Desde junio pasado, Jorge Mercader Miró, presidente del consejo de administración de Miquel y Costas, le endulzaba el oído a los accionistas con una ampliación de capital de la empresa por valor que oscilaba en los 21,3 millones de euros a través de la emisión y puesta en circulación de más de 10,6 millones de acciones las cuales tendrían un valor nominal de 2 euros y que se asignarían gratuitamente en la proporción de 4 acciones nuevas por cada 11 antiguas como forma de pago de dividendo en especie.
En ese momento, el precio de la acción de la compañía se encontraba arriba de los 20 euros los cuales precisamente para el 14 de octubre cuando se realiza el anuncio público en el Boletín Oficial del Registro Mercantil, las acciones se lastraron cerca de un -45% de pérdida con el gap de apertura.
Lo que el mercado entendió como un súper dividendo, lo tuvo que asumir en la desvalorización de sus acciones a modo de Split sin serlo, que tristemente han perdido cualquier oportunidad técnica al alza, lo cual en el mediano plazo será muy difícil de darle vuelta.
Compartimos el gráfico de marco mensual donde podemos notar que, desde inicios de cotización en bolsa en el año 2000, la acción de Miquel y Costas alcanzó una valorización de más del 1.100%. A su paso dejó como primera medida notoria la creación de un soporte clave en enero de 2005 en inmediaciones de los 15,22 euros. Posteriormente y después de la crisis de 2008, el precio comienza una senda alcista con formación de canal paralelo el cual le lleva a cumplir sus máximos históricos en diciembre de 2017 arriba de los 33 euros por acción. Luego dicho canal es quebrado y va a buscar lo que conocemos como regularidad del mercado en el nivel 61,8 de retroceso de Fibonacci que confluye perfectamente con el soporte mencionado.
A su llegada a dicho nivel lo respeta y crea nuevamente un canal ascendente que gracias a los anuncios de ampliación de capital y pago de dividendo con acciones de valor nominal de 2 euros lastra el precio de la acción, quiebra el canal alcista, quiebra el soporte macro y quiebra las medias móviles exponenciales tanto de corto como de largo plazo.
En este orden de ideas, el precio técnicamente ha perdido consistencia alcista con lo cual prevalecerá el movimiento a la baja buscando probablemente áreas de 8 euros por acción donde encontraríamos los siguientes soportes de marco diario. Adicional a ello, técnicamente el cierre de un movimiento mensual con un gap tan profundo ha de realizar nuevos mínimos antes de pretender cubrir dicho gap, lo cual, estadísticamente puede demorar entre 1 a 3 años. Esto se traduce en oportunidad bajista siempre y cuando respete la resistencia que ha dejado para marzo de 2020 en niveles por debajo de los 14 euros con objetivo hasta los 8,4 euros lo que rentaría en cortos un 33% en el corto plazo.
De otra forma, si el precio lograra recuperarse por encima de los 16 euros y trabajar por encima del nivel de soporte como de regularidad del mercado, recuperaría la fuerza al alza con lo cual buscaría los niveles previos al desplome de octubre arriba de los 23 euros por acción.