El lavado verde de las empresas, un escollo para el mundo sostenible

IG Markets

La transición a un mundo verde se ha convertido en una de las preocupaciones globales. Vehículos eléctricos, inversiones más elevadas por las energías renovales, reducir el uso diario de plásticos… Medidas que poco a poco se han asentado en el día a día, y que en un futuro no muy lejano será algo cotidiano. Cualquier mínima acción ayuda, y, por ende, contribuye a mejorar el medio ambiente. 

A pesar de ello, muchas veces, la sociedad no se para a pensar en los problemas que pueden generar medidas que, a priori, favorecen al medio ambiente. Samuel Grantham, Investment Manager Fixed Income de abrdn, remarca que, por ejemplo, las bolsas de algodón orgánico que han sustituido a las de plástico en muchos comercios requieren de muchas plantas, aguas y demás productos para producirlas. Tanto que los compradores deben utilizarla 20.000 veces para tener el mismo impacto medioambiental acumulado que una bolsa de plástico de un solo uso. 

Samuel Grantham destaca que «ser verdaderamente verde, sostenible, o estar alineado con los objetivos de cero neto, es complicado«. 

LOS BONOS VERDES AYUDAN AL MEDIO AMBIENTE

Una de las medidas más atractivas, y a su vez, inteligente para combatir el impacto ambiental son los bonos verdes. La idea del Banco Europeo es dirigir el capital hacia proyectos con un impacto ambiental positivo. Nacieron en 2007, y desde ese momento, el interés por ellos se ha disparado. En 2020, la cifra de emisiones de bonos verdes fue de 305.300 millones de euros. 

LOS PRINCIPALES SECTORES DEL MERCADO NO ESTÁN EMITIENDO SUFICIENTES BONOS VERDES

El dinero de los bonos se utiliza para mitigar las causas del cambio climático y construir un futuro más verde. «La era de los bonos verdes ha comenzado: la movilización de los mercados de bonos como herramienta de financiación de bajo coste será esencial para conseguir una economía baja en carbono y resistente al clima». 

Samuel Grantham considera que los bonos verdes han tenido un efecto medioambiental positivo. A pesar de ello, piensa que es «una ilusión» confiar únicamente en esta herramienta para paliar los problemas medioambientales.

En primer lugar, los datos muestran que no todos los sectores, y, sobre todo, los que acaparan más mercado, no están emitiendo suficientes bonos verdes. A pesar de que las empresas saben que es necesario paliar estos problemas medioambientales, de momento siguen prefiriendo los bonos tradicionales. Samuel Grantham ejemplifica con el caso de las energéticas, quienes, durante 2020, han emitido más de 1.000 millones de dólares en bonos verdes, pero recaudan 215.000 millones en bonos tradicionales. Lo cual significa que menos del 1% del total de la deuda obtenida fue «verde». 

LAS EMPRESAS HACEN «LAVADO VERDE»

El analista de abrdn considera que no hay suficiente supervisión para medir las diferencias que marcan los bonos verdes. Explica que «un bono puede llamarse «verde» aunque no requiera que una empresa reduzca sus emisiones». Esto significa que las empresas, no tiene la obligación de estar comprometidas en reducir las emisiones

Mundo verde

El riesgo de que las empresas hagan un «lavado verde» también es considerable, sobre todo para los mercados emergentes. Según lniciativa de Bonos Climáticos, casi el 8% de los bonos verdes emitidos en 2020, por valor de 8.800 millones de dólares, no cumplían las normas de etiquetado «verde».

Por el momento, la realidad de un mundo sin emisiones queda lejos. A pesar de ello, algunas empresas han emprendido el camino para conseguirlo. Conseguir un mundo verde es un deber para todos. No sólo depende de las empresas, independientemente del sector. Los inversores también juegan un papel determinante en este proceso. 

Samuel Grantham considera que “los inversores pueden canalizar el capital donde más se necesita”. Es una oportunidad para los inversores de poner su dinero a trabajar en las áreas más necesitadas, al tiempo que buscan asegurar su propio futuro financiero. Cualquiera puede contribuir en la lucha contra el cambio climático, y alcanzar un mundo verde.