Los resultados financieros que presentó Moderna el pasado 4 de noviembre fueron sobresalientes. El total de los ingresos para el tercer trimestre alcanzó los 4.969 millones de dólares muy por encima de los 157 millones del mismo trimestre de 2020. Al cierre de los 9 meses de 2021, los ingresos alcanzaron 11.260 millones de dólares frente a los 232 millones registrados en los 9 meses de 2020. Hablamos de más del 4.700% de incremento lo cual supondría unos resultados espectaculares en especial porque los beneficios netos, están acordes a los ingresos registrando 3.333 millones de dólares en el trimestre y 7.334 en los 9 meses lo cual no hay punto de comparación, ya que en los periodos anteriores el resultado fue negativo.
Otro hecho relevante que la empresa notificó a través de su junta directiva fue la autorización del programa de recompra de acciones que se hará durante los próximos dos años por valor no superior 1.000 millones de dólares. Esto como consecuencia de unas previsiones muy buenas a futuro o alguna información clasificada que impactara el valor de la empresa.
Sin embargo, la acción de Moderna pasó de valer 343,9 a 212,2 dólares lo que corresponde a una desvalorización del -38,29%. La razón, diría Warren Buffett, es que al mercado nunca se le va a tener contento.
Moderna previamente se echó la soga al cuello ya que redujo su pronóstico de ventas de la vacuna contra la Covid-19 asegurando que había firmado acuerdos de ventas anticipadas por valor de 20.000 millones de dólares para después informar que dichas ventas estarían cerradas en 15.000 millones. Así mismo, Moderna advirtió que, de acuerdo con varias condiciones externas, los plazos de entrega de las dosis en el mercado internacional se podrían trasladar hasta 2022, situación que de una u otra forma beneficia los movimientos actuales que viene haciendo Pfizer con el anuncio de un medicamento por vía oral contra la Covid-19.
Últimamente y para hacer frente a su competencia, Moderna informó al mercado que tenía pedidos de vacunas firmados hasta 2022 por valor de 17.000 millones de dólares. Sin embargo, es una cifra que no compite con los pronósticos de ventas de Pfizer que superan los 36.000 millones en vacuna sin tener en cuenta lo que pueda representar un cambio de paradigma para defenderse contra el COVID-19 a través de Paxlovid, la píldora creada por Pfizer que de hecho fue anunciada justamente dos días posteriores a la presentación de los resultados de Moderna.
Si detallamos el gráfico de marco diario de Moderna, técnicamente la acción ha quebrado el nivel inferior de un canal alcista que venía desarrollando desde mayo de 2020. Adicional a ello ha realizado la ruptura de la media móvil exponencial de 250 periodos de largo plazo la cual puede ejercer presión bajista para que el precio visite el área de soporte más importante en inmediaciones de los 180 dólares por acción. Este nivel de soporte lo ubicamos a finales de 2020 e inicios de 2021 los cuales crearon un cierre de ciclo. Por lo tanto, si el precio visita dicho soporte y realiza su ruptura, podríamos ver las acciones de Moderna en cercanías de los 50 dólares por acción.
Por otro lado, si el precio se logra ubicar nuevamente por encima de los 280 dólares, de seguro podríamos visitar el nivel superior del canal alcista el cual crearía nuevos máximos históricos arriba de los 700 dólares por acción. Operación que estaría apoyada del índice de fuerza relativa que se encuentra en niveles extremos de sobreventa.
En definitiva, nos encontramos en un área de trabajo y decisión que una vez rompa arriba o por debajo de ella, nos indicará el camino a seguir en el mediano y largo plazo.