La construcción industrializada se perfila como la solución a los problemas que atraviesa el sector de la construcción, como la inflación, la falta de mano de obra profesional o los procedimientos obsoletos. Grupo Avintia destaca como una de las pioneras en la creación de un sistema de construcción industrializada integral con su sistema ÁVIT-A. Para ello, utilizan la transformación digital, incorporando la tecnología a la cadena de valor.
El Director General de Planificación y Organización Corporativa de Grupo Avintia, Juan Jesús González, explica que en la cadena de valor de la construcción industrializada “tenemos tres grandes fases: la fase de diseño e ingeniería; la fase de construcción y montaje y la fase de operación y mantenimiento”. Todo este proceso cuenta con la complicidad de un sistema digital que Avintia aplica para poder completar la industrialización de la vivienda. “Aplicamos los conceptos de la industria 4.0 y 5.0, lo que nos asegura esa trazabilidad en el sistema digital. Es un medio para un fin”, confirma el directivo.
La compañía, dentro de los diferentes aspectos a controlar en la construcción, apuesta por asegurar la cadena de suministro. Para el directivo de Avintia, “esto es lo más importante del proyecto. Con el sistema ÁVIT-A se asegura la operación y control de la cadena de suministro y que lo que construyes sea lo que está previsto”. No hay variación del plan previsto, por lo que los errores son mínimos.
Además de los diferentes procesos integrados, Grupo Avintia utiliza tecnologías como plataformas en cloud, robótica, Internet de las Cosas y, sobre todo, big data, que viene en la fase final del proyecto. La compañía aprovecha los datos que genera su sistema para permitir una respuesta más eficaz: una mejora de los procesos de diseño, optimización de recursos, materiales, proceso de compras, fabricación, construcción y montaje, todo esto desde el análisis de datos en tiempo real, combinados con modelos predictivos, asimismo, es la base para la ejecución 100% digitalizada de los procesos involucrados en la operación y mantenimiento.
«Con el sistema ÁVIT-A se asegura la operación y control de la cadena de suministro y que lo que construyes sea lo que está previsto»
Por otro lado, una vez terminado el edificio industrializado, con respecto a la fase de operación y mantenimiento, explica el responsable de planificación y organización de Grupo Avintia, “aquí hay dos partes fundamentales: las plataformas BMS, las que tiene el operador del edifico, y está también el que gestiona la operación, la orden de servicios”. Es por ello que la compañía ha desarrollado ‘Óptim-A Servicers’, una plataforma conectada a esos servicios que permite tener una trazabilidad de las tareas en carga, hacer la operación directa de mantenimiento y ver si las incidencias se pueden resolver de forma remota o ‘in situ’. “Sobre todo, nos permite dar un servicio al cliente inmediato al estar totalmente integrado en el sistema”, resume Juan Jesús González.
La tecnología y digitalización llevan a una optimización y ahorro en la fase de explotación y mantenimiento, que supone uno de los mayores costes del edificio -hasta el 75%-. Con el modelo digital se permite un ahorro de hasta 60 euros por cada euro invertido. “Este ahorro no es solo económico, sino que está relacionado con la sostenibilidad y el consumo. Diseñamos un edificio eficiente, aseguramos la arquitectura y el diseño, y luego entregamos un edificio que se pueda operar de forma eficiente. Es aquí donde se da la relación 60/1”.
Asimismo, AVIT-A utiliza el Internet de las Cosas (IoT) para sensorizar las instalaciones. De esta forma, se pueden prever las diferentes actuaciones sobre elementos que necesiten de una conservación o mantenimiento y que van a dar información importante para la toma de decisiones. “En el caso de los diferentes equipos dispuestos en la vivienda y el edificio, -las calderas, por ejemplo-, pasamos del mantenimiento preventivo al predictivo. A través del IoT es posible anticipar posibles fallos o requerimientos de sustitución con solo un alerta emitida en el sistema, asegurando los tiempos de atención, reduciendo las paradas por fallos, aumentando la productividad del técnico y optimizando la movilidad de los recursos”,
El sistema ÁVIT-A de construcción industrializada permite también fomentar la economía circular. Precisamente aplicarla en la construcción tradicional no es fácil, pero con la industrialización se tiene toda la información sobre el producto: “Lo más importante de la economía circular en la construcción industrializada es que se puede montar y desmontar. Es más fácil el reciclaje con este método”, explica González.
Por último, el directivo no ha dejado pasar la oportunidad de lanzar un mensaje sobre la necesidad de un cambio de mentalidad de aquellos profesionales que forman la cadena de valor del producto. “La parte humana es la más complicada de todos los sistemas”, explica. “Se necesita una capacitación en tecnología digital, algo muy sencillo según está planteado, pero hay que capacitar a la gente de otra manera”. Esto llevaría al sector de la construcción industrializada hacia una mejora que repercutiría en el cliente final y en la digitalización de los proyectos.