El decreto eléctrico del Gobierno ha generado incertidumbre e inseguridad jurídica. Las medidas para paliar los altos precios de la luz han golpeado a las empresas vinculadas con la energía renovable. Algunas de ellas aún analizan el impacto de la nueva normativa, pero lamentan sus efectos negativos para cuantificar el golpe. Ejemplos de ello son Elecnor y Siemens Gamesa, que así lo han expuesto en sus resultados correspondientes al tercer trimestre. Eso sí, antes de volver a recalcularlos tras la marcha atrás del Gobierno y a los nuevos anuncios que afectan a las renovables.
«Las nuevas medidas transitorias que el Gobierno español ha implantado para luchar contra la escalada de los precios de energía pueden afectar a Enerfín«, ha afirmado Elecnor en la presentación de resultados. Enerfín es uno de los principales pilares del gigante eólico vasco al aportar cerca de un tercio de su beneficio neto total.
Enerfín, junto a Celeo, forman parte del negocio concesional de Elecnor. Ambas filiales han obtenido unos ingresos de 104 millones de euros, pero que aportan 23 millones de euros al beneficio total. Elecnor ha obtenido entre enero y septiembre una ganancia de 60,9 millones de euros. El 38% de este total proviene de las filiales de la compañía presidida por Rafael Martín de Bustamante.
Enerfín se encuentra analizando los impactos que pudiera tener que absorber en este momento de incertidumbre regulatoria
La importancia de Enerfín es clave para Elecnor. El resto del grupo ha ingresado por ventas casi 2.000 millones de euros para ganar 55,13 millones de euros. La diferencia hasta alcanzar esos 60,9 millones se debe a la gestión de grupo y otros ajustes, que descendieron el beneficio en 17 millones de euros.
ENERFÍN ANALIZA EL IMPACTO DEL DECRETO
La marcha del negocio de Enerfín era buena hasta la aprobación del polémico decreto de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Según los datos aportados por la compañía la pasada semana, Enerfín ha participado en 1.469 MW de energía renovable en explotación en España, Brasil, Canadá, Australia y Colombia.
Además, «continúa con su intensa actividad de promoción para asegurar su crecimiento«. De hecho, su negocio eólico se ha visto favorecido por la entrada en marcha del complejo San Fernando, en el Nordeste de Brasil, a comienzos de este ejercicio y del parque eólico de Cofrentes en España en abril del pasado año.
Sin embargo, la compañía ha asegurado que las medidas «transitorias» del Gobierno han impactado en Enerfín, que «se encuentra analizando los impactos que pudiera tener que absorber en este momento de incertidumbre regulatoria».
Para evitar males mayores, Elecnor ha confiado en su política de cobertura de precios, los acuerdos de venta de energía y los activos con ingresos regulados. Todo ello con la esperanza de que «se minimicen estos impactos».
que se encuentra analizando los impactos que pudiera tener que absorber en este momento de incertidumbre regulatoria. En cualquier caso, el grupo confía en que su política de cobertura de precios, los acuerdos de venta de energía y sus activos con ingresos regulados, contribuyan a que se minimicen estos impactos».
SIEMENS GAMESA, GOLPEADA POR EL DECRETO
Siemens Gamesa, por su parte, ha señalado directamente al decreto de Ribera para justificar en parte el desplome de su actividad comercial ‘Onshore’ durante el tercer trimestre. Según las cifras aportadas por la compañía liderada por Andreas Nauen, el volumen de contratación se ha reducido prácticamente a la mitad, hasta los 1.376 MW. El importe monetario se ha hundido en otro 49%, hasta los 867 millones de euros.
Según ha indicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), estas caídas se deben, entre otros factores, a la «adopción del decreto Ley 17/2021«, junto al «compás de espera que se ha producido en el mercado estadounidense, pendiente de una extensión potencial de los créditos fiscales a la producción eólica». También se ha visto afectado negativamente por «una mayor duración de las negociaciones comerciales en el entorno inflacionario actual» y a la disminución de la actividad comercial de la plataforma Siemens Gamesa 5.X.
50 GW, EN RIESGO EN 2022
A todo ello se suma la subida de precios de los materiales por el disparado aumento de las materias primas y de los envíos marítimos. Según un reciente estudio de Rystad Energy, el 56% de los proyectos de energías renovables fotovoltaicos podrían paralizarse en todo el mundo. Son 50 GW de los 90 GW proyectados para el próximo ejercicio.
«La inflación de los precios de las materias primas y los cuellos de botella en las cadenas de suministro podrían provocar el aplazamiento o la cancelación de algunos de estos proyectos», ha asegurado en su análisis. Estas drásticas medidas tendrían efectos adversos sobre la demanda y los precios al consumidor de la energía generada mediante el Sol.
Entre las materias primas que más han disparado su precio se encuentra uno de los principales componentes de las placas solares, el polisilicio. Este material ha disparado su precio en un 300% en el último año; mientras otras materias suman fuertes aumentos, como la plata, el cobre, aluminio y vidrio.
REPARTIR LA SUBIDA Y ESTRECHAR MÁRGENES
«La industria solar de servicios públicos se enfrenta a uno de sus desafíos más difíciles», ha destacado en su análisis. Según la misma firma, los cuellos de botella se irán descongestionando y augura que la situación en el transporte marítimo se aliviará antes de finales de 2022. Mientras tanto, los desarrolladores y compradores tendrán el dilema de retrasar o cancelar los proyectos, o bien reducir sus márgenes de beneficio.
Los módulos y los costes de envío suponen entre el 25% y el 33%, respectivamente, de la inversión total de cada uno de los proyectos. Juntos suponen más de la mitad de estos costes, y por tanto su variación afecta directamente al presupuesto. Con los niveles actuales del precio de los envíos y de los módulos, y realizando una comparativa respecto a los proyectos realizados en 2020, Rystad Energy ha asegurado que los gastos en estos presupuestos se ha disparado entre un 10% y un 15% para los proyectos planificados para 2022.
Con este contratiempo, los promotores podrían modificar los contratos de compraventa de energía a largo plazo, los denominados PPA, para paliar los efectos. Otras opciones encima de la mesa para rebajar los efectos de la inflación sería absorber parte de la subida y trasladar a los clientes el resto, asumiendo así un estrechamiento en los márgenes.