Cimic obtuvo en 2021 un beneficio neto de 402 millones de dólares australianos (253 millones de euros), lo que supone una caída del 35% respecto al año anterior, como consecuencia de que en ese ejercicio ingresó 850 millones de euros por la venta del 50% de su empresa minera Thiess.
Sin tener en cuenta este efecto, los beneficios hubiesen sido mayores, puesto que el beneficio comparable en 2020 fue de 371 millones de dólares. No obstante, la crisis del coronavirus continuó afectado a la empresa, que en los años anteriores a la crisis conseguía anualmente unos 600 millones de beneficio.
Según la cuenta de resultado de Cimic, los ingresos ascendieron a 14.700 millones de dólares (9.230 millones de euros), un 8,3% más, con un margen Ebitda (resultado bruto de explotación) del 9,4%, frente al 9,1% del año pasado.
En 2021, la nueva carga de trabajo encomendada a la empresa fue de 20.400 millones de dólares (12.800 millones de euros), superando esta partida los niveles anteriores a la pandemia, lo que anticipa una alta carga de trabajo para los próximos años y una recuperación de la crisis cuando se obtengan los ingresos de esos contratos.
A todo ello se suma una cartera de proyectos bajo estudio por valor de 480.000 millones de dólares (300.000 millones de euros), incluyendo 115.000 millones en forma de contratos en régimen de colaboración público-privada.
La liquidez de la compañía se encuentra ahora en 4.400 millones de dólares (2.760 millones de euros), con una deuda neta de 498 millones (300 millones de euros), lo que le permite obtener una calificación crediticia dentro del grado de inversión por parte de S&P (BBB-) y de Moody’s (Baa2).
De cara a 2022, la filial de ACS prevé unos beneficios de entre 425 y 460 millones de dólares, lo que supondrá seguir en la senda de crecimiento en un escenario pospandémico. «Cimic logró sólidos resultados financieros en 2021, con beneficios dentro de nuestro rango de orientación, dividendos totales de 0,78 dólares por acción y un mayor trabajo disponible, señala su presidente y consejero delegado, Juan Santamaría.