Los hoteleros de Barcelona se han mostrado muy críticos con la gestión de Ada Colau al frente del Ayuntamiento. Tras admitir un cierto silencio durante los años previos a la pandemia, el Gremio de Hoteleros ha dado el golpe encima de la mesa para decir basta a la «cultura del no» de la Administración.
No es un tema menor tras el rechazo político a la ampliación de El Prat, estimada en 1.700 millones por Aena, la salida del Four Seasons a Madrid, los sonoros rechazos a la cadena Hyatt y L’Hermitage. Desde el Ayuntamiento se niegan a que Barcelona acoja la sede europea del famoso museo ruso porque éste «no está a la altura de la ciudad«. Nada más lejos.
El presidente del Gremi d’Hotels, Jordi Clos, ha puesto en valor la arquitectura única que ofrece la Ciudad Condal, así como la posibilidad de transformar edificios históricos y emblemáticos en hoteles para clientes de alto poder adquisitivo. Éstos, y no el turismo de zapatilla, son los que realmente importan para dinamizar la ciudad.
EL GREMI D’HOTELS BUSCA VOLVER AL TOP TEN
El Gremi d’Hotels no sólo conoce sobradamente las oportunidades que se han perdido, sino que ha considerado que no se puede perder ni un euro más, si el objetivo es poner de nuevo a Barcelona entre las ciudades referentes a nivel internacional. Con la pandemia, el nombre de Barcelona ha desaparecido del ‘top ten’, cuando antes ocupaba entre la cuarta y sexta posición.
Sin embargo, la situación es susceptible de empeorar. A juicio del Gremi, Barcelona está más sucia y el urbanismo táctico de Colau se está cargando completamente el comercio. En este sentido, el Consistorio ha presentado su nueva modificación al recinto ferial de Montjuïc, Además, ha criticado la suciedad de la ciudad y el planteamiento de la reforma del espacio ferial de Montjuïc. «Hay que aprovechar todas las oportunidades que lleguen«, ha sostenido Clos, que ha hecho frente común para tratar de desterrar la «cultura del no» de la ciudad. «No sé si hemos aprendido lo suficiente con estos ‘noes’, ya pasaremos al sí», ha pedido.
La intención de la Fira de Barcelona era crear una gigantesca isla que albergara los principales museos de Barcelona, dado el éxito que ha tenido en Berlín. «Ha supuesto un impulso turístico brutal», ha indicado Clos. La idea de los hoteleros era construir una gran vía de museos, con el MNAC presidiéndola desde arriba. Abajo, la plaza de España, sería el punto de partida. Sin embargo, Colau tiene otros planes para este recinto histórico en la montaña de Barcelona. Por supuesto, no ha accedido a la petición de la organización. La transformación de la Fira provocará la desaparición de espacios y se pierde la visión internacional del patrimonio de la ciudad, según ha detallado Clos.
LOS HOTELEROS REIVINDICAN LA APUESTA POR LA INVERSIÓN
«Hay que plantearse en serio qué haremos para que Barcelona vuelva a entrar en el top 10», ha considerado el también consejero de la Fira de Barcelona. «No nos resignaremos», ha asegurado. Los hoteleros catalanes evitan, por otro lado, las comparaciones con Madrid, aunque ven con cierta envidia la instalación de las grandes cadenas hoteleras en la capital. Clos ha puesto como ejemplo el Four Seasons, cuyo proyecto fue vetado en Barcelona. El emblemático hotel atrae un turismo de muy alta calidad. También ha puesto como ejemplo Málaga. Sin embargo, Clos pone en valor el patrimonio de la ciudad, con playas repletas de gente, y la Sagrada Familia, uno de los monumentos más visitados del mundo. «No hay que rasgarse las vestiduras, es una carrera de etapas. Hemos perdido una etapa, pero no la carrera», ha sostenido.
«Somos conscientes de que no se han hecho demasiado bien algunas cosas y vamos a recuperar este posicionamiento dentro del top 10″, ha apuntado Clos. «Estoy convencido de que haremos lo posible» junto con otros sectores para lograr este objetivo. En el Gremi tienen claro que «otras ciudades» les han tomado la delantera, pero tan sólo se ha perdido una etapa en esta carrera de fondo. De esta forma, ha respaldado la candidatura de Barcelona para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030.
