El enfoque funcional de Clínica UMEBIR sobre el tratamiento de enfermedades autoinmunes

El Dr. Fernando Ruger Viarengo, presidente de la Sociedad Española de Medicina Funcional y Nutrición de Precisión (SEMEFNUP), fundador y director médico de un centro médico de referencia en España como Clínica UMEBIR, es uno de los máximos exponentes de la medicina funcional en España y habla de la autoinmunidad en la actualidad, categoría donde entra una gran parte de la enfermedad tiroidea.

Hay dos tipos de enfermedad autoinmune en la tiroiditis, básicamente la tiroiditis de Hashimoto y la enfermedad de Graves, el máximo exponente del hipotiroidismo y del hipertiroidismo respectivamente, aunque puede haber comportamientos no tan clásicos en cada una de ellas.

Según un reciente estudio de población en España, la prevalencia de disfunción tiroidea es del 10 % (0,8 % hipertiroidismo y 9,1 % hipotiroidismo), la mitad de origen autoinmune. Considerando que existe un alto porcentaje de casos de hipotiroidismo sin diagnosticar, se trasforma en un problema importante de salud.

«¿Quién no conoce a una persona que, al preguntarle como está, no responda cansado/a?», pregunta el doctor. «Aquí se inicia un estudio adecuado de la función tiroidea. En UMEBIR, nos encontramos con el 90 % de los pacientes con fatiga crónica, sin estudios adecuados de tiroides. ¿Por qué me centro en la palabra adecuados? Porque pocas veces recibimos pacientes estudiados adecuadamente«. Lamentablemente, con una TSH y una T4 normal, suelen descartar la disfunción tiroidea y esto realmente no es correcto. Se deben pedir T3 y T4 totales, T3 y T4 libres, T3 reversa, Zinc, Selenio, Iodo, Cobre, Eco doppler tiroidea, ecografía abdominal, un perfil metabólico y lipídico completo, un perfil de nutrigenética que hable del gen DIO, anticuerpos, un estudio completo del intestino y también otros que nos indiquen la conversión de hormonas tiroideas a nivel periférico y su acción a nivel celular, algo completamente independiente a los niveles de hormona que pueden estar normales, ya sea medicado o no medicado. y el paciente continuar con síntomas de hipotiroidismo porque sufre un hipotiroidismo molecular. Es decir, plasmáticamente todo es normal, pero la acción de estas hormonas en las células es deficiente, ya sea por la propia hormona, los receptores o por condiciones externas, insulina, hígado graso, déficit mineral etc. «Esto nos da el caso del paciente medicado, pero extremadamente sintomático que, pese a subir la dosis, no mejoran sus síntomas. Es lo que suelo llamar el paciente normotiroideo de laboratorio e hipotiroideo clínico«, comenta el doctor.

«Desconozco realmente el motivo por el cual muchos compañeros no estudian adecuadamente a los pacientes desde el enfoque tiroideo, las aseguradoras es real que no autorizan ni el 10 % de estos exámenes, solo estudian TSH Y T4 y, si es normal, no se realiza otro examen, pero esta actitud me suele extrañar en los compañeros de servicios públicos de salud. Nosotros, como profesionales no podemos dejar que una empresa nos limite nuestra buena praxis. Nosotros hacemos medicina, no números, y bien es real que todo esto luego hay que saberlo interpretar adecuadamente, para lo que se requiere formación y experiencia clínica».

«En el momento que diagnosticamos hipotiroidismo y un origen autoinmune, se inicia el enfoque terapéutico o la estrategia terapéutica, el tratamiento de enfermedades autoinmunes. A diferencia de lo habitual, siempre les explico a mis pacientes que, en estos casos, lo que debemos tratar es el sistema inmune y, como consecuencia, la tiroides, y no al revés, que es lo habitual y lo que suelo ver en el 100 % de los pacientes. Es decir, reemplazar la función tiroidea con hormona, olvidando que el problema está en la inmunidad y que, si no se solventa esta, será hoy la tiroides, mañana el colágeno con un lupus y pasado la mielina con una esclerosis. Más allá de que la gran mayoría de los pacientes con hipotiroidismo solo están tratados con hormona de sustitución, sin valorar ni el resto de exámenes ni el resto de situaciones o parámetros que influyen en la función tiroidea y mucho menos en realizar una regulación del sistema inmunitario a través del estudio y tratamiento del intestino y una suplementación y dieta adecuada para estos casos».

Es imposible seguir escuchando: «Coma lo que desee, tome la hormona y, si la TSH y su T4 está normal, no puedo hacer más nada por usted» o «Los síntomas ya no son de la tiroides, no se preocupe por los anticuerpos que estén altos, lo importante es su nivel de hormonas y está bien». Se siguen escuchando, por parte de los pacientes, estas frases de sus endocrinos o médicos de cabecera, atrocidades técnicas.

«Nuestro enfoque en UMEBIR es el tratamiento de enfermedades autoinmunes«, añade el doctor. «En especial, como ejemplo de estas, la tiroiditis de Hashimoto. Aunque el protocolo de tratamiento de enfermedades autoinmunes lo aplicamos con excelentes resultados en todas las enfermedades con origen autoinmune, es completamente distinta o diría lo contrario a todas estas frases que hemos mencionado anteriormente». Este tratamiento de enfermedades autoinmunes incluye: un estudio diagnóstico adecuado, exámenes genéticos específicos, un control periódico adecuado, una dieta adecuada, un estudio del intestino y la permeabilidad, una reparación de la barrera intestinal y la permeabilidad, un tratamiento inmunomodulador, una suplementación mineral y de vitaminas adecuada y una regulación adecuada de la vitamina D como eje regulador de la inmunidad.

«De esta forma, logramos un éxito adecuado en el tratamiento de enfermedades autoinmunes en UMEBIR, con una mejoría sustancial de la calidad de vida de los pacientes que padecen este tipo de trastornos», concluye el Doctor Fernando Ruger Viarengo.