Fira 2000 inicia la financiación del gran proyecto que revolucionará Barcelona y Cataluña en cuanto a congresos se refiere. El proyecto del dueño del recinto más importante para albergar ferias y grandes podrá ampliar la superficie hasta los 300.000 metros cuadrados, 60.000 metros más de los que hay ahora, aunque el espacio para los eventos se mantendrá prácticamente invariable. Sin embargo, se remodelará por completo la zona y los pabellones. Así, el recinto pasará de 130.000 a apenas 70.800 metros para la celebración de ferias, si bien no tendrá un impacto significativo en las actividades de congresos. Y es que, la mitad de la Feria de Montjuïc lleva años en desuso.
De esta forma, Fira 2000 ganará nuevos espacios, como un pabellón donde está ahora el Palacio de Congresos o un nuevo espacio de actividad permanente en el Palau del Vestit, el chaflán existente entre la Plaza de España y Gran Vía. El objetivo es enfocarlo a empresas y que sumaría cerca de 4.350 metros cuadrados más al total destinado a los eventos.
Los motivos de este cambio se deben a la falta de uso y modernización de los pabellones. Se eliminarán elementos arquitectónicos históricos, como las columnas laterales que dan la bienvenida al Paseo de María Cristina desde la Gran Vía, mientras se mantendrán las dos Torres Venecianas. El proyecto presentado por el Ayuntamiento no ha agradado a algunos miembros del consejo de Fira 2000, según ha podido conocer MERCA2, debido a la pérdida de oportunidad de agrandar el espacio para las empresas expositoras, así como la demolición de las columnas históricas.
LA FIRA PERDERÁ LA MITAD DE SU SUPERFICIE
La ampliación conlleva la creación de 500 pisos públicos, espacios verdes y equipamientos para los vecinos, como biblioteca, un ambulatorio y un polideportivo, entre otros. De esta forma, se mantendrá el recinto ferial, pero no como se hubiera deseado en el 2019, cuando se estipuló crear la gran avenida del arte, que concluiría en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). También se eliminarán las barreras arquitectónicas que separan los barrios colindantes, abriendo así espacio para la circulación, eso sí de peatones y transporte público. La Barcelona anticoches no descansa.
Esta remodelación se ha convertido en un reto desde el primer gobierno de coalición en el Ayuntamiento de Barcelona
Fira 2000, con la Generalitat con la mayoría del capital, tiene la concesión del recinto hasta 2025. Para llevarlo a cabo se han llegado a acuerdos de financiación con Caixabank y Banco Sabadell, entre otras entidades. Además, se ha pedido 115 millones al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para la primera parte de esta gran remodelación, según han confirmado fuentes de la Generalitat a MERCA2. El proyecto «no se mueve», han especificado. Un montante que irá destinado a acometer la financiación de la primera fase, según explican las mismas fuentes. En un principio, se estima que la petición al BEI podría alcanzar un máximo de 175 millones. Por el momento, la dependencia de esta entidad se reduce en un 35%. El resto del montante partirá de los accionistas, en función del peso en el accionariado.
PRIMEROS MOVIMIENTOS PARA ENDEUDARSE
De esta forma, Fira 2000 obtendría un total de unos 234 millones para el inicio de esta remodelación, aunque la cifra aumenta hasta los 333,15 si se tiene en cuenta, además, la modificación de Montjuïc, que ha generado discrepancias en el seno de los accionistas. El Ayuntamiento se opone por completo crear una gran avenida cultural, como se estipuló en 2019. Con la nueva reorganización, podría descender la petición del importe de la deuda.
De esta forma, la banca va a poner menos de los 350 millones previstos hace tres años, mientras que la Generalitat pondría el 53,53% de los préstamos públicos; el 24,01% procedería del Ayuntamiento; un 7,37% de la Diputación y del Área Metropolitana de Barcelona, respectivamente; otro 6,4% del Ayuntamiento de L’Hospitalet; y un 1,32% de la Cámara de Comercio. Asimismo, las entidades de la administración están buscando la fórmula para que la ampliación del recinto pueda ir a cargo de los fondos europeos, con un aporte de 30 millones.
UN CAMBIO DE IMAGEN A UN RECINTO CENTENARIO
De esta forma, Por tanto, el Ayuntamiento de Barcelona la prorrogaría. Sin embargo, casi la mitad del espacio ocupado por la Fira está prácticamente vacío, sin actividad. Se trata de cerca de 120.000 metros cuadrados a los que hay que buscarle una salida. Con este proyecto, se ampliará el MNAC, junto con el pabellón de Victòria Eugènia. Estos cambios están contemplados desde hace seis años en diferentes planes urbanísticos, pero debido a las diferencias existentes nunca se ha llevado a cabo. El Consistorio de Ada Colau busca abrir el espacio para eliminar «recinto» del vocabulario barcelonés. Lo hace justo cuando faltan apenas cinco años para que este histórico conjunto celebre su primer centenario.
Esta remodelación se ha convertido en un reto desde el primer gobierno de coalición en el Ayuntamiento de Barcelona. En un primer intento, el Consistorio, titular del suelo, trató de hacer migas con la Fira de Barcelona y se acordó que no se iba a perder el uso del recinto. Tras un proceso participativo, en el que se han desechado algunas de las opciones votadas, la administración tiene ahora el objetivo de redactar un convenio para abordar la transformación y aprobar la modificación del Plan General Metropolitano (PGM). Todo antes de que termine el 2022 y de cara a las municipales del próximo año.
SIN CONSENSO EN LA BARCELONA ANTICOCHES
Para la Fira, dirigida por Constantí Serrallonga, el espacio para los congresos es similar al actual, pero ahora podrá centralizar el recinto en apenas dos manzanas de la Avenida María Cristina. Así, habrá el mismo espacio para celebrar el Salón del Manga, por ejemplo, con un centro permanentemente abierto para realizar otras actividades.
El plan anticoches de Colau vetaría el acceso por Maria Cristina, pero por ahora está todo por escribir. Esta vía es ahora un gran aparcamiento para autobuses. Asimismo, otras vías de doble sentido del actual recinto pasarán a ser de sentido único. Fira 2000, además, perderá la Plaza del Univers, uno de los ejes principales, y se vetará su uso como recinto ferial.
Todo ello, sin un amplio consenso, como debería haber sido, para introducir las quejas de la actual gestora del proyecto. Tampoco se han tenido en cuenta algunas reivindicaciones vecinales, El gobierno municipal presenta esta tarde las conclusiones a los vecinos que han seguido el proceso participativo. Una de las más críticas es «La Fira o la Vida«, que pide acabar con el recinto y expulsar la Fira de la ciudad para construir un gran parque de viviendas. De hecho, no participó en el proceso público al entender que las decisiones se toman en los despachos. Por ahora, el proyecto de Montjuïc se llevará a cabo.