El mexicano Del Valle torpedea al Santander en la compra de los activos de Banamex 

El Banco Santander ha encontrado un escollo para crecer en México, país en el que quiere disputar el liderazgo que ostenta BBVA con la adquisición de activos de Banamex, la filial de Citi que el grupo financiero estadounidense ha puesto en venta. Se trata del financiero Antonio Del Valle, un viejo conocido de Ana Patricia Botín que se opuso con uñas y dientes a la venta del Popular y que llevó a los tribunales la resolución de la entidad por considerar que no hubo problemas de solvencia, sino de liquidez y que el traspaso al Santander fue un atropello para los accionistas.

Según indican fuentes financieras a MERCA2, en la actualidad Antonio del Valle es uno de los asesores más cercanos al presidente de México, Antonio Manuel López Obrador (AMLO), y le está ayudando a conformar un grupo de financieros locales que adquieran activos de Banamex en detrimento del Santander. En cuanto a BBVA –que también aspira a buena parte de estos activos– Del Valle no ve problema en que pueda acceder a una parte del pastel, aunque la intención es que la filial de Citi no acabe en manos extranjeras.

Todo esto se produce en un momento en el que AMLO ha iniciado una ofensiva contra las empresas españolas, llegando a acusarlas de formar parte de un «contubernio económico y político» de extranjeros para saquear México. Y es precisamente el hijo de Del Valle, también llamado Antonio, quien está apagando el fuego indicando –desde su puesto de presidente del Consejo Mexicano de Negocios– que el Gobierno del país «no es antiempresarial», confirmando así el acercamiento que se ha producido entre AMLO y este lobby que representa los intereses de los altos directivos del sector privado mexicano.

De hecho, el pasado febrero Del Valle (hijo) comió con el presidente del Gobierno y, tras el encuentro, le agradeció su voluntad de diálogo con el sector privado del país, que está inmerso en un proyecto para atraer empresas a México aprovechando el proceso de deslocalización que las multinacionales occidentales con presencia en Asia están realizando para reducir la excesiva dependencia de la región en las cadenas de suministro globales. El propio secretario de Estado de Hacienda mexicano, Rogelio Ramírez, está hablando con compañías estadounidenses en este sentido, en un plan en el que están excluidas las compañías españolas.

Las fuentes consultadas señalan que Del Valle (padre) mantiene una estrecha relación con AMLO y que es uno de sus consejeros, especialmente en materia bancaria, por lo que ha tenido un papel relevante en la postura gubernamental que pide «mexicanizar Banamex» y que aspira a que su venta (parcial o total) genere jugosos ingresos a las arcas públicas del país. El presidente ha puesto varias condiciones para cerrar esta transacción y la principal es que el comprador sea nacional. 

AMLO: «No estamos de acuerdo en que, de nuevo, extranjeros se apoderen de Banamex»

«No soy chovinista, tenemos que abrirnos al mundo, pero es ya tiempo de que sean los empresarios, los inversores mexicanos los que manejen estos bancos, los bancos particulares (…) No estamos de acuerdo en que, de nuevo, extranjeros se apoderen de Banamex», declaró AMLO el pasado 4 de febrero tras inaugurar una sucursal del Banco del Bienestar, entidad que usa el Gobierno Federal para gestionar las ayudas sociales. 

En el mercado, atendiendo estrictamente a criterios financieros, todos dan por hecho que el Santander sería el candidato ideal para adquirir la mayoría de los activos de Banamex, sobre todo después de que Ana Patricia Botín anunciara que no sería necesario realizar una ampliación de capital para cerrar la transacción. Preguntados por esta cuestión los portavoces del Santander confirman que existe interés en el proceso de venta que abandera Citi “pero sin que eso signifique que finalmente vayamos a comprarlo”.

El hecho de que la venta pudiera efectuarse por partes también da posibilidades a BBVA –que eludiría así los problemas de competencia– pero la crisis reputacional que vive la entidad presidida por Carlos Torres y el excesivo riesgo adoptado en el mercado turco desaconsejan aumentar más la exposición a un país en el que el ya es líder a través de su filial Bancomer. Esta es una cuestión que preocupa tanto al Banco de España como al Banco Central Europeo (BCE), como adelantó en exclusiva este diario.

Al entrar Del Valle en la ecuación la cuestión se complica para el Santander

Sin embargo, al entrar Del Valle en la ecuación la cuestión se complica para el Santander, ya que incorpora cuestiones personales derivadas de la citada resolución del Banco Popular. El banquero mexicano reclama 700 millones de euros al Reino de España en un proceso de arbitraje internacional por la caída de la entidad y su venta al Santander, por el precio de un euro más la asunción de la deuda, lo cual obligó a Ana Patricia Botín a realizar una ampliación de capital de 7.000 millones de euros.

Del Valle era entonces uno de los accionistas de referencia del Popular, con más del 4% del capital, y siempre ha culpado al Gobierno español y a la Junta Única de Resolución (JUR) europea de ser los responsables de provocar una crisis de liquidez causada por una fuga de depósitos que dejó a la entidad al borde de la corrida bancaria. El mexicano ha defendido la actuación del entonces presidente, Emilio Saracho, y considera que se produjo una operación de desestabilización para conseguir el banco a bajo precio.

En el consejo de administración del Santander son conscientes de que hay deseo de revancha por parte de Del Valle y, aunque oficialmente desde la entidad no se quiere comentar el tema, las fuentes consultadas indican que si el banco español no logra cerrar la adquisición de Banamex será en buena medida por la intervención del financiero mexicano.