OPTIMISMO PARA EL MWC TRAS LAS CIFRAS DE FITUR
En este sentido, el presidente del Gremio de hoteleros ha presentado algunas fórmulas para poder establecer un modelo de futuro «bien pensado» y planteado. Además, Manel Casals, director del Gremi, ha incidido en la necesidad de eliminar trabas burocráticas y administrativas para facilitar el desarrollo de las empresas. «Es absolutamente necesario», ha apostillado. Los hoteleros han pedido a la administración una visión «clara» de la ciudad.
Por otra parte, las perspectivas para el Mobile World Congress son ciertamente optimistas, o al menos puede marcar el inicio de una recuperación tras la brusca caída de la facturación. Para un año normal, los hoteles de Barcelona suelen facturar unos 1.700 millones de euros. En los dos últimos años, tan sólo se han alcanzado los 900 millones conjuntamente. Una caída de 2.500 millones, acorde con la caída del turismo internacional, que ha afectado a otras ciudades similares a Barcelona, como Tokio, Ámsterdam, Roma o Nueva York, entre otras.
Para la feria tecnológica más importante de Europa hay reservadas 10.000 habitaciones, y no se espera un incremento significativo durante las próximas semanas. En total, cerca de un tercio de la oferta actual. Este número, ya facilitado semanas atrás, no se ha movido debido a que las reservas internacionales se hacen con meses de antelación. Cabe recordar que los alojamientos permiten cancelar las reservas sin recargos hasta un mes antes del día de entrada debido a la cláusula covid, que ha tenido una buena acogida entre los clientes.
UN MAL AÑO 2021, PERO CON CIERTO OPTIMISMO PARA 2022
Según los datos aportados en el hotel Gallery, en Barcelona hay un 28% de los hoteles cerrados por las bajas cifras de ocupación, de apenas entre el 10% y el 15%. No obstante, se espera que todos los establecimientos puedan abrir sus puertas en los días previos a la feria tecnológica. «A principios de marzo esteramos más cerca del 80% del parque hotelero abierto«, ha indicado Casals.
Si la pandemia no empeora y se levantan las restricciones, todos los hoteles de Barcelona volverían a operar a un buen rendimiento. Para este verano se espera una ocupación del 70%, una mejoría respecto a los datos de 2021, cuyo balance por la sexta ola no auguraba un buen fin de año, empañando así las estimaciones anteriores. De hecho, en la recta final del año, la ocupación ha sido muy baja, un 30% de los establecimientos abiertos. Tan sólo en fin de año se incrementó al 60%.
Los hoteleros esperan la llegada de los turistas estadounidenses, japoneses y chinos especialmente. Son los clientes de un alto poder adquisitivo y que alargan las estancias. Este es el turismo que ha perdido Barcelona, y por el que los hoteleros han tenido que bajar precios para atraer al turista nacional.
LAS FAMILIAS CATALANAS VENDEN CERCA DE UNA VEINTENA DE HOTELES
El Gremi ha dividido en etapas el «mal» año 2021 para conocer qué ocurrió. Así, entre enero y abril, tan sólo abrieron el 25% de los hoteles para una ocupación del 25% del total de camas disponibles. Entre mayo y septiembre, el 50% de los hoteles estaban abiertos en temporada alta, con una ocupación del 50%. En el último tramo del año, se estimó un 85% de los establecimientos abiertos, pero la realidad ha rebajado el dato al 73%, con un bajísimo nivel de ocupación, de tan sólo entre el 20% y el 30%.
Por otro lado, los últimos movimientos de compraventa de hoteles se deben a propietarios que necesitaban liquidez. Se trata de familias catalanas y no de grandes cadenas hoteleras, aunque sí se han registrado algunas grandes operaciones corporativas, como el NH Calderón. También se han desatado los rumores de venta de algunos establecimientos, como el Mandarín Oriental, aunque rápidamente han desparecido tras el rotundo «no» de los propietarios a desprenderse de este simbólico alojamiento.