Los errores más comunes a la hora de realizar el mantenimiento de tu vehículo

La mejor manera de evitar que un vehículo se estropee es hacer un mantenimiento adecuado. Sin embargo, estas labores se suelen ir retrasando por dejadez, falta de tiempo o por cuestiones económicas.

A veces incluso se realiza mal, de manera que en lugar de mejorar el funcionamiento del coche lo puede llegar a estropear provocando averías que suelen ser caras.

Elegir un aceite inadecuado

Si vamos a una tienda de recambios veremos que hay decenas de latas de lubricantes distintos. Por suerte, cómo saber qué aceite lleva tu coche es muy sencillo y solo hay que consultar el manual, en donde indican la marca que recomienda el fabricante.

Aquí, el error más común es elegir uno con una viscosidad que no es la adecuada, lo que hace que el coche arranque peor, no lo haga o que el motor no vaya bien lubricado.

Alargar el cambio de las escobillas del limpiaparabrisas

Las escobillas del limpiaparabrisas son una de las piezas a las que menos atención prestamos. Hay que sustituirlas todos los años, pero casi nadie lo hace y únicamente se dan cuenta del error cuando ya es demasiado tarde.

Ese momento llega con la lluvia. En esa situación las escobillas no limpian el agua o se rompen si la goma está muy pasada, provocando una situación de peligro tanto para nosotros como para el resto de los conductores.

No revisar las ruedas

A pesar de que los neumáticos son los que nos mantienen en contacto con la carretera, lo cierto es que es una de las partes del vehículo a la que menos hacemos caso.

Mirar las presiones es incómodo, pues tenemos que ir a la gasolinera, a veces hacer cola en la máquina, agacharnos y mancharnos las manos, etc., no obstante, es algo muy necesario tanto por seguridad como para que las ruedas duren más.

Además, también hay que ir mirando el desgaste una vez que ya hemos hecho algunos miles de km, comprobar que se produzca de manera regular, ver si hay bultos o si la goma se ha deformado, etc.

Ignorar la batería

Lo normal ahora es llevar una batería que no requiere mantenimiento. A pesar de ello, eso no quiere decir que nos podamos desentender de ella por completo, pues si lo hacemos pasado un tiempo nos dará una sorpresa poco agradable.

En concreto, un día intentaremos arrancar y será imposible al ni siquiera girar el motor de arranque. En ese momento habrá que cambiarla después de pasar un rato poco agradable al dejarnos tirados en el peor sitio posible.

Para evitar esto debemos pedir a nuestro mecánico que la revise con un multímetro. La cifra de voltaje que dé será la que nos indique si podemos seguir con ella o ha llegado el momento de sustituirla.

A la hora de mantener un vehículo se pueden cometer muchos errores. Algunos son graves y casi siempre se dan por dejadez, de manera que lo mejor es llevar estas operaciones al día e ir haciendo pequeñas revisiones a menudo que nos evitarán más de un susto.