La paradoja de Seat: números rojos a pesar de la viralidad de Cupra

Seat es una de las marcas de coches a la que la crisis de semiconductores está afectando de forma significativa. De hecho, entre enero y septiembre, la compañía automovilística española anunció que tenía unas pérdidas de 159 millones de euros. Sin embargo, Seat también tiene motivos para sonreír ya que son los líderes indiscutibles de ventas en ese mismo periodo en España.

Desde que estallase la crisis de los semiconductores hace más de un año toda la industria se encuentra en una nebulosa sobre cómo va a ser su futuro. Hasta el momento, el sector mundial de la automoción ha perdido más de 179.000 millones de euros a nivel mundial y dejarán de fabricar cerca de 77.000 vehículos.

Dentro de las empresas que operan en España, las cosas están siendo desiguales para ellas. Mientras que Stellantis está pasando por un momento complicado debido a esta crisis, Mercedes capea el temporal. Por su parte, parece que Seat está sufriendo algunas de las consecuencias de esta escasez, aunque también vive algunos momentos dulces en este periodo.

Seat venía de un 2019 con record de ventas mundiales cuando consiguieron crecer un 10,9% en tasa interanual. Sin embargo, un 2020 marcado por la pandemia y un 2021 con la crisis de semiconductores en pleno apogeo están lastrando las cuentas de la marca española.

«hemos adaptado la producción a la disponibilidad de semiconductores»

En los nueve primeros meses de este año, Seat ha registrado unas pérdidas de 159 millones de euros. A pesar de seguir en números rojos, la compañía ha conseguido reducir esta cifra en un 45% respecto a 2020, cuando estas pérdidas ascendían a los 290 millones de euros. Según la compañía, el resultado operativo ha sido negativo debido a «las consecuencias de la escasez global de semiconductores».

UN ÉXITO BASADO EN EL CUPRA FORMENTOR

Sin embargo, a pesar de las pérdidas que está registrando Seat, el resultado operativo fue de 131 millones de euros, mejor que en el mismo periodo del año anterior gracias a unos mayores volúmenes de ventas. En concreto, la cifra de negocio de la compañía creció un 20,1%, hasta 7.259 millones de euros, por el fuerte incremento en las ventas de Cupra.

De los 391.300 vehículos que ha entregado Seat, más de 58.000 pertenecen a Cupra. Según los datos publicados por el consorcio Volkswagen, esta comercialización representa un aumento del 23,5% en comparación con las 316.900 unidades matriculadas en el mismo período del año previo. La gran parte de ese éxito de ventas le pertenece al Cupra Formentor, el buque insignia de la marca deportiva.

De hecho, Seat asegura que la demanda de coches tanto bajo su nombre como del de Cupra se encuentra en un nivel muy alto y ha recuperado los volúmenes pre-Covid por el impulso de los modelos electrificados. Además del Formentor, dentro de Seat, sus tres modelos más vendidos son los Arona, León e Ibiza.

Dentro de los modelos eléctricos, en lo que va de año Seat ha vendido casi 50.000 vehículos electrificados, mientras que en el mismo periodo de 2020 fueron poco más de 4.000.

SEAT ADAPTA SU DEMANDA

Sin embargo, parece que el mayor reto al que se ha tenido que enfrentar Seat ha sido la de entender qué problemas iban a acarrear la falta de microchips. Según el director general de Seat España, Mikel Palomera, ha pasado de ser un problema de demanda a otro de oferta.

«Realmente no podemos producir todos los coches que nos demanda el mercado. Es una situación que, por lo que nos dicen los expertos, se va a prolongar durante un tiempo. Como buenamente podemos, estamos intentando mantener a nuestra red de concesionarios y a nuestros clientes», destaca Palomero en una entrevista a El Economista.

Por el momento la empresa no quiere hacer públicos las previsiones de producción que manejan. Sin embargo, explican a MERCA2 que, en referencia a la demanda y a la oferta, «desde principios de año hemos adaptado la producción a la disponibilidad de semiconductores en cada momento. Es decir, fabricando más vehículos de aquellos modelos para los que disponemos de piezas. Esto es posible gracias a la flexibilidad de la compañía y de sus empleados. Por ejemplo, este año se trabajó en agosto, durante el periodo habitual de vacaciones».

En esta línea, basándose en la flexibilidad tanto de la fábrica de Martorell como de sus sindicatos, Seat confía en poder recuperarse pronto. Pese a la escasez de semiconductores la compañía trabaja al máximo para conseguir el mejor resultado posible este año, y espera que los nuevos modelos electrificados y el rendimiento de la marca Cupra contribuirán positivamente a los resultados en el último trimestre del año.

Lidia Vega
Lidia Vega
Redactora de economía y empresas especializada en Distribución, Alimentación y Consumo