En esta semana de resaca postelectoral escuchamos muchos análisis y comentarios, pero quiero centrarme en varios datos que nos demuestran como a Sánchez y sus socios las mentiras ya nos les funcionan.
Lisa y llanamente, se les ve el plumero y los españoles están hartos de un gobierno que está más pendiente de «reivindicar el derecho de los juguetes a jugar con el 100% de los niños y de las niñas» que de frenar el imparable ascenso del precio de la luz.
Los españoles están hartos de un gobierno que miente siempre y en todo momento. Y las elecciones celebradas el pasado domingo en Castilla y León lo han dejado claro.
En la semana del 7 al 11 de febrero, Pedro Sánchez aumentó su participación y la de su gobierno en la campaña electoral, interviniendo tanto «desde la Moncloa» como sobre el terreno.
Así, el martes 8 de febrero aprobó el PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) agroalimentario que cuenta con una inversión pública, de Europa, de 1.000 millones de euros y presentó el balance del Plan de Lucha contra la despoblación en el que dijeron haber invertido 8.000 millones de euros.
Unos anuncios que «casualmente» coincidieron con la campaña electoral de Castilla y León. Comunidad en la que el reto demográfico está muy presente y que basa buena parte de su economía en el sector agroalimentario.
El jueves de esa misma semana, el gobierno del diálogo y el consenso, anunció una subida del salario mínimo con efectos retroactivos que sólo pacto con los sindicatos ya que, a diferencia de la contrarreforma laboral, no necesitaba coartadas frente a la Unión Europea. ¿Otra casualidad? No lo parece.
Y, por último, Pedro Sánchez intensificó esa última semana de campaña su presencia en Castilla y León. Como dijeron algunos medios, el Presidente «olía a sangre» … la de su partido y el de sus socios de gobierno que se desangran elección tras elección.
No sé si las pociones mágicas con las que Tezanos elabora sus fantasiosas y «certeras encuestas» para el CIS confundieron el sentido olfativo del Presidente, pero lo único cierto es que, a pesar del “humo” que desde la Moncloa les intentaron vender, los castellano y leoneses han descabalgado al PSOE de Sánchez de la primera posición y que los socios de la coalición progresista pierden 8 procuradores, 7 de ellos del PSOE, y 125.110 votos, 117.613 socialistas.
Mientras, el Partido Popular ganaba dos procuradores respecto a 2019 y recuperaba el liderazgo de la política autonómica castellano y leonesa.
Pero este hecho no es único, sino que forma parte de una tendencia en la que Sánchez y Podemos cuentan por derrotas sus citas con las urnas mientras que el PP encadena victoria tras victoria.
En Galicia, Podemos quedó fuera de la Xunta y el PSOE, aunque se mantuvo en el mismo número de escaños perdió miles de votos, mientras el PP reforzó su holgada mayoría con un diputado más.
Y en Madrid, el PSOE perdió escaños y su papel como líder histórico de la oposición mientras el PP multiplicaba por más de dos el número de diputados.
Las políticas y los principios cuentan y los españoles están diciendo, alto y claro, cada vez que tienen oportunidad que prefieren las políticas y los principios del PP de Pablo Casado frente a las ocurrencias, el dedazo y la amoralidad de Sánchez.
(*) Antonio González Terol, vicesecretario general del PP