La única autonomía que resistió cual aldea gala al rodillo conformado por Telecinco y Antena 3 en 2021 fue Cataluña, que sigue en manos de TV3 por duodécimo año consecutivo. La cadena autonómica firmó un mayúsculo 14,6% de share que contribuyó a la subida anual de la Forta (que marcó un 8,4%) y dejó muy atrás a otras cadenas homólogas como Canal Sur (8,1%) o Telemadrid (5,2%).
TV3 vive días de incertidumbre ante los cambios que se avecinan gracias al pacto audiovisual firmado por ERC, Junts per Catalunya y PSC, que acordaron el nombramiento de Rosa Romà como director de los medios públicos de la Generalitat y del ‘puigdemontista’ Xevi Xirgol, exdirector del independentista El Punt Avui, como presidente del Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC).
Las tres citadas fuerzas han acordado renovar por consenso la cúpula de TV3 (que recaerá en alguien de confianza de ERC) y de Catalunya Ràdio (que estará dirigido por un afín a Junts per Catalunya). El PSC pretende garantizarse que ambas fuerzas no elijan a comisarios políticos en estos cargos. Los socialistas, a cambio, avalarán un nuevo contrato-programa que garantice los ingresos de la Corporación catalana.
ADIÓS A VICENT SANCHIS
Vicent Sanchis se despidió oficiosamente de la dirección de TV3 hace unos días en el espacio ‘Preguntes freqüents’, donde alardeó de una «pluralidad» difícilmente visible durante los cinco años que ha ejercido el cargo.
Es cierto que la rebaja del procés ha atenuado el sesgo ideológico de la parrilla de la autonómica a pesar de que algunas fuerzas utilizan TV3 para polarizar Cataluña: el exconseller ‘puigdemontista’ Lluís Alay ha denunciado de forma obscena que la cadena ofrezca cobertura sobre la crisis de La Palma (¿es porque pertenece al continente africano o por su españolidad?», preguntó mientras se retrataba).
Y algunas fuerzas unionistas piden de forma demagógica que un concurso en catalán como ‘Atrapa’m si pots’ acepte respuestas en castellano (como si ‘Pasapalabra’ aceptase respuestas en catalán o sus responsables no llamasen a la Guardia Civil si responden en euskera).
PALOS CONTRA EL DIRECTOR
En Junts per Catalunya existía la percepción que Sanchis iba a intentar perpetuarse en el cargo tras dejar de aceptar consignas y haberse acercado a ERC. Pero el directivo valenciano ha renunciado a presentarse a la reelección en el cargo.
El enfado de los de Puigdemont se visibilizó con la intervención hace unas semanas del representante de su partido en la Comisión de Control de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA).
Josep Riera hizo un traje a distintos espacios de la parrilla de TV3: «De ‘Germans’ ya hablamos, que no ha funcionado; ‘La banda sonora’, por ejemplo, no ha arrancado y ha terminado cambiando de horario; ‘L’última nit del karaoke’, de poco a menos; ‘Persona infiltrada’ no despunta, e incluso un clásico como el ‘APM?’ ha tenido algunos registros a la baja que no habíamos visto antes».
El parlamentario se mostró preocupado porque «el ‘Planta baixa’, lejos de consolidarse, ha tenido caídas preocupantes de audiencia, paralelamente a una cierta desorientación en los planteamientos. También el ‘Tot es mou’ ha tenido descensos y desorientaciones que también nos preocupan. Y el ‘Preguntes freqüents’ está instalado en una media ya por debajo de la media de la cadena, muy baja».
Junts per Catalunya cree que Sanchis se ha alineado con el tertuliano más influyente de TV3 tras la ‘caída’ en desgracia de Pilar Rahola, el periodista Sergi Sol, íntimo de Oriol Junqueras y defensor en ‘Al rojo vivo’ de la estrategia posibilista de los republicanos frente al rupturismo postconvergente.
PRESIONES Y LÍOS
El empresario David Madí, hombre de Artur Mas en los medios e íntimo de Carles Puigdemont, ya advirtió a Rahola que había desconfianza en Junts contra Sanchis por ir ‘al sol que más calienta’, en este caso ERC. Madí se lo hizo saber en una llamada telefónica intervenida por la Justicia a cuenta de la financiación ilegal de Convergència.
Sanchis hace oídos sordos y asegura que él ha sido impermeable a las presiones políticas: «Me llaman de todos los colores políticos presionando. Quien más quien menos se lo tendría que hacer mirar. Todos quieren incidir. Yo no me doblo a estas presiones«, afirmó en 2020.
El valenciano intenta ahora surfear las críticas políticas ante su incapacidad de regatear los palos futbolísticos que se está llevando TV3 porque su histórico presentador Lluís Canut ha asegurado que Gerard Piqué se embolsaba 28 millones de euros brutos anuales… antes de que el futbolista enseñase un pantallazo del banco que evidenciaría que cobra menos de 5 netos por temporada.
El Barça, en horas bajas, sigue siendo el «ejército desarmado de Catalunya» (Vázquez Montalbán dixit) y el único elemento intocable para la ciudadanía en el ‘país petit’, tal y como ha aprendido Sanchis.