miércoles, 11 diciembre 2024

Entre palabras, pantallas y textiles: cómo las marcas de moda se adaptan para seguir creciendo

El 2020 no fue el mejor año para la industria de la indumentaria.

La crisis económica producto del Covid-19 desencadenó una retracción inesperada que terminó cobrándose la vida de miles de pequeñas marcas de moda alrededor del mundo.

Sin embargo, según el informe de la consultora estratégica global McKinsey & Company, ‘El estado del negocio de la moda 2022’, las previsiones parecen alentadoras y se espera un crecimiento acelerado en la industria tanto en China, como en Estados Unidos y Europa.

Esta noticia llega en el momento más esperado y, tras haber hecho frente a las pérdidas económicas producto de la retracción del consumo, el sector se prepara para un nuevo capítulo no exento de desafíos, aunque la balanza parece inclinarse a su favor, ya que esta vez cuenta con más de un aliado: la agencia de traducción, las redes sociales y la tecnología están de su lado y promete salir vencedora.

Tiendas virtuales multilingües: conquistar al consumidor hablando su idioma

Las restricciones impuestas por los gobiernos para la circulación de personas entre países y continentes pusieron en jaque tanto a las pequeñas marcas de moda como a los líderes internacionales del sector que sabían facturar enormes sumas producto de compras provenientes de consumidores extranjeros.

Cuando los efectos financieros comenzaban a hacerse sentir, las soluciones lingüísticas de la industria de la traducción aparecieron para cambiar los resultados del juego y el desarrollo de sitios web multilingües que ampliaron el mercado fueron la primera táctica puesta en práctica para acceder a nuevos mercados.

De esta forma, “muchas marcas lograron ampliar su oferta a nuevos consumidores, ávidos de obtener las mejores ofertas en diferentes latitudes sin moverse de su hogar”, señalan desde la agencia de traducción internacional Tomedes.

Equipos de traductores profesionales especializados en tiendas virtuales acercaron con palabras los productos de pequeñas y grandes marcas a consumidores que, ante las restricciones, cambiaron su modo de comprar.

Hoy, casi dos años más tarde, muchos de ellos ya no imaginan otro modo de consumir indumentaria diferente del que han adoptado: descripciones detalladas de productos en su propia lengua, probadores virtuales, tarjeta de crédito y smartphone en mano y envío puerta a puerta.

La transformación digital, acelerada por la pandemia, mostró que otra manera de hacer negocios es posible y que los ciudadanos del mundo no solo están preparados, sino que se sienten realmente a gusto con los cambios implementados.

Redes sociales y mensajes localizados: más cerca sin moverse del sillón

Cuando Mark Zuckerberg ideó la primera versión de Facebook seguramente no imaginó que terminaría creando el imperio que hoy conocemos como Meta ni que las redes sociales se convertirían en uno de los canales de venta preferidos de las marcas de moda.

Versátiles y aptas para todo público, se volvieron imprescindibles para el embudo de ventas en casi todos los sectores, porque allí marcas y consumidores experimentan una cercanía sin precedentes y, sobre todo, hablan un mismo idioma.

En este sentido, el trabajo de una agencia de traducción asistiendo en la creación de contenido localizado y, sobre todo, de mensajes localizados, es decir adaptados no solo a la lengua sino también a los usos regionales del idioma, ha contribuido enormemente no solo a atraer clientes, sino también a fidelizarlos.

Las redes sociales han permitido a su vez, conocer de primera mano a los consumidores de moda y estrechar lazos generando contenidos cercanos, donde ellos mismos son protagonistas.

Desde Chanel y Louis Vuitton a H&M y Zara, las marcas de moda explotan todas las bondades de este nuevo modo de comunicarse sin intermediarios con quienes las eligen día a día.

Perfiles en varios idiomas, filtros para probarse prendas, desafíos, sorteos, concursos y más, han contribuido enormemente a volver globales a marcas locales que no pierden su esencia y recorren las calles del mundo en cuerpos diversos en distintas latitudes.

Moda virtual: ropa que puedes vestir en tus redes y en el metaverso

Si algo caracteriza a la moda es estar un paso adelante del resto de las industrias y su inmersión en el metaverso es una muestra más de su espíritu creativo, aventurero y proactivo.

Hoy la oferta de moda no se limita a productos tangibles, la aparición en escena de la moda virtual es apenas una muestra de lo que este sector está preparado para hacer.

Marcas como The Fabricant y Carlings comercializan para todo el mundo prendas que pueden costar desde US $11 hasta US $9500 y solo pueden vestirse en fotografías que los consumidores comparten en redes sociales.

Y esto es apenas el comienzo, ya que el metaverso parece ser el próximo destino en el que los gigantes de la indumentaria esperan desembarcar.

La inauguración de una tienda de Nike en la plataforma de juegos Roblox es el primer ejemplo de que la moda tiene interés en acompañar a sus clientes en esta experiencia inmersiva y multisensorial que ha dejado de pensarse como un futuro lejano y ya está entre nosotros.

Un mundo de posibilidades abriendo sus puertas a un sector que lidera el cambio

La industria de la moda excede ampliamente a la producción y comercialización de productos textiles. Simplemente porque cuando el consumidor elige una prenda escoge un estilo de vida.

Aspiracional como pocas, las alteraciones del consumo hablan de modificaciones más profundas en el inconsciente colectivo.

Habiendo superado las pruebas impuestas, este sector vuelve a dar batalla y demuestra que la resiliencia tiene premio.

Así, acompañadas por más de una agencia de traducción con contenido traducido y mensajes localizados, las más variadas redes sociales para atraer y fidelizar consumidores y aprovechando los últimos avances tecnológicos al servicio del público, las marcas de moda traspasan fronteras y sus propios límites.


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