Dr. Oetker, un negocio millonario salpicado por una guerra familiar

Uno de los alimentos más consumidos por la población mundial es la pizza. Y los españoles no íbamos a ser menos. Es una de las comidas más socorridas, tan solo hay que bajar al supermercado, comprar una de las pizzas congeladas y meterlo en el horno. Dentro de las marcas de este producto hay dos que se disputan ser la favorita de los consumidores: Casa Tarradellas y Dr. Oetker.

La pandemia ha favorecido mucho el negocio de estas marcas, ambas batieron record de ventas durante 2020. Si Casa Tarradellas facturó 1.000 millones, Dr. Oetker no se quedó atrás. La marca de pizzas alemanas registró el pasado año unas ventas de 3.700 millones de euros, lo que supone un aumento del 11%. Hay que tener en cuenta que las ventas de la marca española son solo nacionales mientras que los alemanes proporcionan su información a nivel mundial.

Pero no solo de pizzas y repostería vive Dr. Oetker. La compañía también es parte del accionariado de Damm, en el cual ha ampliado su participación durante este año. Durante 2020, el grupo alemán ganó posiciones dentro de la cervecera. En concreto, Dr. Oetker incrementó su participación desde el 25,02% al 25,34% a lo largo del último ejercicio.

Además, Dr. Oetker también es el propietario de otra de las bebidas más famosas de España, el cava de Freixenet. En 2018, Henkell, filial de vinos espumosos, vino y licores del grupo familiar alemán Oetker Group, adquirió el 50,67% de las acciones del grupo catalán de cavas Freixenet.

Dr. Oetker tiene una gran presencia en España con amplias participaciones en Damm y Freixenet

HISTORIA DR. OETKER

Dr. Oetker ha tenido que pelear mucho hasta conseguir el éxito que tiene ahora. Sin embargo, la compañía no nació para vender pizzas. Tal y como explican en su web, la historia de la empresa comenzó en enero de 1891 «cuando el Dr. August Oetker cumplió su sueño de toda la vida con la adquisición de la farmacia Aschoff’schen en Bielefeld».

La familia Oetker venía de una larga estirpe de panaderos. Es por eso que August quiso desarrollar algo inédito, y fueron polvos para hornear. Esto hizo que sus ventas crecieran como la espuma. Este éxito le llevo a abrir su primera fábrica en Bielefeld Lutterstrasse, donde todavía se encuentra la sede principal de la compañía.

Sin embargo, no fue hasta 1970 cuando la compañía lanzó su primera pizza, Pizza alla Romana. Con este lanzamiento Dr. Oetker puso la primera piedra del negocio que le catapultaría al éxito hasta nuestros días. La pizza congelada se convirtió rápidamente en un producto de estilo de vida, y la primera pizza de masa fresca se desarrolló en 1975.

GUERRA FAMILIAR

Desde su fundación, Dr. Oetker ha estado en manos de la familia. Después de que August capitaneara la empresa desde su fundación hasta 1944, después sería su nieto, Rudolf-August Oetker, quien se hizo con las riendas hasta 2007, año en el que murió. Después la empresa pasó a manos de sus ocho hijos.

Como es normal cuando hay tantas personas tomando decisiones importantes, los problemas no tardaron en llegar. Cada uno de ellos quieren tener más protagonismo. Esta guerra desencadenó en la generación de dos bandos: por un lado, los cinco hijos de los dos primeros matrimonios de Rudolf Oetker; y, por otro, los tres de su última esposa.

Durante más de diez años los herederos han estado en una continua batalla afectando a la empresa. Finalmente ha sido en julio de este año cuando han tomado una decisión salomónica para acabar con este enfrentamiento. Dr. Oetker se ha dividido en dos partes.

Según anunció la compañía, Alfred, Carl Ferdinand y Julia Johanna Oetker se hacen cargo de las filiales Henkell & Co. Sektkellerei, Martin Braun Backmittel KG, la fábrica de productos químicos Budenheim, algunos hoteles de la división hotelera y la colección de arte August Oetker.

Por otro lado, toda la facturación perteneciente a las líneas de pizzas, mezclas para hornear, tartas heladas y budines; el Grupo Radeberger y algunos hoteles quedan en manos de Richard y Philip Oetker, Rudolf Louis Schweizer, Markus von Luttitz y Ludwig Graf Douglas.

«Con esta decisión, los grupos de accionistas están superando sus diferentes ideas sobre la gestión y la estrategia del Grupo Oetker. Todos los propietarios han firmado un acuerdo de separación correspondiente», dijo el Grupo Oetker en un comunicado. De esta manera, los herederos han roto con la filosofía con la que fue creada la empresa, donde la compañía tendría que estar por encima de todo. Veremos si esta decisión les sigue reportando beneficios millonarios.

Lidia Vega
Lidia Vega
Redactora de economía y empresas especializada en Distribución, Alimentación y Consumo