La decisión tomada unilateralmente por la empresa estatal francesa encargada de la operación de los ferrocarriles, SNCF, para dejar de ser socia de Renfe en la operativa de aquellos trenes que ambas tienen en la frontera ha supuesto un duro golpe para la española. La empresa gala dejará de operar conjuntamente las líneas entre Francia y España. Se trata de las líneas Barcelona-Lyon-París y Madrid-Marsella, por lo que a partir de ahora pasará a explotarlas en solitario. Los motivos que ha aducido la compañía francesa son que las pérdidas acumuladas en estas vías son muy altas.
Por su parte, Renfe también ha tomado la decisión de operar en solitario dichas líneas, por lo que tendrá que pedir permiso para trabajar en suelo francés. Según Les Echos, que adelantó la noticia, Renfe está pensando en devolver el favor en la ruta Marsella-Lyon, en las líneas regionales de Hauts-de-France e incluso en las líneas de Eurostar a Londres. Pero, por el momento, está bloqueada por problemas de compatibilidad técnica de sus trenes AVE con la red francesa.
Pero, sin embargo, las dificultades que se van a encontrar están a la orden del día. La empresa presidida por Isaías Táboas tiene difícil su entrada en el país vecino debido al proteccionismo del que hace gala el gobierno francés. La empresa española se quedará descolgada mientras que SNCF ha sabido aprovechar la apertura de los corredores ferroviarios en nuestro país a cualquier compañía. Y, sin embargo, las autoridades francesas siguen poniendo trabas de todo tipo para que ninguna operadora le haga la competencia a la SNCF. De hecho, la única compañía del sector ferroviario que está en Francia es CAF, que cuenta con varias fábricas de producción adquiridas a Alstom.
Renfe y SNCF operaban el servicio a través de la sociedad conjunta que formaron y que ha sumado más de 5,5 millones de viajeros en las dos rutas. La ruptura llega tras el impacto que ha tenido la pandemia con una caída de la demanda de más del 70% en 2020 y casi un 60% en 2021 en estos corredores transfronterizos, lo que ha incrementado las pérdidas. Además, el hecho de que SNCF se haya convertido en un competidor de Renfe desde mayo de 2021, cubriendo el corredor Madrid-Barcelona bajo la marca low cost de alta velocidad Ouigo, está detrás de la ruptura.
La ruptura llega tras el impacto que ha tenido la pandemia en esta línea
AISLAMIENTO DE ESPAÑA
La posición en que deja esto a España es muy dura. Madrid no tiene conexión directa con ninguna otra capital europea. En los dos países vecinos, Portugal y Francia, los viajeros tienen que hacer muchas conexiones para llegar de una capital a otra. La conexión de Madrid con Lisboa supone 11 horas de trayecto y cuatro trenes. Además, a esto se suma la competencia con las líneas aéreas. La línea París-Barcelona tiene una duración de 6 horas y 40 minutos o 7 horas y 10 minutos, mientras que algunas compañías aéreas como Vueling, easyJet y Transavia, presentes desde hace tiempo en esta ruta, lo hacen solamente en un par de horas. Esta competencia está afectando a la rentabilidad de Renfe al hacer bajar el precio de los billetes.
Este aislamiento ferroviario que ha hecho Francia con España va en contra de la directiva de Bruselas. De hecho, ha pedido a todos los países europeos una apertura del sector ferroviario. Además, mientras que el administrador de infraestructuras ferroviarias, Adif, ha habilitado los trenes de la SNCF para que pudiesen utilizar la red de alta velocidad española, los franceses no han hecho lo mismo en su territorio. Los convoyes de Renfe solo pueden llegar hasta ciudades del sur de Francia como Marsella y Lyon. Más allá no tienen permitido hacerlo hasta París, que es el destino deseable.
Otra de las problemáticas para que los trenes españoles pasen con dificultades a Francia es el ancho de vía. En nuestro país es diferente al del resto de Europa, por lo que, en la frontera, los trenes tienen que cambiar de vía y adaptarse al ancho internacional. Pero ya desde el gobierno se está apostando por la implantación de este tipo de ancho, sobre todo en el Corredor Mediterráneo. De hecho, una de las últimas medidas ha sido la aprobación del expediente de información pública y estudio informativo para la implantación del ancho estándar en el tramo Castellón-Tarragona del Corredor Mediterráneo.
PLAN DE INTERNACIONALIZACIÓN DE RENFE
Por otro lado, otro de los proyectos internacionales que tiene Renfe en mente es la línea de alta velocidad en Estados Unidos, concretamente en Texas. Este proyecto, que uniría la ciudad de Dallas con Houston, está ahora mismo en los tribunales, debido a que los propietarios de los terrenos por donde pasará el ferrocarril están en contra de su expropiación. Estos han conseguido el respaldo de la fiscalía del estado. Renfe tiene garantizado distintos contratos con el consorcio privado que inició el plan en 2018 y esperaba, al menos en sus previsiones iniciales, asegurarse unos ingresos por más de 6.000 millones de dólares en los próximos años.
Igualmente, en Europa también ha acelerado su posición tras comprar el 50% del capital de la compañía ferroviaria checa Leo Express, que opera servicios en distintos países centroeuropeos. Las negociaciones se extendieron durante semanas, pero finalmente la compañía dependiente del Ministerio de Transportes (MITMA) ha cerrado a tiempo el acuerdo, pues su derecho de opción de compra vencía en las próximas semanas. La operación ayudará a Renfe a impulsar su plan de internacionalización, con servicios de transporte de viajeros fuera de España.