CaixaBank inicia este fin de semana el proceso de integración de más de 800 oficinas tras la fusión con Bankia y pone en marcha la racionalización de su red de sucursales, evitando así los solapamientos que se producían.
Estos solapamientos ocurrían especialmente en Madrid, Comunidad Valenciana, Islas Baleares, Murcia o Andalucía oriental, según un comunicado de la entidad este viernes.
El ajuste se debe al «aumento de las operaciones por canales digitales y a una reducción de las visitas a oficinas» y busca reforzar el modelo de sucursales Store, de mayor tamaño y con más servicios para los clientes.
Una vez finalizado el proceso, CaixaBank contará con 4.600 oficinas y una red de 12.700 cajeros en toda España.
La entidad ha explicado que el 90% las oficinas que se integran en otras estaban situadas a menos de 500 metros de distancia y que el 70% estaba a menos de 200 metros, y que ha elegido los locales que por tamaño y situación mejor se adaptan a las necesidadesde los clientes.
En todo caso, CaixaBank se ha comprometido a no abandonar las 389 localidades en las que es la única entidad financiera con presencia física y sus previsiones son que en 2022 el 38% de sus oficinas estarán ubicadas en municipios con menos de 10.000 habitantes.