Idealista imparte lecciones… a pesar de haber pactado comisiones

Si esto fuese un publirreportaje empresarial con espíritu norteamericano (emprendedores hechos a sí mismos que están orgullosos de haberse levantado tras fracasar muchas veces), viajaríamos a 1970 para narrar el nacimiento en Ávila de Jesús Encinar, conocido por cierta prensa como el «Zuckerberg español».

El empresario, ya sin ironía, tuvo el olfato de fundar hace más de dos décadas el primer agregador inmobiliario de España, el exitoso Idealista, que ahora asegura que va a impulsar un premio «a la integridad periodística».

¿El motivo de este inesperado mecenazgo? La sentencia que Idealista ha ganado a El Confidencial, que en marzo de 2018, en un reportaje que contenía inexactitudes, explicó que Jesús y su hermano Fernando se hicieron ricos con la venta de Idealista a un fondo sueco, crearon con el dinero una sociedad de inversión inmobiliaria y se hicieron con 130 pisos.

SENTENCIA

Jesús Encinar ha logrado desquitarse del citado texto firmado por Analía Plaza tras casi cuatro años en los tribunales. El Juzgado de 1ª Instancia nº 47 de Madrid, en su sentencia nº57/2022 del 14 de febrero de 2022, considera probado que el artículo contenía «datos objetivamente inveraces» y «presenta hechos objetivos que eran falsos».

El Confidencial, según la sentencia, deberá abonar al empresario con 15.000 euros, tendrá que abstenerse «de reiterar las conductas que han supuesto la legítima intromisión al derecho al honor de los demandantes, deberá retirar la información publicada el día 19 de marzo de 2018 de sus servidores y tendrá que publicar la sentencia que en su día se dicte (encabezamiento y fallo) en la que se reconozca haberse producido la injerencia, con llamamiento en portada (donde deberá quedar publicada 24 horas ininterrumpidas) y en los mismos términos usados para la publicación original.

En el fallo de la sentencia se confirma que el artículo escrito por la freelance Analía Plaza, explica Idealista, se basó en la interpretación de la autora del apoderamiento otorgado por Adler a Tecnofobia, sociedad propiedad del fundador de idealista, Jesús Encinar. Dicho documento no era un poder general, sino un poder mercantil para ejecutar la prenda accesoria de un préstamo pero que bajo ningún concepto daba «pleno poder de decisión» a Tecnofobia, ni a Jesús Encinar como se publicaba, falsamente.

Jesús Encinar, feliz tras demostrar que parte del artículo no era exacto, asegura que «se confirma que el artículo de Analía Plaza era falso, siendo relevante que coincidiera la publicación de El Confidencial con nuestra retirada como anunciantes, tras más de ocho años como partner inmobiliario de El Confidencial».

«Se cierran cuatro años tras aquel 19 de marzo de 2018 cuando, de manera frívola y superficial, una freelance, Analía Plaza y un medio de comunicación, El Confidencial, atacaron la reputación de Idealista de manera inveraz, errónea y basada en hechos objetivamente falsos, como dice la sentencia. Durante los días, semanas y meses siguientes, estas mentiras fueron masivamente utilizadas contra mí y fueron la base para miles de ataques personales amparados por las declaraciones de ciertos periodistas, líderes de opinión y políticos. Tristemente las mentiras volcadas en el artículo quedarán en la cabeza de mucha gente que no se enterará de esta sentencia», explica.

Jesús Encinar asegura que «para conseguir que algo bueno salga de toda esta desafortunada situación he decidido crear de manera anual el Premio Idealista de Integridad Periodística. La indemnización económica de 15.000 euros será destinada íntegramente a dotar el premio el primer año. Reconoceremos la labor y el trabajo de periodistas que busquen la verdad e informen con integridad y ética. Necesitamos periodistas rigurosos que escriban información veraz en medios de comunicación que protejan la democracia. La libertad de expresión debe regir las prácticas periodísticas, pero no puede amparar la mentira, la difamación y la venganza personal. Han sido cuatro años terribles, pero finalmente la verdad ha prevalecido».

LECCIONES DE ÉTICA CON LOS ESPINAR

Jesús Espinar aseguró hace unos años que tardó mucho tiempo en enterarse que El Confidencial no era el medio modélico que parece: «Empezamos a anunciarnos y aportar contenidos inmobiliarios a El Confidencial en mayo de 2010, en lo peor de la crisis y hemos mantenido nuestra inversión mes a mes durante casi 8 años. Hemos pagado a El Confidencial más de 600.000 euros y además hemos escrito para ellos multitud de artículos sobre inmobiliaria, mantuvimos el foro de vivienda, les dimos exclusivas sobre el sector inmobiliario, etc. Siempre hubo una relación cordial y de respeto entre los equipos. Durante nuestra relación con El Confidencial era habitual que nos considerasen fuente de información fiable y esperada. En muchos artículos de vivienda de los últimos años es fácil encontrar la opinión de Idealista.

