sábado, 14 diciembre 2024

Ana Botín logra rentabilidades de vértigo con las acciones de Banco Santander

IG Markets

Ana Botín nunca ha destacado como una inversora estrella. De hecho, la presidenta del Banco Santander suficiente ha tenido con hacer frente a algunas situaciones inéditas. Una de ellas son los tipos negativos, la transformación radical del negocio bancario y, por último, una pandemia global. Pero en el último año y medio la ejecutiva se ha revelado como una estratega muy capaz también en los mercados bursátiles. De hecho, su última maniobra con las acciones de la entidad cántabra es todo un éxito con una rentabilidad disparada que oscila entre el 700 y el 1.000%.

Una estrategia que se basa en aprovecharse del elemento que está detonando los mercados: las opciones. La Bolsa, y los inversores, han cambiado drásticamente en los últimos años. Una transformación que está borrando la forma de operar que ha imperado durante décadas. Así, la compraventa de acciones era el motor que movía los mercados mundiales cada día. Ahora ya no. Las opciones, un tipo de derivados financieros que ofrecen derechos (de compra, call, o venta, put), pero no obligaciones de hacerlo, han inundado el mercado. Aunque la metamorfosis va más allá, ya que si los títulos físicos eran los propulsores estos instrumentos son el turbocompresor.

Las opciones tienen un largo recorrido en la historia. De hecho, se cree que el primer contrato documentado de este tipo de instrumentos procede de la Grecia antigua, en concreto, de una historia que se cuenta sobre Tales de Mileto. Aunque también su historia puede remontarse a principios del siglo XX con las llamadas Bucket shops que permitían apostar sobre la dirección de los precios de las acciones, tras un pequeño pago inicial. Pero ha sido en 2020 y 2021, principalmente, con la llegada de la pandemia, cuando su uso se ha disparado.

LA INVERSIÓN A TRAVÉS DE OPCIONES SE DUPLICA EN UN PAR DE AÑOS

De hecho, los datos registrados en los primeros meses de enero ya suponían duplicar el número de transacciones diarias con opciones respecto a los de 2019. Y, obviamente, en los siguientes meses esa tendencia ha ido al alza. Así, el uso de las opciones se ha vuelto tan normal que incluso instituciones como Criteria Caixa, el holding financiero de Caixabank y uno de los más grandes de España, lo empezó a utilizar en 2020 para afianzar su posición en Telefónica. Ahora, casi dos años después no solo lo sigue utilizando, sino que ha incrementado sus operaciones con este tipo de instrumentos. Otro caso muy notorio es el de Ana Botín con el que además está obteniendo grandes resultados.

Pero no siempre ha sido así. Y tampoco ha sido la primera de los Botín en hacerlo, aunque sus resultados son mejores. La pandemia trajo consigo uno de los golpes relámpago más certeros en la historia de los mercados. En apenas unos días, la práctica totalidad de los títulos de la bolsa española pasaron a cotizar con fuertes descuentos. Entonces, la crisis se convirtió en oportunidad. Uno de ellos, obviamente, fue el Banco Santander encuadrado en un sector, el bancario, que sufrió todavía más que el resto. De hecho, la entidad tocó mínimos históricos en algún momento posterior a aquel difícil mes de marzo de 2020.

Así, muchos directivos se lanzaron a comprar acciones de sus propias entidades. Un caso muy sonado es el de la consejera delegada de Bankinter, Dolores Dancausa, pero también se produjeron adquisiciones en Banco Sabadell o en otras muchas firmas. Pero por lo general eran órdenes clásicas de compra de títulos. De hecho, la propia Ana Botín adquirió en julio de ese año hasta 300.000 acciones de Banco Santander a un precio de 1,8 euros. Una operación que ahora, con la firma cántabra cotizando a 3,12 euros, tiene una fuerte plusvalía.

