Sudáfrica intenta colar naranjas contaminadas en el mercado español

Las naranjas son una de las frutas de temporada con más arraigo en España. Sin embargo, no está exenta de polémicas. Hace años que estamos acostumbrados a ver en los lineales de los supermercados -y grandes almacenes- frutas y verduras procedentes de otros países. Pero en el caso de la naranja, no solo alarma la cantidad de fruta que proviene de Sudáfrica, sino también la calidad de estos alimentos que intentan introducirlo en el mercado español sin cumplir los estándares de calidad.

Principalmente se encuentran tres problemas en las naranjas que hay a nuestra disposición en el mercado: los estándares de producción, la sanidad vegetal y las facilidades que aportan el acuerdo entre la Unión Europea y la África Meridional.

«Estamos detectando que las naranjas sudafricanas que se venden en los lineales europeos, en este caso los españoles, no están producidas bajo los estándares que reclama la propia Unión Europea a nuestros productores. Son tres años consecutivos en los cuales hacemos analíticas en los lineales y detectamos que aparecen o materias activas cuyo uso está prohibido para los citricultores europeos o materias activas por encima del límite máximo de residuos que nos permiten a nosotros. Por lo tanto, entendemos que hay una competencia completamente desleal y que al final no nos está garantizando tampoco a los consumidores poder ingerir un cítrico producido en Europa con unos estándares», explica a MERCA2 el director general de La Unió de Llauradors, Carles Peris.

Otro punto especialmente grave para el consumo es el tema de la sanidad vegetal. Peris afirma que en los puertos de entrada de estas naranjas se están detectando plagas que preocupan especialmente. «Son plagas de cuarentena, como es el CBS o la Thaumatotibia leucotreta, que están dentro de las veinte plagas o enfermedades que la misma Comisión Europea está cifrando como muy peligrosa».

«No se garantiza a los consumidores poder ingerir naranjas que cumplan los estándares»

TRATAMIENTO EN FRÍO PARA DETENER LAS PLAGAS

En concreto, de enero a septiembre se detectaron más de 33 interceptaciones por plagas frente a las 18 que realizaron en 2020. Este dato es aún más alarmante si cogemos los números de septiembre: de las 24 interceptaciones totales de todos los países, 14 provenían de Sudáfrica. «Siempre estamos reclamando que se aplique el tratamiento frío de forma obligatoria a todos los críticos que provienen de Sudáfrica», destaca el director general.

Hasta este momento, la Comisión Europea no obliga a ningún país tercero a tener tratamiento en frío durante el tránsito. Sin embargo, es ahora cuando, a través de su organismo asesor en materia de sanidad vegetal, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), se recomienda su uso.

«Nosotros lo que buscamos con el tratamiento en frío es dar seguridad y que las revisiones se hagan en origen. Porque al final ves que como hay tanto tránsito comercial es muy difícil que se revisen todos los contingentes en los puertos de entrada. Apostamos por esa doble vía. Hacer el control en origen antes de salir y que durante el tránsito se realice el tratamiento en frío para garantizar que no puedan venir plagas».

La mayor parte de las importaciones de estas naranjas se hacen en el puerto de Rotterdam «porque allí o tienen mucha más facilidad o no les preocupa tanto que puedan traer una plaga». En este sentido, La Unió también pide una unificación de los criterios aduaneros. «Al resto de puertos no vienen porque saben que no dan garantías de sanidad vegetal. Entonces huyen de nuestros puertos para ir a puertos como el de el de Rotterdam. Eso tampoco es justo por el tema de la carga de volúmenes de los puertos».

EXPORTACIÓN DE LAS NARANJAS SUDAFRICANAS

El último punto es sobre las facilidades que otorgó la Unión Europea a África Meridional, donde se incluye a Sudáfrica, en la revisión de su acuerdo sobre los aranceles. Desde hace cinco años hasta ahora, la capacidad de adaptación de las variantes sudafricanas ha hecho que se solapen con el inicio de la campaña europea y española.

«En el momento en el que la citricultura europea y española no es deficitaria produciendo cítricos arreglo al consumo que tiene Europa, continuaremos teniendo una presencia elevada de cítricos de Sudáfrica que dificultan mucho nuestro inicio de campaña. Esto desestabiliza mucho los precios en origen y esto no es nada positivo», apostilla Carles Peris.

«Nosotros apostamos por reducir esa ventana que se amplió hace cinco años en ese acuerdo. Antes podían importar fruta de Sudáfrica hasta el 15 de octubre, a partir de ahí había unos aranceles. Ahora pueden importar frutas hasta el 30 de noviembre con una desaparición progresiva de aranceles que finalizará en 2025. O sea, de aquí a cuatro años el arancel sería cero para Sudáfrica», añade.

A veces, el origen de estas naranjas se camufla por parte de los supermercados. Según Peris, en la malla de naranjas sí viene que su origen es de la República de Sudáfrica. «Vemos que hay un descontrol enorme dentro de las grandes cadenas de alimentación. A lo mejor te parece de origen nacional o naranja valenciana en el título principal, pero, cuando te acercas, ves que es de Sudáfrica. Veo más un error de etiquetaje por parte de las grandes cadenas de alimentación y grandes superficies», destaca.

Para proteger aún más las naranjas españolas, Peris detalla que han pedido a Europa que se catalogue a los cítricos de producto sensible. En concreto, piden poner aranceles en el caso de que no existan o, si están en fase de reducción mantenerlos. «Volver a un estatus arancelario en momentos determinados donde no seamos deficitarios en la producción en relación el consumo», concluye.

Lidia Vega
Lidia Vega
Redactora de economía y empresas especializada en Distribución, Alimentación y Consumo