viernes, 13 diciembre 2024

Banco Santander sella una extraña paz con Ismael Clemente (Merlin)

A la socimi inmobiliaria Merlin Properties y a su CEO, Ismael Clemente, no se le atragantarán las uvas y el fin de año. La cotizada del Ibex 35 ha visto como en las últimas horas su consejo de administración se ha tambaleado por discrepancias entre Banco Santander, que es el principal accionista de Merlin y está personificado en el presidente no ejecutivo, Javier García-Carranza, e Ismael Clemente, el fundador de la socimi. Y es que en los últimos meses, el directivo perteneciente a la entidad bancaria ha ido mermando poco a poco las competencias de Clemente hasta prácticamente diezmar su poder dentro del consejo.

En este contexto, y tras una reunión extraordinaria del consejo de administración, parece que las aguas han vuelto a su cauce -al menos por el momento-. Las tensiones entre las distintas partes que se llevan viendo desde hace un tiempo se han apaciguado. En un hecho relevante remitido a la CNMV tras dicha reunión, tanto el presidente, García-Carranz, como el consejero delegado, Clemente, han firmado una extraña paz, en la que han apostado por unanimidad «iniciar un proceso de reforma de la gobernanza, con el objetivo de mejorar la misma en interés de Merlin y de todos sus accionistas».

De hecho, la situación parece proteger una posible venta -opa- de la compañía -rumores que ha habido en el mercado desde hace meses-, ya que los movimientos relacionados con Clemente demuestran que dañan el valor de la socimi. Así, este lunes la cotización de la inmobiliaria se desplomó un 6,3%, lo que supone la mayor caída en una sola sesión desde mayo de 2020. Uno de los puntos en los que siempre ha insistido Ismael Clemente es que nunca vendería la compañía por debajo del valor real que tienen los activos que componen el porfolio en la calle. La solución a la problemática ha sido extraña ya que ambos directivos han hecho las paces tras unos meses en los que no se podían ni ver.

Igualmente, han rechazado las informaciones que se han publicado en diversos medios en las que se hablaban de estos problemas entre ambos directivos, y se han manifestado contra «aquellas descalificaciones contra determinados accionistas y consejeros de Merlin». Por otro lado, ambos directivos han querido poner reiterar su «respeto mutuo y su expresa decisión de poner en marcha mecanismos precisos y medidas concretas para la gestión acorde con la mejor gobernanza de la Sociedad».

La razón principal todavía está por ver, pero desde los últimos meses las diferencias entre ambos directivos han ido en aumento y en detrimento de Clemente. El extremeño ha ido perdiendo poder dentro del consejo de administración ya que, según algunas fuentes del sector, el directivo de Santander ha ido reduciendo las competencias de Clemente. Así, este punto se ha visto agravado hasta tal extremo que el fundador de la socimi necesita la autorización del consejo para cualquier operación de compra y venta por debajo de los 150 millones de euros.

La diferencia entre ambas partes dificultará implantar la hoja de ruta

POSIBLE SALIDA

Igualmente, con la salida de Clemente también se podría ir parte de su equipo directivo, que fueron quienes fundaron Merlin y quienes salieron de Deutsche Bank en 2012 fruto de la crisis derivada de 2008. De hecho, los analistas ven altamente probable que gran parte de este equipo se vaya también tras el cese de Clemente, por lo que las dudas sobre quién llevará las riendas de la compañía son altas. En este caso, y según Renta 4, «consideramos que este tipo de noticias podrían aumentar el riesgo de salida de papel o la posibilidad de una colocación o venta de todo o parte de la participación de Banco Santander».

De hecho, el equipo directivo y 185 empleados de la compañía publicaron una carta antes de la reunión del consejo titulada «No al feudalismo corporativo». Este respaldo de casi toda la plantilla ha sido clave a la hora de que Clemente revalide su posición al frente de Merlin. En ella, expresan su apoyo incondicional a los fundadores de la compañía, Clemente y Miguel Ollero, en lo que tildan de comportamientos «abusivos y feudales por parte de accionistas minoritarios que pretenden ejercer el control mayoritario hurtando al resto de accionistas su participación en la toma de decisiones». Apuntan estos directivos que «si algún accionista desea controlar Merlin habrá de formular la correspondiente oferta pública y pagar al resto de accionistas el valor justo de mercado». Santander tendrá que pensar muy bien su jugada, ya que deberían encontrar un reemplazo al mismo nivel que Clemente. Igualmente, la diferencia entre ambas partes traerá consigo la dificultad para implantar la hoja de ruta de la inmobiliaria.

GIGANTE DEL SECTOR

Clemente ha sabido posicionar a Merlin en estos 8 años como un referente dentro del sector. En este tiempo, la compañía ha acometido algunas operaciones de relevancia, como la integración de activos de Metrovacesa en 2016 que dio como resultado la entrada de Santander en el grupo. Igualmente, desde su salida a bolsa en 2014, la compañía ha tenido unos retornos anuales cercanos al 5%.

Clemente ha sido una de las figuras claves en Merlin. El directivo ha peleado por mantenerse en la compañía que fundó y en la que ha conseguido tanto la salida a bolsa como otras operaciones de gran calado. Igualmente, siempre se ha apoyado en el equipo que le ayudó a fundar la compañía, que son la principal fortaleza del extremeño.

Esta buena actividad de la compañía se ha visto ensombrecida por esta controversia, que ha tenido como resultado que en el día de ayer la socimi se desplomara en la bolsa. De hecho, ha sido la CNMV quien tomó cartas en el asunto y pidió explicaciones a Merlin Properties sobre el posible relevo de Ismael Clemente como consejero delegado de la compañía tras la división reinante en torno a la gestión de su primer ejecutivo y la posibilidad del relevo al frente de la cotizada.


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