica. El unicornio catalán tiene por norma dar la callada por respuesta. Sin embargo, parece que estos comentarios por parte de sus rivales no parecen alterarla ni un ápice, ya que ellos siguen operando como están acostumbrados.


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