La almendra ‘low cost’ enamora a las turroneras: fuera el campo español

La almendra española está pasando por un momento delicado. Los agricultores españoles están cada vez más ahogados ya que sus beneficios cada vez merman más. A esta complicada situación se le une que las turroneras se decantan por las almendras americanas para elaborar sus turrones.

Hace unos días, MERCA2 publicaba la situación que están atravesando los agricultores españoles relacionados con la almendra. Los cultivos de secano cada vez son menos rentables, ya que la cosecha es cada vez más reducida. Además, el precio del kilo por hectárea es cada vez menor mientras que el coste de los productos fitosanitarios son cada vez mayores.

Tal y como explicó a esta cabecera la agricultora Ana Carranza Meléndez, a los agricultores se les está comprando la almendra a 3 o 4 euros el kilo, mientras que las industrias, como las empresas turroneras, están pagando el kilo de almendra pelada alrededor de los 10 euros. «El proceso de pelado tiene un coste. Eso no quita que, evidentemente, tienen un margen bestial. Está claro que el margen radica en el comprador y la fábrica, que es la que va a meter la almendra en el canal Horeca. Es un mercado bestial», afirma la agricultora.

Está claro que los mayores beneficiados son los intermediarios que, por comprar la almendra con cáscara y piel y dejarla en la pepita, obtienen un margen de 7 euros entre lo que pagan en campo y lo que venden a las diversas industrias.  Es por eso que las empresas turroneras intentan buscar otras vías para abaratar costes. La solución más práctica es la importación.

Parte de las almendras que utilizan las turroneras provienen de Estados Unidos

LA ALMENDRA AMERICANA ES MÁS BARATA

Debido al precio que tienen que pagar por las almendras españolas, muchas empresas turroneras han puesto sus ojos en Estados Unidos para traer sus frutos desde allí y mezclarlos con el nacional para elaborar los turrones. La diferencia entre el precio de una y otras es abismal.

«Evidentemente, poner un conteiner de Estados Unidos con variedad americana de almendra en España es casi igual o más interesante que comprarlo en España. Porque, aunque solo sea por la paridad euro-dólar, la almendra americana puede costar dos euros o 2,50», argumenta Carranza.

Además, añade que fletar ese contenedor hasta España, «meterlo en el puerto de Valencia o en el de Vigo, te cuesta 1.000 dólares aproximadamente. Evidentemente, es más rentable comprar almendras en Estados Unidos que en España». Es por eso que muchas de las turroneras se decantan por esta opción para obtener una materia prima a bajos precios.

Sin embargo, no todas lo pueden hacer. «Por ejemplo, para el turrón de Jijona, la normativa exige que tenga un mínimo del 60% de almendra marcona», explica Armando Boullosa, miembro de la junta directiva de AVA-Asaja.

Sin embargo, hay determinadas turroneras que solo compran almendra española debido a su calidad. Según Carranza, la española «es la mejor almendra del mundo, por su sabor, su calidad organoléptica, su calibre». Este año parece que la situación se va a revertir. «La sequía que ha habido en Estados Unidos ha hecho que no se pueda importar tanto y se mejoren nuestros precios», señala Boullosa.

SOLO DELAVIUDA INDICA SU PROCEDENCIA

Gracias a las almendras tenemos todas las navidades inundando nuestras mesas decenas de turrones con los que deleitarnos y endulzar nuestras comidas y cenas navideñas. Sin embargo, exceptuando los que están catalogados bajo la denominación de origen Jijona, el resto generan dudas de cuál es el origen de sus almendras.

Algunas de las marcas más vendidas son Delaviuda, 1880, Vicens o El Lobo. Mirando la parte de atrás de las cajas de muchas de ellas, en los ingredientes, no aparece la procedencia de sus almendras. Por ejemplo, Vicens o 1880, solo indican el porcentaje de almendra que compone su masa, pero sin indicar origen. Algo parecido le pasa a El Lobo, que señala que es de origen mediterráneo, pero no se sabe a cuál de todos los países que componen esta definición hace referencia.

De las principales turroneras, solo Delaviuda especifica en los ingredientes que sus almendras proceden tanto de la Unión Europea como de fuera. Sin embargo, el peso de la española va ganando cada vez más protagonismo en esta empresa añadiendo almendras cultivadas por ellos mismos.

«Este año hemos recogido la primera cosecha de nuestros campos de almendros, ubicados en el Valle del Río Tiétar a las faldas de la sierra de Gredos. Iniciado hace cinco años, se trata de un proyecto que genera un impacto muy positivo en el entorno y que nos permite garantizar la trazabilidad de la almendra y la calidad de nuestros productos», indica a MERCA2 Francisco Rodríguez Flores, director general Unidad Negocio Marcas de Delaviuda Confectionery Group.

Además, el directivo también adelanta las previsiones de venta de cara a esta campaña de Navidad. «Los primeros indicadores del ‘retail’ son positivos y actualmente reflejan el incremento de las ratios de consumo, por lo que creemos que las ventas van a despuntar», afirma.

Por último, el directivo aclara que, a pesar del incremento de los costes de la cadena de suministro y el encarecimiento de las materias primas, «consideramos que, en el corto plazo, esta situación no afectará a la actual campaña de Navidad. En nuestro caso, la negociación de las condiciones comerciales se produce a principios de cada año».

Lidia Vega
Lidia Vega
Redactora de economía y empresas especializada en Distribución, Alimentación y Consumo