La pandemia ha venido a complicar la compra por parte de Iberia (IAG) de Air Europa hasta el punto de mostrar la disposición del Estado de aportar recursos propios a la aerolínea de Globalia transformando el crédito en capital. En juego, no sólo la viabilidad de la operación, con las implicaciones para el mercado aéreo que implicaría, también el futuro del hub de la capital de España, como ha recordado el presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto: «para el hub de Madrid-Barajas no podría haber mejor noticia que esta operación se produjera».
Por su parte, los representantes de Ryanair y EasyJet no ocultan sus reticencias ante la posible entrada del Gobierno en el capital de Air Europa. La capitalización del crédito participativo que concedió el Ejecutivo a la aerolínea a través de la Sepi, contempla la opción de convertirlo en acciones.
Esta posibilidad permitiría alcanzar en torno al 40% en la propiedad de la compañía. El economista, exministro y presidente del Foro La Toja, Josep Piqué, como moderador de la mesa redonda celebrada en el marco del ‘Hotusa Explora: VIII Foro de la Innovación turística’, no perdía la oportunidad de preguntar por la posición oficial de Iberia al respecto.
Durante su intervención sobre ‘Transporte aéreo de viajeros y reajustes para un nuevo escenario’ organizado por el Grupo Hotusa, el presidente de Iberia respondía a la pregunta sobre la operación: «según la perspectiva del propio proceso estamos jugando un partido en este momento del que no tenemos claro el desenlace», aunque «seguimos pensando desde IAG que es una operación positiva y la vicepresidenta del Gobierno se ha mostrado en disposición de dar un apoyo».
En este sentido, «para el hub de Madrid no puede haber mejor noticia que esta operación se produjera», añadía Sánchez-Prieto. Eso sí, «debemos insistir en que jugamos en un tablero global, que Europa se ha convertido en el mejor museo del mundo y el principal mercado emisor está en el sudeste asiático», recordaba en relación al nuevo escenario turístico internacional.
En este contexto, «el porcentaje de asientos en España dedicados al sudeste asiático es del 5%, mientras en otros aeropuertos europeos como Ámsterdam, París y Londres asciende al 25%». Con las cifras en la mano, el dirigente de Iberia ha afirmado que «el hub de Madrid se está quedando atrás, y seguirá así, si no tenemos un operador fuerte», añade.
Sánchez-Prieto considera además que la fusión de Iberia y Air Europa sería «fundamental», para los consumidores puesto que se ha demostrado que nuestro sector es «supercompetitivo», y las aerolíneas «podemos serlo desde el lado de la oferta, obligadas por el mercado» por lo que la conclusión es clara: «que una operación como esta no se realizara afectaría al hub».
El máximo responsable de Iberia ha departido sobre el futuro del sector con el CEO de Ryanair, Eddie Wilson y el CEO de EasyJet, Johan Lundgren, además del presidente de Aena, Maurici Lucena.
PROCESOS ORDENADOS SIN DISTORSIONES
Durante su intervención en el evento Lucena, ha pedido que los procesos de concentración y consolidación que se ocasionen en el sector aéreo en los próximos años se realicen «de la manera más ordenada posible» y criticó las ayudas recibidas por ciertas aerolíneas europeas que han «distorsionado» en parte estos procesos.
El presidente de Aena ha explicado en el foro turístico que «cuando una compañía entra en deterioro financiero u operativo genera perturbación en los tráficos, pero si los procesos son ordenados, a través de fusiones o adquisiciones, la afectación a los aeropuertos es más suave y natural».
En la misma línea, el presidente de Iberia también se mostró sorprendido de que no se hayan producido más procesos de consolidación en el sector tras la pandemia y lo achacó a «determinados programas de ayuda» que han recibido algunas aerolíneas europeas, «que han venido a distorsionar ese avance de la consolidación». «Creo que esto no es positivo para la industria ni para el turismo», aseguró.
En su opinión, «España tiene un gran atractivo intrínseco que no es fácil de copiar», pero advirtió de que tiene que ser consciente de que juega «en una partida global». Por tanto, reclamó compañías más fuertes, ya que «la falta de eficiencia y de tamaño hace que las compañías sean menos resilientes», lo que provoca un impacto final en consumidores y estados.
DEFENSA DE MEDIO AMBIENTE
Todos los participantes en la mesa redonda destacaron el gran desafío que marcará en la evolución del transporte aéreo en el próximo cuarto de siglo el cambio climático y la descarbonización del sector.
«No solo se va a volar al menos tanto como antes de la pandemia, sino que se va a volar mucho más», aseguró el presidente de Aena, quien calificó de «apabullantes» las tendencias demográficas, sociales y económicas para los próximos años. «Por ello hay que hacer esta transición lo más rápidamente posible no solo para descarbonizar el stock sino para los nuevos flujos que harán que este stock se doble en los próximos 30 años», explicó el directivo.
También el presidente de Iberia considera que la demanda será muy potente en los próximos años, por lo que el sector debe estar preparado para este incremento de demanda global.
«Los consumidores pedirán más flexibilidad, habrá una apuesta por la digitalización, y la sostenibilidad será parte fundamental de todo este proceso», explicó asegurando que el proceso tendrá «una duración en su resolución más larga de lo que puede estar en el imaginario de la opinión pública», teniendo en cuenta además las diferentes legislaciones entre los distintos bloques mundiales, que pueden provocar además «desequilibrios competitivos».
Todos los participantes en la mesa redonda han concluido que la variante ómicron del coronavirus ya no afectará como las anteriores en las perspectivas de reactivación de la oferta y la demanda. Lucena ha asegurado que solo es «un bache en la recuperación» y confía en que la recuperación en 2022 sea vigorosa respecto a 2019. En los mismos términos se ha manifestado el presidente de Iberia, quien confía en una pronta recuperación del sector en los próximos años.
Tanto el CEO de Ryanair, Eddie Wilson, como el de Easyjet, Johan Lundgren, han subrayado que la vuelta de la demanda está íntimamente relacionada con las restricciones impuestas por los gobiernos para frenar la expansión del virus.