Endesa ha presentado sus resultados del ejercicio 2021, logrando un beneficio ordinario neto de 1.902 millones, un 11% inferior al de 2020. Pero, al mismo tiempo, un 12% superior a la estimación de 1.700 millones comunicada en noviembre.
El beneficio neto atribuido a la sociedad dominante, crece el 3% hasta 1.435 millones. Un alza que se logra pese a contabilizarse un deterioro de los activos de generación eléctrica en los territorios no peninsulares (Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla) de 652 millones. El EBITDA, crece el 6% respecto a 2020 y se sitúa en 4.278 millones de euros. Una cifra que es un 7% superior a la estimación de cierre de año anunciada al mercado.
El dividendo a repartir a los accionistas superará las estimaciones en un 11%, hasta situarse en 1,44 euros por acción. Endesa abonará el 80% de su beneficio ordinario neto de 2021 a sus accionistas, porcentaje que se situará en el 70% sobre los beneficios de 2022, 2023 y 2024 para adecuarlo a la inversión bruta prevista para los próximos años: 7.500 millones entre 2022 y 2024, y una estimación de 31.000 millones en total hasta el año 2030.
Endesa en gráfico
A nivel técnico, tras alcanzar los 25 euros en julio de 2020, Endesa inició una tendencia bajista, en la que lleva inmerso 19 meses. Actualmente el precio se sitúa en los 18 euros, siendo los 17,42 un soporte clave. Desde el año 2012, Endesa de ha movido en una tendencia alcista, por lo que la proyección para el corto plazo, sitúa el precio tocando los 17,42 euros, nivel donde se sitúa dicha tendencia alcista. Para después ir alcista, hasta los 19 euros, junto a la línea de tendencia bajista.