«En diciembre de 2017 El Confidencial nos dejó claro que o pagábamos más para 2018 o daban por concluida la relación. Idealista aportaba a El Confidencial tráfico y contenidos de manera gratuita mientras que El Confidencial aportaba a Idealista cada vez menos tráfico. Aún así querían subirnos el precio. Para nosotros no era sostenible un acuerdo con resultados cada vez peores y más caro. Así se lo comunicamos y decidieron por su parte terminar la colaboración», explica.

Encinar añadió: «A los anunciantes de El Confidencial les aconsejo prudencia si quieren reducir su inversión. No reaccionan con deportividad. A cualquiera que esté pensando en invertir en un modelo de negocio basado en el trabuco… yo no lo haría«.

MODELO DE NEGOCIO

Creíamos conocer cual es el modelo de negocio de Idealista, que hace caja con un bien de primera necesidad como es la vivienda. Pero la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia ha aportado más datos tras multarla en diciembre del pasado año con 730.000 euros de sanción por imponer comisiones mínimas en el mercado de la intermediación inmobiliaria.

Idealista, según la CNMC, pactó con Remax, Inmovilla, Look & Find, Witei, MLS y Anaconda para fijar precios e intercambiar información en el mercado de la intermediación inmobiliaria. Estas compañías, explica el organismo gubernamental, «implantaron en España un sistema de exclusivas compartidas con el que imponían comisiones mínimas de intermediación. En general, para participar en el sistema, se exigía una comisión mínima del 4% para la compraventa y de un mes para los alquileres».

«La participación en este sistema (MLS) limitó la capacidad de las inmobiliarias de competir y de fijar comisiones independientemente», añade la CNMC, que considera que estas prácticas constituyen una infracción única y continuada de los artículos 1 de la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia y 101 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, constitutiva de cártel e impone una multa conjunta de 1,25 millones, siendo la más afectada Idealista, propiedad del fondo sueco EQT.

LIBERALISMO

El liberalismo de los Encinar quedó en entredicho por la multa de la CNMC por fijar precios. La reputación de Idealista, que da lecciones de periodismo tras haberse anunciado generosamente en grupos mediáticos tan controvertidos como Libertad Digital, se ha visto salpicada por las polémicas declaraciones de los Espinar.

Jesús Encinar no se cortó en Twitter hace unos años: «Me sorprenden los que quieren salarios ‘dignos’ y pensiones ‘dignas’ pero luego como consumidores solo compran en tiendas descuento, outlets y Aliexpress… ¿Cómo creen que se pagan las cosas?».

Íñigo Errejón le llevó a la lona: «Mientras la precariedad sea la tónica habitual y la mitad de los salarios de las familias se vayan en pagar vivienda, es complicado tener otros patrones de consumo. La solución pasa por mejorar los salarios y las condiciones laborales».

Y Espinar se victimizó: «En España, por ser empresario tienes que ir pidiendo perdón y muchos dan por hecho que eres un malvado explotador».

Esto decía mientras su hermano Fernando tenía intervenciones estelares en Libertad Digital en contra del anterior equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid, al que culpaba del desastroso mercado inmobiliario de la capital.

Estos fueron algunos de los titulares que regaló: «El alquiler seguirá subiendo con la inestimable ayuda del Ayuntamiento de Madrid»; «Los precios subirán y volverán las infraviviendas y las chabolas por culpa de Ahora Madrid»; y «El Ayuntamiento de Madrid está completamente a por uvas con los alquileres». El PP no le va a la zaga, pero Idealista no analiza la política inmobiliaria de Martínez-Almeida, orgulloso de que no mover ni un dedo por sus conciudadanos en esta materia. 

ÓLEO SOBRE LIENZO

Jesús Encinar volvió a demostrar su sensibilidad con los más desprotegidos. Lo hizo cuando, en plena primera ola de la pandemia, atacó con ironía al Gobierno de España por aprobar un ingreso mínimo vital ideado para proteger a los más vulnerables: «¿Dónde hay que apuntarse para esa renta que regalan? Es para un amigo…», decía con guasa.

«Millonario haciendo bromas a costa de personas que no pueden llenar la nevera. España, 2020. Óleo sobre lienzo», decía Gerardo Tecé sobre el empresario, al que en la CNMC quizá le den más señas sobre cómo algunos ganan dinero. Eso sí, al menos el ingreso mínimo vital es legítimo.