Uno de los gestos más habituales en las cocinas de todas las casas es el de freír unas patatas o unas croquetas y al terminar, guardar el aceite de la sartén en la típica aceitera con filtro, para poder reutilizarlo otro día. ¿Te suena? Esta costumbre tan común puede conllevar algunos riesgos, ya que es fácil perder la cuenta de las veces que se vuelve a usar el aceite, calentándolo una y otra vez para diferentes preparaciones.
Lo ideal, evidentemente, sería utilizar aceite nuevo cada vez que freímos algo, pero esta opción se nos antoja bastante utópica e irreal, más teniendo en cuenta el elevado precio del aceite de oliva, que es el que solemos emplear.
4CUIDADO CON LA TEMPERATURA
La pregunta clave ahora es, ¿cuándo se considera que se está reutilizando demasiado el aceite de la sartén o la freidora? La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos da la clave, en un completo manual para una fritura sin riesgos, con diferentes tipos de aceite.
Según dicha organización, el aceite, sea de oliva, de maíz o de girasol, se puede reutilizar hasta 25 veces, siempre y cuando, y aquí está la clave, no se sobrepasen los 180º C, se mantenga protegido de la luz y que no llegue a enfriarse entre un uso y otro. Unas recomendaciones que no parecen muy útiles para el uso doméstico. ¿Entonces qué hacemos?
