Hipotecas: La dicotomía está en pedirla a tipo de interés fijo, variable o mixto

A la hora de pedir una hipoteca, hay que calcular bien porque se va a pagar durante muchos años.
En los pagos mensuales, primero se abonan los intereses y luego el principal, por eso se van prolongando los intereses durante más tiempo, ya que el principal tarda más en disminuir.


La dicotomía está en pedirla a tipo de interés fijo, variable o mixto. Ahora aumenta la cifra de los que piden el interés fijo.


El interés variable sirve para llegar a épocas como la actual, con un precio del dinero muy barato, porque se calcula que tardará tiempo en encarecerse. Al eliminarse las cláusulas suelo por la justicia, permite ir tranquilos al saber lo que pagarás durante toda la hipoteca. En el caso de variable, ahora incluso te puede salir negativa porque el dinero que presta el Banco Central Europeo obliga a moverlo y, por tanto, en algunos sitios, como Alemania, el interés de la deuda es negativo.


Mixto: un tiempo es fija y luego pasa a variable. Es conveniente para quienes calculen que durante un tiempo podrán amortizar cuotas por recibir cantidades de dinero que les permitan ir reduciendo el tiempo y la cantidad del préstamo hipotecario.


Multidivisa. Además de pactar interés fijo o variable o mixto, se puede pedir en una moneda concreta que, por lo que sepamos, se ha revalorizado mucho y, a la larga, puede perder valor. Por ejemplo, en el par Euro-Dólar, si el dólar llega a la paridad y se contrata en dólares, como hasta ahora el euro estaba más fuerte, si vuelve a ocurrir que el euro se revalorice, nosotros pagaremos la cifra en dólares. Por ejemplo: 100.000 dólares que, a la larga, si se revaloriza un 10% el euro, sería como descontar 10.000 euros al total de la hipoteca. Esto tiene riesgos, porque la moneda fluctúa mucho y ha habido casos en los que, con la apreciación de la divisa que se ha contratado, se encarece mucho el préstamo.  


El euríbor: es el promedio del interés al que las entidades están prestando el dinero en cada momento. A partir de esta cifra, se negocia un porcentaje. Por ejemplo: Euríbor + 0,5%. Si el Euríbor está al 0.2% pagaríamos el 0,7% de todo el préstamo, pero se paga cada año. Es decir, el primer año pagas el 0,7% de toda la cantidad, p. ej: 100.000 euros. El segundo año, el 0,7% de todo lo que falta por pagar. P. ej: 96.000 euros, y así sucesivamente.