Históricamente, estudiar un máster en dirección de empresas era una de las mejores inversiones que se podían realizar para esquivar los problemas relacionados con la complejidad que se desprende de obtener una buena posición laboral. Considerados como uno de los programas de formación mejor valorados por parte de las principales empresas de nuestro país.
Pese a que inicialmente este tipo de formación superior quedaba reservada a los hombres, durante los últimos años ha existido un importante cambio de tendencia tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda en este sector. De manera progresiva, y a medida que la concienciación por la igualdad ha ido calando en la sociedad, cada vez son más las mujeres que apuestan por el estudio de un MBA para poder reducir la brecha laboral, uno de los males endémicos que siempre ha existido en la sociedad moderna.
¿Por qué cada vez más mujeres optan por los máster MBA?
La formación siempre ha estado considerada como uno de los elementos clave para poder acceder a determinados puestos cualificados de trabajo en empresas de los diferentes sectores de actividad. También es cierto que una formación a nivel universitario se considera como requisito básico que la mayoría de las personas debería tener pero no es necesariamente el elemento diferenciador como sucede con los que deciden estudian un programa máster MBA.
Justamente, a medida que los títulos universitarios se han ido democratizado, la enseñanza superior a partir de los programas que podemos encontrar en las principales escuelas de negocios de nuestro país se ha consolidado como uno de los elementos que centran la atención de los recruiters de todo el mundo. Tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres, la tenencia de un título que acredite una formación especializada en el área empresarial actúa como la mejor garantía para poder acceder al mercado laboral en una posición de igualdad, con buena remuneración y con independencia del género del individuo.
En el caso de España, la situación resulta especialmente llamativa. Cuando nuestra economía todavía no se había recuperado de la última crisis económica en la que estuvimos sumergidos, la pandemia de la COVID 19 con sus respectivos impactos y consecuencias ha provocado que nuestro mercado laboral sea más competitivo de lo que lo ha sido nunca. Se ha dado cobijo únicamente a los perfiles especializados que se encuentran más capacitados para el desempeño de sus funciones en ciertos puestos de trabajo.
Uno de los aspectos que permite que los MBA sean tan altamente valorados por las empresas es que permiten al alumno aprender e interiorizar el funcionamiento e impacto del uso las herramientas más actuales para llevar a cabo la expansión y la gestión de cualquier negocio, con independencia del área a la que pertenezca. Además, también ofrecen un aprendizaje sobre el camino que recorre una empresa hasta que encuentra un grupo inversor que le permite obtener la financiación necesaria para desarrollar un proyecto. Todo lo anterior, trabajando bajo un esquema de integración con una perspectiva 360 grados que ayuda a desenvolverse en una diversidad de situaciones.
En los últimos años las Escuelas de Negocios han concentrado sus esfuerzos en captar talento femenino y han creado programas especiales dirigidos hacia la proyección de la carrera profesional de las mujeres hacia puestos directivos. Este compromiso de las escuelas de negocios con el éxito femenino en el ámbito de la dirección de empresas ha generado un aumento del 60% en el número de solicitudes de mujeres interesadas en estudiar un programa MBA respecto a años anteriores. En este sentido, las Escuelas de Negocios han trabajado para eliminar las barreras que deben superar las mujeres en sus carreras profesionales en el ámbito empresarial. De hecho, las Escuelas de Negocios colaboran de forma estrecha con la comunidad empresarial con el fin de aprovechar los beneficios de una fuerza laboral diversa y lograr la paridad de género en el acceso a puestos de trabajo.
Hacia una mayor especialización
El MBA es un programa de excelencia académica que tiene una alta consideración por parte de los diferentes actores del entorno empresarial. El propósito que persiguen los equipos docentes que se encargan de impartir sus conocimientos es ofrecer al alumno, sin distinción de género, todos los conocimientos que son necesarios para alcanzar una mayor especialización en la gestión de las diferentes áreas funcionales claves de la empresa.
Este tipo de programas formativos nos permite mejorar la formación que hemos obtenido en la carrera universitaria y, a posteriori, facilita la incorporación en un puesto de responsabilidad en una gran empresa. En el caso de las mujeres, este género siempre se ha tenido que enfrentar a un techo de cristal que impedía que su ascenso se equiparase al de los hombres. La irrupción de los MBA en nuestro país ha supuesto el punto de inflexión definitivo para que las mujeres puedan acceder a los mismos puestos directivos que los hombres, en muchos casos, en igualdad de condiciones incluso de remuneración salarial o, en otros incluso superiores. El cambio de tendencia llega gracias a la especialización que los estudios superiores basados en la gestión de las áreas de finanzas, marketing, estrategia y recusos humanos así como la excelencia empresarial pueden llegar a ofrecer en la mujer. Toda el babaje de conocimiento y la experiencia de ser parte de un programa de formación empresarial, también contribuye a que la mujer descubra su talento y vocación emprendedora para animarse a dar un salto importante hasta convertirse en creadora, impulsora y gestora de su propia idea de negocio puesta en funcionamiento.
El prestigio profesional
Una de las particularidades de los MBA es que permite imprimir un mayor prestigio profesional al estudiante. Además de incidir también sobre sus niveles de autoconfianza. Disponer de un programa de estudios que está confeccionado por parte de los mejores profesionales de sus diferentes áreas actúa como la mejor garantía en términos de tranquilidad para el alumno. Teniendo la certeza de que va a ser capaz de resolver con éxito cualquier situación a la que se tenga que enfrentar durante su recorrido profesional independientemente del sector en el que le toque desempeñar funciones.
Además, las ventajas que ofrece a la hora de poder establecer sinergias y nuevos contactos con otros estudiantes con sus mismas inquietudes e intereses permiten convertir a este tipo de programas formativos en el mejor escenario para impulsar y dinamizar el crecimiento empresarial y económico de nuestro país.
No es casualidad que cada vez sean más las mujeres interesadas en disfrutar de las ventajas que se desprenden del estudio de un MBA. La calidad del programa formativo, la experiencia del cuerpo docente y las posibilidades que ofrecen en términos de penetración en el mercado laboral y reducción de la brecha salarial, son tres de los principales ingredientes que permiten exprimir al máximo sus posibilidades de crecimiento y desarrollo personal y profesional.