La procedencia del pulpo está en el ojo de mira. La escasez de ejemplares en las costas gallegas está propiciando que los cefalópodos que consumimos en restaurantes y casa por estas fechas navideñas sean todos importados desde Marruecos. Sin embargo, el problema surge cuando no se nos especifica como tal.
José Antonio Pérez, presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, contó a MERCA2 la problemática que estaba viviendo el sector debido a la bajada de número de pulpos en las costas gallegas. «Tenemos que darnos cuenta de que nosotros aquí, en nuestra costa, estamos teniendo un declive muy grande cada año. Por ejemplo, en la campaña de 2016/2017 se sacaron casi 3 millones de kilos pulpo; en cambio, la campaña 2020/2021, que fue la peor campaña del último lustro, recogimos 829.000 kilos».
Es por eso que todo el canal Horeca, con los restaurantes a la cabeza, tuvieron que buscar una alternativa para poder seguir colmando la demanda que tenían. Según confirman fuentes del sector pesquero, casi la totalidad del pulpo que encontramos en pescaderías y lugares de restauración proviene de las aguas de la costa marroquí como Dakhla.
Eso no tiene el menor problema, siempre y cuando estos pulpos estén bien etiquetados y se informe debidamente al consumidor. Según Pérez, este pulpo viene etiquetado correctamente. De esto se encargan los propios barcos que bajan hasta Mauritania para pescarlo. Sin embargo, «el problema viene después, cuando en restauración o cuando se va a revender ese pulpo siga bien etiquetado, que se diga bien de donde pertenece».
«El pulpo marroquí es más fácil de manipular y de preparar, a diferencia del gallego»
Con estas palabras, el presidente de FGCP siembra la duda sobre si los restaurantes u otros lugares donde se comercializa pulpo ‘recomprado’ son completamente honestos con la procedencia de estos ejemplares o, por el contrario, se agarran al nombre de Galicia para subirle el precio.
EL PULPO DE RESTAURACIÓN NO ES GALLEGO
La cuna por excelencia del pulpo es Galicia. Sin embargo, es en esta zona donde algunas pulperías ya se están decantando por el marroquí frente al de sus costas. Tal y como recoge La Voz de Galicia en declaraciones de Jaime Fernández, pulpeiro de Mesón Mónica, en Nadela (Lugo), prefiere el pulpo de Marruecos «porque es más fácil de manipular y de preparar, pues, a diferencia del gallego, soporta cocciones sin perder la piel de los tentáculos».
Para saber si esta tónica se sigue también en Madrid, MERCA2 ha intentado ponerse en contacto con algunas de las pulperías más famosas de la ciudad para saber la procedencia de sus pulpos y la diferencia en las calidades. En concreto, hemos llamado a O’Pulpo ya que en su carta encontramos platos con este alimento. Sin embargo, la responsable de compras de la pulpería no ha querido responder a las preguntas del medio alegando que no está autorizada a decir la procedencia de su pulpo.
Esta respuesta es cuanto menos llamativa ya que, incluso, tienen una opción entre sus diferentes cartas que se llama ‘Menú Coruña’ donde ofrecen pulpo con cachelos. Esta negativa a decir de donde procede su pescado es cuanto menos llamativo. Más si se tiene en cuenta que el resto de pulperías gallegas sí que reconocen que su pulpo es marroquí ya que la escasez de producto gallego hace inviable abastecer toda su demanda.
Aunque desde estos restaurantes se garantice que la calidad de ambos es igual, José Antonio Pérez no comparte la misma opinión. «El mejor pulpo que hay es el gallego. La diferencia se encuentra en el sabor, la textura, etc.».
PESCANOVA APUESTA POR EL PULPO ESPAÑOL
A pesar de que los restaurantes se decanten por el pulpo marroquí, las conserveras y congeladoras españolas prefieren apostar por el producto autóctono. Un ejemplo de ello es la congeladora Gallego Pereira, que solo trabaja con pulpo de Galicia. La última que ha querido sumarse al impulso del pulpo gallego en detrimento del marroquí ha sido Nueva Pescanova.
Según ha comunicado la compañía, en verano de 2022 comenzarán a comercializar pulpos nacidos en acuicultura. Para ello ha inaugurado un centro de innovación denominado Pescanova Biomarine Center, situado en O Grove (Pontevedra). En él, ha invertido 7,5 millones de euros y cuenta con una superficie de 4.000 metros cuadrados.
En concreto, este proyecto nació en 2018 con el pulpo Lourditas. Desde ese momento hasta hoy, ya han pasado cinco generaciones. Se trata de un proceso que comienza con la incubación, prosigue con el cultivo de las paralarvas y su paso de juveniles a adultos. Dura cerca de 13 meses que es cuando alcanza un peso cercano a los 2,5 kg.
Con este proceso, Nueva Pescanova pretende posicionarse «a la vanguardia de la investigación acuícola a nivel mundial, convirtiéndose en un centro de referencia en la mejora de la salud, la nutrición, el bienestar animal, la sostenibilidad y nuevas especies de cultivo».