La mano dura de Manuel Menéndez lleva al límite a Unicaja

La fusión con Liberbank ha traído varios cambios a Unicaja Banco. Uno de los más relevantes se ha producido en las relaciones laborales y puede tener efectos devastadores para los empleados y para la propia entidad. La llegada de Manuel Menéndez al puesto de consejero delegado ha provocado un giro en el modelo negociador, que es ahora mucho más duro. Este puño de hierro aboca al banco a la confrontación y puede romper la paz social que, al menos, hasta ahora, ha mantenido Unicaja contra viento y marea.

VIENTOS COMPLICADOS

Soplan vientos difíciles para Unicaja, que hoy mantiene con los sindicatos la primera de las reuniones fijadas en el calendario de negociación del ERE una vez que, desde el pasado día tres de noviembre, se encuentran dentro del denominado periodo formal de negociación.

La dureza que está planteando el banco en la mesa del ERE deja claro que Menéndez ha impuesto su criterio frente a la antigua Unicaja, la del guante blanco en el trato con los sindicatos, con los que ha mantenido disputas y alcanzado muchos acuerdos. El «modus operandi» que históricamente ha habido en la entidad que preside Manuel Azuaga no tiene nada que ver con el de la trayectoria de Manuel Menéndez en el ámbito de las relaciones laborales. El banquero asturiano lleva enfrentado a los sindicatos desde su época de presidente de Cajastur.

Los antecedentes de Menéndez están lleno de enfrentamientos con las centrales y hasta disputas en los tribunales. Fuentes sindicales presentes en Unicaja avanzaron hace meses a MERCA2 que si el «modelo Menéndez llegaba a la mesa de negociación, iban a saltar chispas». Y así está siendo. A las primeras de cambio, las propuestas del banco, tanto en número de salidas, como en la edad de los que pueden acogerse al ERE y en las condiciones de las mismas, han hecho saltar las alarmas en el ámbito de los trabajadores. Los empleados temen una escabechina de empleos, indemnizaciones muy bajas en comparación a otros procesos similares y muchos despidos forzosos.

LAS CONDICIONES OFRECIDAS SON PEORES QUE LAS DE OTROS PROCESOS SIMILARES

CONSENSO ROTO

Esta negociación no será como las vividas en tiempos anteriores con Unicaja. Hay ciertos consensos que se han roto y está por ver si la situación se puede reconducir. Uno de los puntos de enfrentamiento es que Unicaja no ha agotado la vía informal. Esta venía siendo la política de la entidad, que, ahora, sin embargo, va a tener que darse mucha prisa para conseguir un acuerdo en el periodo formal (30 días prorrogables).

El cambio es grande. En Unicaja se buscaba el consenso en el periodo informal y solo se abría el formal cuando había acuerdo, apunta Comisiones Obreras (CC OO) en una circular. Esta confianza entre las partes se ha roto y aboca a la mesa a desarrollarse en un marco de conflictividad. Hay previstas siete reuniones entre el 10 de noviembre y el 2 de diciembre. Las citas se presentan muy movidas, pues una parte del ámbito sindical ha convocado de dos días de huelga y movilizaciones.

HAY PREVISTAS SIETE REUNIONES DE LA MESA DE NEGOCIACIÓN HASTA EL 2 DE DICIEMBRE

DESACUERDO Y DIÁLOGO

En todos los temas que tratan en la mesa hay desacuerdo: número de salidas, edades y condiciones económicas de las bajas. Tampoco hay acuerdo en la propuesta de modificación sustancial de las condiciones de trabajo ni en la armonización de condiciones.

Pese a las dificultades que se presentan, el banco «mantiene su oferta de diálogo y negociación con la representación de los trabajadores para encontrar medidas que permitan alcanzar un acuerdo».

CONDICIONES DE LA ENTIDAD

El banco propone la extinción de 1.513 contratos de trabajo (508 de servios centrales y 1.005 en la red comercial), pero rechaza la adscripción voluntaria de personas con edades comprendidas entre los 50 y 56 años (que suman casi 3.000).

La entidad ofrece que los mayores de 63 años puedan salir del banco con una indemnización de 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades. Ofrecen 26 días por año y un máximo de 18 meses a los empleados de menos de 50 años. Además, quiere prescindir de los mayores de 57 años con indemnizaciones entre el 50% y el 52% del salario bruto fijo. El problema es que «apenas hay 173 personas en esa franja de edad», critican desde Comisiones Obreras. De este modo, sin ampliar el espectro de edades, será complicado un ERE completamente voluntario o, al menos, en su mayioría.

UNICAJA QUIERE DEJAR FUERA DEL ERE A LOS EMPLEADOS QUE TIENE ENTRE 50 Y 56 AÑOS

SALIDAS ESCALONADAS

CC OO señala que «se puede pactar un mínimo de salidas a implementar en fechas próximas y dejar abierta la puerta a un número máximo de salidas en los dos o tres años siguientes». Esto permitiría que, progresivamente, se incorporen a estas medidas quienes vayan cumpliendo la edad de corte», entre otras cosas.

MOVILIDAD GEOGRÁFICA

Respecto a las medidas de movilidad geográfica, la empresa quiere ampliar el limite de los 25 kilómetros a los 90 kilómetros. Más allá de esos límites, sí habría compensaciones que serían, en el caso de 91 a 150 kilómetros, de 3.000 euros. De 151 a 300 kilómetros se irían a los 6.000 euros y, más allá de los 300 kilómetros, de 700 euros al mes durante doce mensualidades. En caso de rechazo, CC OO dice que la empresa aplicaría un despido con 20 días por año trabajado, según marca la ley.

En cuanto a la armonización, los sindicatos critican que quieran hacerla a coste cero. CC OO «considera imprescindible disponer de datos sobre el coste de la armonización al modelo Unicaja Banco». «Necesitamos saber el número de personas integradas en cada colectivo en función de su entidades de origen y el coste de las condiciones que tiene cada una», indicaron.