La Fira de Barcelona ha saldado el segundo año de la pandemia con números rojos. Las pérdidas de explotación han alcanzado los 10 millones de euros en este 2021, con una nueva caída en la facturación. En concreto, según los datos del ente, los ingresos han caído a 60 millones, frente a los 83 registrados en 2020. De esta forma, la facturación se ha desplomado un 72% respecto al récord cosechado en 2019, cuando se alcanzaron los 215 millones.
La Fira de Barcelona es una de las entidades que más ha sufrido con los cierres y restricciones del Gobierno y la Generalitat. Durante el primer semestre de este año, la Fira de Barcelona ha tenido que cerrar sus puertas, sin la posibilidad de celebrar grandes eventos; y si se han hecho, con una menor afluencia de público.
De hecho, en comparación con 2019, la actividad de la Fira de Barcelona ha caído con fuerza. Fue un año de récord, tanto en números financieros como de visitantes. El turismo se encontraba en su punto álgido. Debido a la anomalía de la pandemia, los dirigentes de este recinto han apuntado que no se pueden comparar los datos con ejercicios anteriores. Hace dos años, los eventos superaron los 150, ahora apenas hay proyectados la mitad. Y todo con la versión más optimista de cara al 2022.
LA FIRA DE BARCELONA ESPERA ABRIR TODOS LOS SALONES Y CONGRESOS
Para el director general de la Fira, Constantí Serrallonga, el resultado negativo de explotación se debe a los mayores costes para la organización de eventos en relación al tamaño y la rentabilidad de los mismos. Las actividades de la Fira han sido más reducidas en espacio, pero se han tenido que equipar para cumplir con los protocolos. Sin embargo, son de «gran utilidad» para las empresas y los sectores productivos.
Para el 2022, la Fira de Barcelona cuenta con la celebración del MWC Barcelona, ISE, Alimentaria o Seafood, entre los otros más de 70 eventos que aparecen en su web. Todos ellos están programados en el calendario y ayudarán a incrementar la facturación, siempre y cuando las restricciones lo permitan. De hecho, en enero no se ha programado ningún evento para evitar las primeras cancelaciones si se mantienen las medidas impuestas en Cataluña.
A partir de febrero, la Fira de Barcelona se estrenará con los primeros platos: El ISE y la Barcelona Wine Week; y terminar el mes con el más que esperado Mobile World Congress. En marzo, a fin del trimestre, continuará con el Photo Forum Fest, el Saló de l’Ensenyament y Futura. Para abrir el segundo trimestre, Alimentaria, Barcelona Bridal Fashion Week y Seafood.
PREVISIONES SIN CONTAR CON LAS RESTRICCIONES
Así, cuatro de las principales ferias y congresos que se celebrarán en Barcelona penden de la incertidumbre de la pandemia. Todos ellos están en preparados para celebrarse, aunque dependerá no sólo de la situación pandémica en Cataluña, sino también de la procedencia de los expositores. China, por ejemplo, ha confinado a 13 millones de personas por 148 casos positivos en los últimos días. El país es uno de los principales exportadores de congresistas en las ferias tecnológicas. En Holanda también se han aplicado confinamientos estrictos debido a la variante Ómicron del coronavirus.
La Feria de Barcelona acogerá prácticamente la mitad de eventos de 2019, cuando se alcanzaron los 150. Sin embargo, los dirigentes esperan 170 millones de euros en ingresos, triplicando las cifras de este ejercicio. Esto se puede explicar por la apertura de todas las ferias, salones y congresos, una subida de precios y una mayor afluencia de público en las exposiciones. Con todo, Serrallonga muestra un «moderado optimismo». Las cifras incluyen también los resultados del CCIB. Es decir, una estrategia centrada en una vuelta total a la normalidad, pese a la incertidumbre que presenta el 2022.
UNA MÁQUINA DE MOVER LA ECONOMÍA
En 2019, el impacto de la Fira de Barcelona era una verdadera locomotora. Los congresos, salones y ferias querían establecer casi un campo base en la Ciudad Condal. Sin embargo, la decadencia de la ciudad y las políticas restrictivas en cuanto a la apertura de hoteles pesan como una losa a los promotores.
El Mobile World Congress estuvo a punto de dejar la ciudad en 2019 debido a la hostilidad de fuerzas políticas. El Primavera Sound, por su parte, está buscando nueva ubicación. Por lo que está seriamente en duda que pueda ser de nuevo un motor económico. Hace tres años, movía cerca de 4.710 millones de euros, con más de 35.000 puestos de trabajo. Solo el MWC dejaba más de 400 millones en apenas tres días de feria.
Un escenario, sin embargo, que Barcelona trata de dejar atrás, pero que Madrid y otras ciudades ganan terreno y están al acecho de hacerse con estos importantes eventos. De hecho, por primera vez se celebrará el Seafood, que hasta ahora tenía lugar en Bruselas. Se trata de una gran feria gastronómica con productos del mar y a ella acuden cientos de expositores.
Entre otros salones, la Fira organizará en sus instalaciones el Náutico, l’Ocupació, Bizbarcelona y B-Travel, entre otros. También albergará el Congreso Europeo de Cardiología; Medicina Respiratoria; y de Educación. En cuanto a uno de los eventos más esperados será el de Ibtm World, dedicado a una de las actividades con mayor proyección durante la pandemia. Los salones del Comic y Manga también se celebrarán en estos lugares. Habrá que esperar por tanto para confirmar una nueva vuelta a la normalidad y una recuperación fehaciente antes de volver a proyectar números.