ANA Y JAIME BOTÍN TIENEN DERECHO A ADQUIRIR HASTA 26 M DE ACCIONES 

Pero entre tantas compras sobresalía una ejecutada por Jaime Botín en el mes de mayo. En aquella operación, notificada a la CNMV, el consejero de la entidad explicaba que había adquirido una enorme cantidad de opciones, en este caso de compra o call, que le daban el derecho a adquirir más de 20 millones de acciones de Banco Santander a 3,4 euros antes del 15 de diciembre de 2023. El movimiento implicaba que el directivo confiaba en que el valor de la entidad creciese hasta en un 70% a lo largo de esos años. Y en términos de costes implicó un desembolso de entre dos y tres millones, aunque la suma no se hizo pública.

La experiencia de Jaime pareció animar a Ana que unos meses después ejecutó ese mismo movimiento. En concreto, en el mes de septiembre la presidenta del Santander adquirió opciones que le daban el derecho a adquirir 3,5 millones de acciones del banco cántabro en los siguientes años a un precio de entre 2 y 2,10 euros. El resultado no ha podido ser mejor. De hecho, la ejecutiva ha vuelto a las andadas y el pasado 15 de diciembre adquirió nuevas opciones de compra europeas que le dan la posibilidad de adquirir 2,16 millones de títulos adicionales a 3,25 euros.

Tras conocerse los movimientos la pregunta es: ¿Cómo gana dinero Ana o Jaime con estás apuestas? La respuesta es sencilla. Las opciones, sean call o puts, pese a ser derivados subyacentes de un activo, en este caso las acciones del Banco Santander, tienen un precio que se conoce como prima. Ese valor no es más que la relación promediada entre la volatilidad del activo, el tiempo en el que se mantiene el derecho y la diferencia entre el precio actual y el de ejercicio. Por tanto, el poseedor de las opciones ganará dinero a medida que el precio del activo se acerque o supere al del ejercicio más la prima pagada.

OPERACIONES SENCILLAS

En el caso de los Botín no es sencillo calcularlo. Al fin y al cabo, ninguno desvela la prima pagada y en el caso de Ana ni siquiera el tiempo de finalización del derecho. Aunque fuentes cercanas aseguraron que el desembolso pagado por Jaime no superaba en ninguno de los casos los 0,10 euros, una cifra que se queda algo corta (sobretodo por la volatilidad y el alargado periodo que se mantiene, unos tres años y medio), pero que podría tener sentido. De hecho, el margen de seguridad podría estar entre los 0,10 y los 0,15 euros. Una horquilla que puede valer también para las apuestas de la presidenta.

Entonces, la operación es sencilla. Ana desembolsó cerca de 350.000 euros en forma de prima por sus opciones en el mes de septiembre. Una cifra que se asemeja, por ejemplo, a sus pagos en títulos en esa u otras ocasiones, por lo que cuadra. Como la ejecutiva gana dinero a medida que el valor actual está por encima del precio de ejercicio, 2,20 euros más o menos frente a 3,12 actuales, el resultado es casi de 0,90 euros por acción. En concreto, unos 3,1 millones si decidiese vender ahora. Pero la presidenta solo ha pagado en torno a 0,10 euros, por lo que la ganancia total se acerca al 800% en la actualidad. Una cifra que seguirá aumentando en los próximos meses.

Por último, aclarar que Jaime tampoco está perdiendo dinero. En la actualidad, el valor de las opciones que tiene en poder está cerca del doble de lo que pagó, por lo que están valoradas entre los cuatro y los seis millones de euros. La razón es que la brecha en el precio se ha cerrado prácticamente y que el tiempo se ha reducido a la mitad. Ambos factores elevan el precio de las opciones, según la famosa fórmula de Black-Scholes. Algo parecido ocurre con las opciones compradas en diciembre por Ana cuya revalorización también es alta.

Al final, ambos deben decidir si esperaran a ejecutar la compra de acciones de Banco Santander como estrategia de ganar peso en el accionariado. O, sin embargo, prefieren vender sus opciones y obtener una gran rentabilidad en la operación. Pero lo que está claro es que han sabido sacar el máximo partido a la hora de leer el futuro bursátil del banco.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2

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