Iberdrola participará en la ‘megasubasta’ para el desarrollo de energía eólica marina que se celebrará el próximo mes de febrero, y que pondrá en juego arrendamientos para el desarrollo de entre 5,6 y 7 (GW) de potencia en aguas de la costa de Nueva York y Nueva Jersey.
La Oficina de Administración de Energía Oceánica (BOEM, por sus siglas en inglés) anunció el lanzamiento de esta subasta para el próximo 23 de febrero, fecha en la que se pondrán en juego más de 480.000 acres (194.250 hectáreas), la mayor superficie ofertada en el país en una subasta, para el desarrollo de eólica marina en el área conocida como New York Bight.
Esta será la primera subasta de energía eólica marina bajo el Gobierno de Joe Biden y la primera venta de arrendamiento de energía eólica marina en el país en más de tres años.
Avangrid, la filial estadounidense de Iberdrola, confirmó que acudirá a esta subasta para una tecnología como la ‘offshore.
«Dada nuestra cartera de proyectos eólicos marinos de 4,9 gigavatios (GW), esperamos participar en esta subasta histórica», indicó el consejero delegado de Avangrid, Dennis V. Arriola, que puso en valor el «sólido historial» de la compañía en el desarrollo de estos proyectos.
De esta manera, el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán reafirma su apuesta por Estados Unidos, a pesar del revés que sufrió a finales del año pasado, después de que el regulador del estado de Nuevo México tumbara la compra por parte de Iberdrola de PNM Resources, decisión recurrida judicialmente, por lo que se ha dado de plazo hasta 2023 para poder culminar la operación.
UNA CARTERA DE EÓLICA MARINA DE 4,9 GW EN ESTADOS UNIDOS
La eólica marina representa una apuesta estratégica para Iberdrola, especialmente en un mercado como el estadounidense, donde es líder en el país tras elevar su cartera a 4.900 megavatios (MW), después de hacerse con el control de la cartera de más 2.000 MW de capacidad eólica marina que compartía con el fondo danés Copenhagen Infrastructure Partners (CIP).
La Administración Biden ha mostrado su decidida apuesta por la eólica marina con un plan para instalar 30 GW de esta tecnología a 2030 en el país.
En Estados Unidos, Iberdrola es propietaria al 100% de ‘Commonwealth Wind’, un proyecto de 1.232 MW en Nueva Inglaterra, que fue seleccionado en diciembre para suministrar energía eólica marina a las compañías eléctricas de Massachusetts.
Igualmente, tiene la propiedad en exclusiva de ‘Park City Wind’, un proyecto de 804 MW en Connecticut, en avanzado estado de desarrollo, con un contrato a largo plazo (‘PPA’, por sus siglas en inglés) asegurado y permisos del BOEM en tramitación.
Además, la energética conserva el 50% del parque ‘Vineyard Wind 1’, de 800 MW en Massachusetts, cuya construcción comenzó en el último trimestre del año pasado, así como el derecho a tomar el control de este durante la fase de explotación. Cuando entre en operación en 2024, ‘Vineyard Wind 1’ será el primer parque eólico marino a escala comercial que opere en el país.
También es propietaria del área de desarrollo Kitty Hawk (2.500 MW), en Carolina del Norte; y ya ha iniciado el proceso de obtención de permisos BOEM para el proyecto Kitty Hawk North (800 MW), el primer proyecto que se desarrollará en esta zona y gestiona otros parques en una fase anterior de desarrollo.
INVERSIÓN DE MÁS DE 13.000 MILLONES EN ‘OFFSHORE’ EN EE.UU.
En total, la inversión de Iberdrola en su cartera ‘offshore’ en Estados Unidos podría superar los 15.000 millones de dólares (unos 13.232 millones de euros) en los próximos años.
En dos décadas operando en Estados Unidos, el grupo español ha crecido en el país a través de Avangrid, estando presente en 25 estados y gestionando más de 8.000 MW de capacidad de generación y más de 170.000 kilómetros de líneas eléctricas a través de ocho empresas de servicios públicos en Nueva York, Connecticut, Maine y Massachusetts, dando servicio a una población de siete millones de personas, con 3,3 millones de clientes directos.
El grupo tiene previsto invertir más de 30.000 millones de dólares (unos 26.463 millones de euros) entre 2020 y 2025 en redes de transporte y distribución, y en renovables, lo que le permitirá casi duplicar su capacidad renovable en 2025.