Bosch ha iniciado la producción en serie de semiconductores de carburo de silicio (SiC) para suministrarlos a fabricantes de automóviles en todo el mundo, en línea con la previsión de incremento de la demanda de este tipo de componente, ya que cada vez más vehículos contarán con este tipo de chips, según un comunicado de la compañía.
Para este fin, Bosch ha desarrollado sus propios procesos complejos de fabricación y en el futuro, espera aumentar la capacidad productiva a un volumen de cientos de millones. Para ello, la empresa ya ha empezado a ampliar su planta de Reutlingen (Alemania).
De forma paralela, también se está trabajando en la segunda generación de chips de SiC, que será aún más eficiente y que debería de estar lista para su producción en serie a partir de 2022.
En la electrónica de potencia de los vehículos eléctricos, los chips de carburo de silicio garantizan que se pueda conducir trayectos significativamente más largos con una carga de batería, alrededor de un 6% de promedio superior a sus homólogos de silicio puro.
Bosch, siendo el único proveedor automovilístico que produce sus propios chips de carburo de silicio, planea fabricar los semiconductores en obleas de 200 milímetros. En comparación con las actuales obleas de 150 milímetros, se pueden fabricar muchos más chips en cada ciclo de producción y, por lo tanto, abastecer a más clientes.
Para el desarrollo de estos innovadores procesos de fabricación para semiconductores de SiC, Bosch está recibiendo apoyo del Ministerio Federal de Economía y Energía de Alemania (BMWi) como parte del programa ‘IPCEI Microelectronics’ (Proyecto Importante de Interés Común Europeo).
«Los semiconductores de carburo de silicio tienen un gran futuro. Queremos convertirnos en líder mundial en la fabricación de chips de SiC para la electromovilidad», comentó Harald Kroeger, miembro del consejo de administración de Bosch.